MC Solaar habla sobre Dios, el bien y la Biblia como cultura común
Al superventas del rap culto francés le gustaría que Dios le hablara en español: «Sería feliz», dice
MC Solaar (nombre artístico de Claude Honoré M'Barali) figura en la historia de la música francesa como el rapero más vendido del país, con 5 millones de discos. Logró el éxito con su primer single en 1990 (Bouge de là), su primer álbum vendió enseguida 400.000 ejemplares en 1991, De Cinquième As en 2001 enseguida logró vender 600.000 copias... Su último disco era de 2008, y ahora, después de 10 años de silencio, ha sacado uno nuevo, "Géopoétique", con una gira de conciertos, lleno de referencias bíblicas.
"Si te encontraras a Dios, de incógnito, ¿qué te gustaría que te dijera?", le pregunta la revista católica francesa L'1visible. "Me gustaría que me hablara en español o en inglés. Que me diga: "Está bien, Claude, ¡no has sido demasiado malo! Si me lo dice en español, seré feliz. Me gustaría que me dijera en un idioma particular: "¡Magnifico, Claude!"
"Yo nunca tuve una educación religiosa formal. Mis padres, que vienen de Senegal, son uno culturalmente cristiano, y la otra culturalmente musulmana. Nunca he ido a catequesis ni a la escuela coránica", explicaba hace unos años en La Croix. Además, en sus años de infancia viajó mucho y su formación fue poco sistemática.
Después estudió filosofía en Francia, donde vivió casi toda su vida, y también estudió inglés, español y ruso. En cuanto pudo realizó giras musicales por Rusia y los países del Este y es de los pocos raperos franceses conocidos en el mundo anglohablante. Es una figura cultural internacional que hace letras elaboradas, aclamadas incluso por la Academia Francesa, y que quiere llegar a todo el mundo.
La Biblia, una fuente que el mundo entienda
Tiene a la Biblia como una fuente común a un mundo más que plural.
"Cuando cuentas historias, has de tener una cultura común. Así que tomo ejemplos de los grandes episodios que todos conocen: el Arca de Noé, la parábola de los talentos, Adán y Eva. Incluso hice una canción sobre Génesis llamada 'Et Dieu créa l’homme' ('Y Dios creó al hombre'). Utilizo Proverbios: "Quien siembra viento, recoge tempestades". Para poder hablar con alguien, tienes que saber de qué hablas. Leí muchas Biblias para niños. Y luego, un día, en mi estudio, apareció una Biblia. Comencé a leer por Apocalipsis, por consejo de un chico. Y se me quedó", explica en L'1visible.
¿Qué le gustaría "rapear" de los Evangelios? Lo tiene claro: "Lo mejor es Mateo 7, 7"
"Pedid y se os dará /
buscad y encontraréis /
llamad, se os abrirá".
En el mundo del rap se le ha acusado de ser poco antisistema, mucho menos agresivo que otros raperos. Y él insiste en que en su obra busca dar cultura y edificar. "Es inconsciente, intento dar buenos consejos a las personas para que no se quemen, es mi carácter. Desde el inicio pensé hacer canciones que pudieran ayudar a mis sobrinas, y aún pienso lo mismo", afirma.
"Existe el mal y existe el bien"
Pero eso implica también mencionar el mal y la figura del demonio en sus letras. "Existe el bien y existe el mal. No me gusta el mal. Pero a menudo pongo en escena al demonio para que la gente se vuelva un poco combativa, para que actúe, y así hacer que el mundo sea un lugar mejor. La oscuridad se usa para resaltar la luz", explica.
Como nunca recibió una educación religiosa formal, le gusta leer sobre el tema. "Me gusta hablar con personas que tienen dogmas. Que los laicistas carguen contra los religiosos está pasado de moda, y eso está bien", añade.
¿Y qué piensa de Dios? "No sé cómo definirlo. Yo escribía peticiones cuando era pequeño. En cualquier caso, cuando no hacemos tonterías, cuando lanzamos un boomerang de bien, también vuelve con bien. Miro al cielo, hace buen tiempo, los árboles están en flor... Todos queremos tener esperanza. El mundo va mal, pero siempre queremos tener la esperanza de que Dios exista para que dé buena fragancia a esta tierra".
De retiro en un monasterio
Explica una experiencia que vivió en un monasterio, tres o cuatro días, acompañando a un amigo, "de incógnito". "La gente apagaba su móvil. Todo era sencillo. Me gustó mucho. Fue en la abadía de Chevetogne, en la parte de habla alemana de Bélgica, cerca de Lieja. Era un lugar peculiar porque allí convivían cristianos de Oriente y de aquí. Había en la abadía monjes de rito latino y de rito bizantino. Recitaban las mismas oraciones pero no con la misma melodía. Podíamos ir de una tradición a otra. Estaba bien. Fui a ver los servicios. En unos olía a incienso, en otros no. Marcaban la jornada. Todos éramos anónimos".
En este tema de su nuevo disco, pide "encontrar la luz / como Santa Teresa de Lisieux" (trouver du temps, de la lumière / comme sainte Thérèse à Lisieux); un amigo músico se la recomendó, pero confiesa que aún casi no la conoce. "Espero no haberme confundido, me la imagino como una Madre Teresa en pequeñito", dice