La belleza de la propuesta cristiana, gran antítesis frente al nihilismo heredado de mayo del 68
La Universidad Francisco de Vitoria (UFV) ha anunciado que recogerá en un volumen las intervenciones de los participantes en el Congreso 50 años de Mayo del 68. Una época de cambios, un cambio de época, que tuvo lugar en Madrid del 8 al 10 de este mes de noviembre. Sus principales responsables, el rector Daniel Sada y la vicerrectorra y presidenta del Congreso, María Lacalle, subrayaron en el acto de clausura que empieza ahora una nueva e ilusionante etapa en la que llevar al mundo las "cosas hermosas" que se plantearon durante los tres días de trabajo en el evento.
Precisamente sobre la belleza de la propuesta cristiana versó en el último día la conferencia del padre José Granados, vicepresidente del Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y de la Familia, quien recordó que esa propuesta se encuentra en una encíclica cuyo cincuentenario también se ha celebrado este año: la Humanae Vitae de San Pablo VI.
Evocando también la Teología del Cuerpo de San Juan Pablo II, afirmó que, "si buscamos simplemente el placer, ni siquiera lo encontraremos. La propuesta cristiana es, sin embargo, integral cuando apuesta por el cuerpo como lugar de salvación, cuando apuesta por la virtud de la castidad, donde se unen instinto, afectividad, inteligencia y voluntad. La belleza salvará el mundo; la belleza que es la verdad y el bien que se han hecho carne; la belleza máxima que está en Cristo resucitado".
El hecho de que Mayo del 68 fuese en buena medida una "revolución sexual" centró buena parte de los esfuerzos del congreso en valorar todo aquello que se perdió con ella, nucleado principalmente en torno al matrimonio, a la relación entre los cónyuges, a la familia y a la educación de los hijos. Hubo talleres sobre experiencias de acompañamiento en temas sobre naprotecnología, atención a personas separadas, crisis matrimoniales, sanación de heridas emocionales, atención a víctimas de abusos sexuales y adicciones a las drogas, a la pornografía y a las tecnologías de la comunicación. Se incidió particularmente, con la presencia de profesionales que trabajan con jóvenes, en el crecimiento exponencial de esas nuevas adicciones en los últimos años.
Una mesa redonda también el sábado, moderada por José Ángel Agejas, profesor titular de Ética de la Universidad Francisco de Vitoria, incidió en esos puntos.
María Lacalle, profesora titular de Filosofía del Derecho, explicó que “la diferencia sexual es relevante socialmente y debe ser reconocida y protegida desde la política”.
Ángel Barahona, director del Departamento de Humanidades de la UFV, lamentó la "guerra fría moral" heredada de mayo del 68, ante la cual "el sacramento del matrimonio es un caminar permanente sobre las brasas, siempre amenazado de ruina porque respeta las libertades de los hombres". Frente a esa herencia, "aprender a morir en otro, volver a empezar como si todo fuera nuevo cada día, con el modelo del amor de Dios y la ayuda de la Iglesia, es el camino de la reconciliación, que es lo que le podemos ofrecer a un mundo en ruinas”.
Por último, Xosé Manuel Domínguez, director del Instituto da Familia en Orense, hizo una propuesta personalista como antítesis a ese nihilismo heredado y que se ha instalado entre nosotros como una postmodernidad desilusionada: “Estamos llamados a soñar en grande, a transformarnos personalmente y al mismo tiempo a transformar las estructuras sociales”.