Pablo Cervera acude a San Ignacio: nuestra generación «flaquea sin metas ni luces en su itinerario»
El sacerdote y teólogo Pablo Cervera Barranco, responsable de la edición española de Magnificat, se ha unido a la campaña Oración de urgencia de Religión en Libertad con una oración a San Ignacio de Loyola, a cuya espiritualidad ha consagrado una de sus obras: El peregrino de Loyola.
San Ignacio de Loyola (1491-1556), fundador de la Compañía de Jesús (jesuitas), en un cuadro de Pedro Pablo Rubens pintado en torno a 1600.
Oración de urgencia
Padre Maestro Ignacio:
Tu época, como la nuestra, y como todas en el fondo, no fue fácil, ni personal ni eclesial ni socialmente. «Estáse ardiendo el mundo, quieren tornar a sentenciar a Cristo. Como dicen, pues le levantan mil testimonios, quieren poner su Iglesia por el suelo. No es, hermanas mías, no es tiempo de tratar con Dios negocios de poca importancia», decía la santa andariega de Ávila (Castillo interior, 1,5). Por eso es tiempo de acudir a ti y a tantos santos cuyas vidas fueron la gran empresa de Dios para los hombres.
Desde tu debilidad y pecado, el Señor te llamó para ser faro de la verdadera Reforma de la Iglesia: la de la santidad. A tu lado y en tu tiempo estuvieron San Juan de Ávila, San Francisco de Borja, Santa Teresa de Jesús, San Pedro de Alcántara, San Juan de la Cruz, San Carlos Borromeo… una pléyade, gloria de la Iglesia y de la humanidad.
Tu vida fue una peregrinación en medio de luces y dificultades y nos enseñaste a discernir el paso de Dios en la existencia humana y nos diste reglas para luchar y vencer contra el «Ángel de luz». No fue fácil, como nunca es fácil ni cómodo el seguimiento de Cristo. Y, sin embargo, tocado por la gracia, te pusiste en camino hacia metas, primero demasiado humanas, y luego encauzadas por Dios y acogidas en docilidad al paso de tu existencia.
Que tu itinerario de los Ejercicios, compendio del Evangelio, nos acerque a conocer internamente a Cristo y desde Él, discernir el plan único de amor divino con cada uno de nosotros.
Nuestro tiempo de incertidumbre y dolor necesita de luz y esperanza. Ayuda a esta generación nuestra que flaquea sin metas ni luces en su itinerario. Tu meta fue siempre buscar a Dios, su voluntad de amor sobre ti, en obediencia eclesial al Papa y en permanente actitud de misión apostólica para llevar a los hombres a la luz, a la verdad y a la verdadera felicidad. Así nos lo enseñaste con tu vida y escritos.
Haz que, especialmente los jóvenes, descubran en la peregrinación de tu vida la manera de emplearla al mejor servicio de todos: el de Jesucristo, Rey eterno. «Pon esta oración» que te dirijo «con María», «Nuestra Señora» para que ella la acerque a su Hijo. Que al «poner con Jesús» a esta generación, todos descubramos la verdadera plenitud y esperanza, la que se nos abre a todos después de la vida temporal.
Oraciones de Urgencia
Miguel Ángel Velasco, periodista.
Juan Manuel Cotelo, cineasta.
María Vallejo-Nágera, escritora.
José Luis Olaizola, escritor.
Jose Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián (España)