De los escritos de San Juan de Ávila a la biografía espiritual de Frassati: dos libros a considerar
Los que vivan en Madrid saben muy bien que se acerca la Feria del Libro. Un momento muy especial para renovar lecturas y regalar libros a los amigos y a la familia. Por ello, hoy recomendamos dos interesantes obras que acaban de salir, una sobre el joven laico dominico Pier Giorgio Frassati y otra sobre el gran santo español San Juan de Ávila.
Joven, laico... y santo
Frassati fue un joven extraordinario que desafió las convenciones de su tiempo y abrazó las bienaventuranzas como guía para su vida. Laico dominico, beatificado en 1990 y con una solicitud de canonización en marcha, personifica la llamada de Juan Pablo II a cultivar la santidad en el mundo moderno.
Para ahondar en su enorme figura, Arturo José Otero García acaba de publicar Pier Giorgio Frassati. Una vida seglar según las bienaventuranzas, en Edibesa. En este libro, prologado por el sacerdote Pablo Cervera Barranco, sobre "el hombre de las bienaventuranzas", como le llamó Juan Pablo II, se explora la vida y el legado de un joven universitario lleno de pasión y alegría, un montañero que enfrentó dificultades en sus estudios y problemas familiares con valentía y fe.
Comprometido con los más necesitados y activo en la vida política, se dedicó a encarnar las enseñanzas de las bienaventuranzas en su vida cotidiana, uno de los elementos formales de la santidad. Su historia es un recordatorio inspirador de que la santidad no es un ideal inalcanzable, sino un camino accesible para aquellos que buscan vivir con autenticidad y compasión en un mundo necesitado de modelos ejemplares.
"El trabajo de Arturo Otero no es directamente una biografía y ni siquiera una hagiografía. Se trata, más bien, del un estudio de teología espiritual en el que las verdades de la fe se concretan en la vida de este joven turinés: 'cómo el hombre acoge y vive la vida que Dios le comunica en Cristo'", comenta Pablo Cervera en el prólogo del libro.
"Su vida cristiana no fue fácil: su entorno familiar no era muy favorecedor. Su padre era ateo, agnóstico y a pesar de que era de un rango social alto en aquella época, la aversión al cristianismo era bastante grande. Sin embargo, Pier Giorgio fue capaz de no vivir esquizofrénicamente, como hacen tantos hoy, su vida de fe y su compromiso social y político", añade.
Un apasionado del sacerdocio
San Juan de Ávila es todo un maestro de ciencia teológica y sacerdotal. Se nutre de la Sagrada Escritura, sobre todo, de los Santos Padres, de los Concilios, etc. No con "doctrina" sin más, sino de experiencia de Dios en larga y profunda oración. Apoyado en esta doctrina ofrece desde el ejercicio del ministerio, una espiritualidad de máximos (no de mínimos) para todo sacerdote diocesano.
Ante todo, San Juan quiere despertar a los sacerdotes a una gran estima del ser sacerdote, presencializador de Cristo, Cabeza y Pastor. Una estima que engendra un gran amor a los ministerios sacerdotales, sobre todo a la Eucaristía, perdón, predicación y oración.
Para seguir dando a conocer a este gran santo español, el sacerdote Pablo Cervera Barranco acaba de traducir San Juan de Ávila leído hoy: 3. Escritos sacerdotales, de Fonte. "La providencia hacía que se cumplieran entonces 10 años de la declaración del Santo como Doctor de la Iglesia. Debo decir que me he acercado a sus escritos como Moisés a la zarza ardiente (Ex 3,1-6): descalzándome ante algo sacro y maravilloso", comenta el traductor.
Puedes comprar en este enlace 'San Juan de Ávila leído hoy: 3. Escritos sacerdotales'.