Sábado, 23 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

Una madre que no la amó, un aborto al que fue inducida, adicciones, trastornos...

Frances Farmer rozó la gloria de Hollywood y se hundió en el abismo: en sus últimos años se bautizó

Frances Farmer.
Frances Farmer era comparada, por su belleza y talento, a Greta Garbo, trabajó con los mejores directores y actores. Pero una sucesión de tragedias desde niña marcaron terriblemente su vida, desde la falta de afecto y el aborto a las adicciones y la enfermedad psiquiátrica.

ReL

Por su excepcional belleza y su talento, Frances Farmer pudo alcanzar la cima de Hollywood. La rozó con la yema de los dedos, pero su historia venía sellada por la desgracia desde niña y sus errores y enfermedades la agravaron. Rino Cammilleri ha recordado su vida y su conversión al catolicismo en el número de diciembre (nº 223) de Il Timone:

Frances Farmer, de Hollywood a la Iglesia

La historia de esta mujer es, por desgracia, ejemplar y meritoria de llamar la atención de vuestro Kattolico. Ella, que quiso ser bautizada católica en 1959, acabó sumándose a los muchos mitos de Hollywood que, al final y tras mucho vagabundear, encontraron su hogar en la Iglesia católica (Gary Cooper, John Wayne, Alec Guinnes...). Pero nadie como ella encaja en los versos que Manzoni escribió para Napoleón (que también se convirtió): "El Dios que aterra y levanta, que aflige y consuela..."

De hecho, solo ella, entre los conversos de la meca del cine, ha inspirado tres películas y otras tantas canciones: una del grupo inglés Culture Club y las otras dos de Kurt Cobain, el líder suicida de Nirvana, que incluso llamó Frances a su hija. La película más importante es Frances, de 1982, por el que la actriz protagonista, Jessica Lange, que realmente tenía un gran parecido con la verdadera Frances Farmer, fue nominada a los Oscar, si bien esta era más guapa y había nacido en Seattle, como Cobain.

Jessica Lange fue Frances Farmer en 'Frances' (1982), de Graeme Clifford.

No ha sido fácil desentrañar las distintas biografías que hay sobre ella, que divergen en algunos puntos. Sin embargo, he aquí lo que nos interesa.

La nueva Greta Garbo

Nació en 1913 y solo tenía cuatro años cuando sus padres se separaron. Ese fue el primer trauma. Su madre, autoritaria e incapaz de sentir y expresar afecto, empezó a mudarse con sus tres hijos de pueblo en pueblo, según dónde iba encontrando trabajo. Frances creció con un carácter difícil. Le gustaba ponerse ropa de chico, en contraste con su belleza cada vez más perturbadora, jugaba al hockey, en el instituto disfrutaba estando sola y ganó un concurso de escritura en la escuela secundaria con un ensayo titulado Dios muere, que causó revuelo en la América puritana de la época. Más adelante, en una de las muchas entrevistas que le hicieron, explicó: "No conseguía encontrar ninguna prueba, en mi vida, de que Él existiera o de que mostrara algún interés especial por mí".

Cursó periodismo en la Universidad de Washington, trabajando como camarera para pagarse los estudios; en la universidad también participó en un curso de teatro. Un periódico comunista organizó un concurso literario. Lo ganó. El premio era una visita al teatro de Moscú. Por supuesto, a su regreso, la prensa la insultó: no solo era atea, sino también comunista. Pero para entonces ya se habían fijado en ella.

Un agente de teatro la contrató para la Paramount y Frances aterrizó en Hollywood, donde coincidió con Bing Crosby (católico), gran estrella de la época. Se casó con el actor Leif Henkson y se hizo notar por su ausencia: no iba a fiestas, no frecuentaba los lugares de reunión de las estrellas y no se vestía como ellas.

Frances Farmer en 'Rivales' ('Come and get it', 1936), de Howard Hawks y William Wyler, donde interpreta a una mujer de la que se enamoran un padre y su hijo. La canción es 'Aura Lea', un viejo tema de la guerra civil que veinte años después universalizaría Elvis Presley con otra letra: 'Love me tender'.

Pronto empezó a ser aclamada como la nueva Greta Garbo, tanto por su aspecto físico como por su excentricidad. Intentaron que surgiera un romance con el encantador Cary Grant, pero ella, a diferencia de muchas de sus compañeras de profesión, tenía una cabeza pensante y no quiso.

Frances Farmer canta ante Cary Grant la canción 'The first time I saw you' en la película que protagonizaron en 1937, 'El ídolo de Nueva York', de Rowland V. Lee. Se trata de un biopic del magnate Jim Fisk (1835-1872), quien hizo su fortuna durante la Guerra Civil estadounidense.

Entonces empezaron los enfrentamientos con los directores, especialmente con William Wyler. Al final, su marido se marchó y ella volvió al teatro. Protagonizó una obra de Clifford Odets, que la introdujo en el prestigioso Actors Studio y con el que mantuvo un romance. Odets, que ya estaba casado con una actriz, al cabo de un tiempo jubiló a Frances sustituyéndola con una tercera actriz (cuya familia le financiaba). Frances empezó a beber y a fumar un cigarrillo tras otro (encendía uno con la colilla del anterior).

El aborto y el alcoholismo 

Volvió con su marido y pronto se quedó embarazada. Pero él le explicó que sus carreras se resentirían y la convenció para que abortara. La intervención la privó para siempre de la posibilidad de tener hijos y algo en su cabeza explotó. Se divorció y volvió al teatro, pero para entonces ya era alcohólica y la echaron. Rodó la película El hijo de la furia, con Tyrone Power, pero poco después Paramount también la despidió.

Francis Farmer, junto a Tyrone Power en 'El hijo de la furia' (1942), drama romántico dirigido por John Cromwell.

Empezó a añadir las drogas al alcohol y el tabaco. Estaba actuando en Broadway, en una obra de Ernst Hemingway, cuando decidió dejarlo todo, desaparecer y regresar a California. Allí fue pillada por la policía conduciendo sin carné, bajo los efectos del alcohol y con los faros encendidos a pesar del toque de queda que había sido impuesto por ser tiempo de guerra. Montó en cólera y fue detenida. En el juicio, arrojó un tintero a la cabeza del juez y, mientras se la llevaban a rastras, le gritó la frase que fue el paradigma de su vida entera: "¿Alguna vez te rompieron el corazón?". Su hermana, que era viceshérif, consiguió evitarle la cárcel pero no la hospitalización en un psiquiátrico.

En el Hospital de Los Ángeles el diagnóstico fue depresión maníaca. Tres meses de choques de insulina la hicieron entrar en coma varias veces (ese "tratamiento" se suprimiría más tarde). Después fue a parar a otro hospital, Lakewood, en el otro extremo de Estados Unidos. Tres meses de electroshocks. Resultado: amnesia y estado confusional. En 1945 la volvieron a llevar al primer hospital, donde permaneció cinco años. Se rumoreaba que allí fue violada varias veces por enfermeros y médicos, que la sometieron a una lobotomía. Siguió un sinfín de afirmaciones y negaciones.

La camisa de fuerza

Lo único cierto es que pasó la mayor parte del tiempo con camisa de fuerza y en régimen de aislamiento. En 1950 salió y trabajó en la lavandería de un hotel en el que había estado actuando como actriz. Pero llegó una detención por vagabundear que fue titular en todos los periódicos. Recibió ofertas de ayuda de toda América, pero las rechazó.

En 1954 se casó con un obrero, pero no duró. En 1957 se casó con un agente de televisión, con el mismo resultado; pero seguía siendo guapísima y la prensa no la había olvidado. Un periodista la reconoció mientras trabajaba como secretaria en un estudio fotográfico y sacó la noticia. Entonces la invitaron al Ed Sullivan Show (uno de los programas más vistos en aquellos años) y de ahí al popularísimo programa de entrevistas This is Your Life.

En 'Ésta es su vida' (29 de enero de 1958) le recuerdan a Frances su artículo de juventud (17 años) 'Dios muere'. Se siente incómoda (minuto 7:22) cuando lo mencionan. Luego, cuando leen las primeras líneas del texto, parece desaprobar sus propias palabras (minuto 7:57) y finalmente se suma a la explicación que da su antigua profesora de que ella quería decir que 'Dios ayuda a quienes se ayudan a sí mismos'.

Volvió a rodar algunas películas, incluso tuvo su propio programa, Frances Farmer presents. Pero los cuidados humanos no pudieron hacer nada contra su "corazón roto"; es más, una multitud de buitres se encargó de acelerar la gangrena de esa llaga. Llegados a ese punto, ya estaba fuera de control y también fue despedida de la televisión.

La vuelta a Casa

Entonces, como el hijo pródigo, guardián de aquellos cerdos cuyas algarrobas le estaba prohibido comer, la ex diva Frances Farmer "recapacitó" y en 1959 pidió el bautismo católico en la iglesia de Santa Juana de Arco de Indianápolis.

Sabemos que aquel día hubo una gran fiesta en la Casa del Padre porque la centésima oveja había sido encontrada. Sin embargo, Frances Farmer encontró la paz del alma, pero no la física. Su cerebro, debido a los "tratamientos" (y al alcohol) ya estaba perdido. Intentó montar pequeñas actividades comerciales, que fracasaron una tras otra. Fue sorprendida dos veces más conduciendo con tasas de alcoholemia fuera de lo normal. Escribió su autobiografía, a la que más tarde se inspiró una de las películas que se le dedicaron. En 1968, a pesar de la revolución que recorría el país, decidió tomarse en serio su catolicismo. E inmediatamente -seguía siendo una fumadora empedernida- le diagnosticaron cáncer de garganta. Murió en 1970 en un hospital de Indianápolis.

Traducido por Verbum Caro.

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