Muere el actor Saza: «siempre fui creyente», «no me van las películas llenas de tacos»...
El actor José Sazatornil, Saza, ha fallecido en la madrugada de este jueves en Madrid, a los 89 años por causas naturales. El director y productor de cine Álex de la Iglesia destacó de él que "ha estado presente en las mejores películas que se han rodado en España y su trabajo era siempre magnífico".
El director y productor de cine Fernando Colomo ha comentado que era "uno de esos cómicos que parecía que nunca se iba a morir; un actor irrepetible, con su imagen del catalán un poco cabreado."
Nacido en Barcelona en 1925, empezó su labor artística de niño haciendo de angelito en las funciones teatrales de su parroquia. Estudió en una escuela de los Hermanos de la Doctrina Cristiana. Siempre quiso ser actor y sólo actor, y lo consiguió. Participó en 114 películas e infinidad de obras de teatro, y en 2014 recibió el Premio a toda una vida de la Unión de Actores. Colaboró con Berlanga en ´El verdugo´ (1963), ´La escopeta nacional´ (1978) o ´Todos a la cárcel´ (1993); con José Luis Cuerda en ´Amanece que no es poco´ (1989) y participó también en ´La Colmena´ (Mario Camus, 1982).
Escapaba siempre de las polémicas y de las políticas. "Jamás discuto ni critico nada", era su lema, que repitió varias veces, incluso cuando ya era anciano y se le habrían perdonado más cosas. Pero vivía con austeridad y equilibrio en el desequilibrado mundo del espectáculo, y llegó a criticar el vocabulario malsonante continuo en el cine, las exageraciones del cine de destape y la violencia en el espectáculo.
Amilibia le entrevistó en 2010 en La Razón:
-No sé si usted es creyente...
–Sí, soy creyente, siempre lo he sido. Pero, hablando de estas cosas, ahora recuerdo lo que alguien me dijo una vez: «Un actor no debe tener nacionalidad, ni religión, ni ideas políticas, ni dignidad, ni dinero, ni años». Eso como actor, ¿eh? Luego, en su fuero interno, cada uno es cada uno.
–No tiene vicios. Ni mujeres, ni tabaco, ni whisky. ¿Qué ha hecho para divertirse?
–Trabajar, trabajar y trabajar. A mí me ha divertido trabajar, porque me gusta ser actor, ¿sabe? Lo soy desde los 13 años.
–Y los 84, ¿es una buena edad para...?
–No tengo edad. Un actor no tiene años, ¿recuerda?
–Ya: no tiene años y es normal. ¿Sabe por qué es tan normal?
–Porque mi padre era muy normal y me educó bien.
Leopoldo Alas en El Mundo en 1998 le entrevistó también:
- Vistas desde el presente aquellas películas de los años 70, ¿qué le parece a usted la época del destape?
- En aquella época fue una novedad. Como todo lo que se haga, me parece bien. Pero lo del destape, pensándolo un poco, no tanto. No está bien descubrir a las señoras porque entonces lo único que se consigue es que pierdan interés. No digo yo que las señoras tengan que ir tapadas con un velo, pero bien vestidas, insinuantes mejor que desnudas... Bueno, ¡tela!
En El Correo Digital, en 2006 declaró: "Jamás discuto ni critico nada". Pero cuando el periodista le insistía un poco, admitía cosas que no le gustaban...
-Lo que no le va nada son los filmes violentos.
-Verdad, y tampoco los largometrajes en los que no paran de soltar tacos. No veo mal que se saque la pistola en una escena determinada, pero no por costumbre y por ganas de ser violento.
-¿Cuál es su baza para ser tan cercano al gran público.
-Ni idea. Uno es normal, educado, simpático. No porque seas un actor, te digan que estas bien en una película y conozcas el éxito tienes que ser un idiota. Política, jamás.
El director y productor de cine Fernando Colomo ha comentado que era "uno de esos cómicos que parecía que nunca se iba a morir; un actor irrepetible, con su imagen del catalán un poco cabreado."
Nacido en Barcelona en 1925, empezó su labor artística de niño haciendo de angelito en las funciones teatrales de su parroquia. Estudió en una escuela de los Hermanos de la Doctrina Cristiana. Siempre quiso ser actor y sólo actor, y lo consiguió. Participó en 114 películas e infinidad de obras de teatro, y en 2014 recibió el Premio a toda una vida de la Unión de Actores. Colaboró con Berlanga en ´El verdugo´ (1963), ´La escopeta nacional´ (1978) o ´Todos a la cárcel´ (1993); con José Luis Cuerda en ´Amanece que no es poco´ (1989) y participó también en ´La Colmena´ (Mario Camus, 1982).
Escapaba siempre de las polémicas y de las políticas. "Jamás discuto ni critico nada", era su lema, que repitió varias veces, incluso cuando ya era anciano y se le habrían perdonado más cosas. Pero vivía con austeridad y equilibrio en el desequilibrado mundo del espectáculo, y llegó a criticar el vocabulario malsonante continuo en el cine, las exageraciones del cine de destape y la violencia en el espectáculo.
Amilibia le entrevistó en 2010 en La Razón:
-No sé si usted es creyente...
–Sí, soy creyente, siempre lo he sido. Pero, hablando de estas cosas, ahora recuerdo lo que alguien me dijo una vez: «Un actor no debe tener nacionalidad, ni religión, ni ideas políticas, ni dignidad, ni dinero, ni años». Eso como actor, ¿eh? Luego, en su fuero interno, cada uno es cada uno.
–No tiene vicios. Ni mujeres, ni tabaco, ni whisky. ¿Qué ha hecho para divertirse?
–Trabajar, trabajar y trabajar. A mí me ha divertido trabajar, porque me gusta ser actor, ¿sabe? Lo soy desde los 13 años.
–Y los 84, ¿es una buena edad para...?
–No tengo edad. Un actor no tiene años, ¿recuerda?
–Ya: no tiene años y es normal. ¿Sabe por qué es tan normal?
–Porque mi padre era muy normal y me educó bien.
Leopoldo Alas en El Mundo en 1998 le entrevistó también:
- Vistas desde el presente aquellas películas de los años 70, ¿qué le parece a usted la época del destape?
- En aquella época fue una novedad. Como todo lo que se haga, me parece bien. Pero lo del destape, pensándolo un poco, no tanto. No está bien descubrir a las señoras porque entonces lo único que se consigue es que pierdan interés. No digo yo que las señoras tengan que ir tapadas con un velo, pero bien vestidas, insinuantes mejor que desnudas... Bueno, ¡tela!
En El Correo Digital, en 2006 declaró: "Jamás discuto ni critico nada". Pero cuando el periodista le insistía un poco, admitía cosas que no le gustaban...
-Lo que no le va nada son los filmes violentos.
-Verdad, y tampoco los largometrajes en los que no paran de soltar tacos. No veo mal que se saque la pistola en una escena determinada, pero no por costumbre y por ganas de ser violento.
-¿Cuál es su baza para ser tan cercano al gran público.
-Ni idea. Uno es normal, educado, simpático. No porque seas un actor, te digan que estas bien en una película y conozcas el éxito tienes que ser un idiota. Política, jamás.
Comentarios