Año de San José: ¿y si los clérigos proponen este nombre a las familias para los bebés de este año?

La estadísticas del INE lo recuerdan: José ha sido tradicionalmente el nombre masculino más popular en España (en competencia firme con Antonio). Sin embargo, su popularidad ha ido decreciendo con el tiempo.

Antes de la pandemia de coronavirus, según datos de 2019, había unos 595.000 españoles que se llamaban José, además de unos 300.000 llamados José Antonio y 290.000 José Luis. La pandemia ha golpeado a los más ancianos, y eso incluye a muchos con estos nombres.

La popularidad del nombre "José"

José fue el nombre más usado para los niños nacidos en los años 40, los años 30 y antes. Se lo ponían a entre 70 y 90 niños de cada mil.

En los años 50, quedó en un segundo puesto, superado por su tradicional competidor en onomástica, Antonio, que aún hoy es el nombre más común entre adultos. Entre los bebés nacidos en los años 60, José ya pasó a un tercer lugar, superado por Antonio y Manuel.

En los años 70 llegó el gran cambio: José quedó relegado al número 13, y ya sólo lo elegían 12 de cada mil varones. Permanecía, eso sí, en nombres compuestos. Los hijos y nietos de muchos Josés, Antonios y Manueles fueron bautizados como José Antonio y José Manuel, dos de los 10 nombres más comunes de la década.

En los años 80, José ya pasa al puesto 21, e incluso José Manuel y José Antonio están por debajo del 15. Los niños en esta época se llaman David, Javier, Daniel, Sergio o Antonio. En los años 90, José pasa al número 26 (sólo 7 de cada mil bebés varones). Entre los 20 más comunes, ninguno es un compuesto. Aún triunfan los Javier y Sergio, entran con fuerza los Adrián, permanecen los Carlos, Pablo, Álvaro, Antonio...

Desaparecen los nombres compuestos, llegan los Izan e Íker

Ya en el siglo XXI, José desciende al puesto 31, con 6 de cada mil bebés. Le ganan los Íker en el puesto 21, o ya en la segunda década, los Izan en el 18ª (8,5 de cada mil).

En la década actual, José baja al lugar 40º, con 5 de cada mil bebés varones, 16 veces menos frecuente que en los años 40.

En los años 90, aún se ponían bastantes nombres compuestos con "José": entre los 50 más comunes están Francisco José, José Luis, Juan José y los muy populares José Manuel y José Antonio. Sin embargo, y es un cambio radical y significativo, a partir de 2010, ningún compuesto (ni con "José" ni con otras combinaciones) entra en la lista de los 50 más populares.

Una procesión con San José en Barcelona: la imagen recalca su identidad como padre de Jesús, al que acompaña y protege, pero también lo escucha y aprende de Él

¿Proponer José en el año de San José?

Las familias de esta década no están muy dispuestas a poner nombres compuestos, pero entre las familias que aún bautizan a sus hijos quizá los sacerdotes pueden proponer el nombre de José pidiendo su protección paternal en este año especial dedicado a San José, el padre de Jesús.

José Maria Alsina, superior de la Hermandad de Hijos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón , propone: "¿por qué no recuperar esta costumbre? Podríamos invitar, como fruto de este Año de San José, a los sacerdotes, a los educadores y especialmente a los padres de familia a que recuperáramos esta santa costumbre de que se ponga el nombre de José (y a las chicas sus derivados) a los que reciban el Bautismo".

"Sin duda alguna, aquel al que invocamos como 'terror de los demonios', al ver señalados a nuevos hijos de la Iglesia con su santo nombre, hará descender sobre nuestras familias su protección poderosa", asegura.

Alsina recuerda que entre los santos canonizados en tiempos recientes "encontramos a San José Maria Escrivá de Balaguer, a San José Gabriel 'el cura brochero', a San José de Anchieta, misionero en Brasil o San José Sánchez del Río, el niño mártir mexicano".

Teresa y las carmelitas, difusoras del nombre José

Alsina recuerda también que fue Santa Teresa de Ávila en el s.XVI una gran difusora de la devoción a San José. “No hay nada que le haya pedido que no me lo haya concedido”, decía del santo. El primer monasterio de la reforma carmelita en Ávila lo puso bajo la protección de San José. De ahí, el Carmelo reformado extendería su devoción josefina no sólo a todos los rincones de España, sino también a Francia, a Bélgica y en poco tiempo al continente americano.

Las carmelitas descalzas animaron a muchos de sus parientes y amigos a poner en el bautismo como nombre a las niñas Josefa o María José. Después, se extendería también entre los varones.

¿Habrá un impacto del Año de San José en la estadística de nombres en España en 2021?

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