Peggy M. Delmas quiere hacer un libro con hasta 76 monjas científicas norteamericanas
La mujer que rastrea a las pioneras monjas científicas de EEUU... algo que casi nadie más hace
Peggy M. Delmas es una profesora de educación en la University of South Alabama con una pasión: estudiar a las religiosas que han sido pioneras en la ciencia en EEUU.
En septiembre publicó un primer artículo sobre 3 religiosas del país pioneras en ciencias y tecnología. Ahora pretende llegar a escribir un libro sobre el tema, que recoja las historias de 76 religiosas científicas de EEUU de nivel relevante, de las que 29 aún viven pero 47 ya han fallecido.
Delmas recuerda que ya en un libro de 1995 titulado "Women Scientists in America", Margaret W Rossiter localizó 21 “monjas notables en la ciencia" del periodo comprendido entre 1950 y 1970 en Estados Unidos, una época en que había ya mujeres científicas pero, a menudo, "camufladas" o "no a la vista".
Pero no es fácil investigar las cifras antiguas ni las modernas. Por ejemplo, Delmas dice en otro estudio que "no hay estadísticas sobre el número de religiosas católicas que son profesoras en universidades públicas. Si consultas a la Conferencia de Líderes de Religiosas o a la Congregación de Superioras de Religiosas -consultas en persona en 2016- así como a un archivo sobre mujeres y liderazgo, no te dan resultados sobre religiosas católicas que enseñaron o estén enseñando en universidades públicas".
Monica Asman, religiosa y científica, investigadora de genética en los años 60
Cuatro religiosas que resultan emblemáticas
Delmas -que se educó como baptista pero se hizo católica en 1998- llama la atención sobre 4 religiosas que le parecen emblemáticas:
- Sor Mary Kenneth Keller (1914- 1985), la primera mujer de EEUU que obtuvo un título en ciencia de computadores... fue en 1965; fue una de las creadoras del lenguaje BASIC de programación; como profesora universitaria, permitía a las estudiantes con hijos pequeños traerlos a sus clases.
- Sor Monica Asman (1920-2016), investigadora en genética, famosa a nivel mundial por su trabajo con mosquitos, que de 1968 a 1987 trabajó en la muy izquierdista y revolucionaria universidad de California en Berkeley; Delmas ha constatado que sufrió bromas y problemas, no por su condición de mujer en la ciencia, sino por su condición de religiosa, algo bastante frecuente, según señalan otros estudios que conoce.
- Sor Veronica Mary Maher (1931-2017), que trabajó en la Michigan State University de 1971 a 2009, centrándose en la investigación contra el cáncer; fue la cofundadora y codirectora del laboratorio de carcinogénesis de la universidad
- Sor Miriam Michael Stimson (1913-2002), experta en química orgánica, que trabajó sobre todo en el Siena Heights College (hoy Siena Heights University), de 1939 a 1968 y de 1978 a 1998 (50 años de investigación).
Sor Veronica y sor Miriam, una investigadora contra el cáncer y una experta en química orgánica
Mujeres discretas
"Por supuesto, las religiosas tienden a ser personas muy humildes que no suelen llamar la atención sobre sí mismas. Tienen una historia fascinante, esperando que alguien la dibuje", explica Delmas en una entrevista para Global Sisters Report.
Muchas son de edad avanzada, y se asombran cuando Delmas les localiza por teléfono o Zoom para entrevistarlas y preguntarles por su relación con la ciencia y la fe. "Conmigo todas han sido agradables, amables y cooperativas", dice. Una de ellas que tenía cita para ser entrevistada murió justo antes, lo que dio a la investigadora una sensación de urgencia -y tristeza- en su voluntad de contactar con las mayores.
Delmas señala que varias de estas religiosas fueron consideradas para recibir algún premio Nobel. Recibieron muy buena formación en ciencias, financiada por sus congregaciones, que consideraban muy valioso formarlas en ciencias. A su vez, cuando trabajaban en centros públicos, muchas de ellas entregaban su sueldo o la mayor parte de él a sus congregaciones y vivían con gran austeridad.
La investigación, como otra forma de culto
Justin McCormick, que trabajó 40 años como colega de investigación con Sor Veronica Mary Maher, declaró: "Para Veronica, el laboratorio era un espacio sagrado, una especie de capilla donde averiguar los misterios de cómo el mundo se estructura".
Los que conocieron a Sor Miriam Michael describen que para ella investigar "era su forma de adorar, a través de la cual expresarse como hermana dominica adriana en búsqueda de la verdad".
"Estas hermanas veían la ciencia como una forma de profundizar su relación con Dios. No veían una división entre su vida espiritual y su vida laboral", señala Delmas. También ella ha aprendido que fe y trabajo son aspectos "que se unen en la vida; ellas fueron un modelo en eso".