¿Por qué los católicos se van de la Iglesia?
¿Por qué los católicos se van de la Iglesia?
El gran deseo de todo católico debería ser este: vivir en la Iglesia que es la casa de Dios, perseverando hasta el fin de sus días. Lamentablemente hoy en día vemos que en la práctica, existen más católicos que dejan de practicar la fe por diferentes motivos.
Habitaré en la casa del Señor por años sin término. Salmo 23,6
Dentro de todos los problemas que hoy en día tiene la Iglesia, uno de los que más preocupa, es el “éxodo de los católicos” pero no un éxodo hacia la Tierra Prometida como hizo el pueblo judío guiado por Moisés sino hacia la perdición. Basta ver como países de Latinoamérica que antes eran de mayoría católica ahora ya no lo son: Guatemala, El Salvador, Brasil, Chile, etc. En Europa también, la mayoría de los países ya no son católicos sino más bien de mayoría protestante como el caso de Alemania, Finlandia, Noruega, etc. Sin embargo, otros también ya se consideran laicistas (ateos o agnósticos) debido al indiferentismo religioso.
Y ¿Qué decir de España? Un país de fuertes raíces católicas que a día de hoy tiene una gran minoría de católicos practicantes, muchos de nombre pero los que verdaderamente viven su fe son muy pocos ¿Por qué esta pasando todo esto?
Causas del por qué los católicos se van de la iglesia
1.- El avance proselitista de los “nuevos movimientos religiosos”
Porque es necesario que entre vosotros haya herejías, a fin de que se manifiesten entre vosotros los que son aprobados. 1Cor 11,19.
Ya en tiempos del apóstol San Pablo existían divisiones, grupos separados o “herejes” que intentaban confundir a los cristianos que pertenecían a las comunidades paulinas para que acabaran con ellos en sus grupos. San Pablo, enseña que es necesaria la existencia de herejías para que así los de probada virtud sean manifestados, esto es , aquellos que están firmes y bien formados en su fe, demuestren que no se alejaran de la Iglesia, mientras que los tibios y débiles, caerán en las herejías.
Hoy en día esta realidad sigue vigente en gran cantidad de nuevos movimientos religiosos que mediante un proselitismo fanático y muy fuerte acaban ganando adeptos, hablamos de grupos como los testigos de Jehová, mormones, adventistas,.... o incluso ciertos grupos pentecostales y evangélicos. Este es el gran problema de todos los países hispanoamericano, allí los católicos son invitados a estos grupos todos los días, muchos de ellos por no tener una formación adecuada caen en sus redes y acaban abandonando la Iglesia. Estos católicos se dejan confundir, pues estos nuevos grupos llaman a tu casa, te paran en el parque o en la calle y te invitan a cursos bíblicos, reuniones, te empiezan a preguntar: ¿por qué tienes imágenes? ¿sabes que María no fue Virgen?, también que uno solo debe creer en la Biblia y no en los sacerdotes, etc. Con todas estas preguntas pronto el católico acaba abandonando la fe, se hace protestante o del nuevo movimiento religioso (secta) que le ha invitado y convencido.
Visto el problema , ahora se debe poner el remedio: prevenir internamente, esto es dar formación bíblica-apologética a los laicos acompañada de información sobre los nuevos movimientos religiosos que existen y los que van apareciendo. También una formación moral y espiritual coherente para que eviten comparaciones con estas otras creencias que buscan siempre resaltar los fallos y errores humanos.
2. El indiferentismo religioso
Es el problema más específicamente europeo, mucha gente ya no siente necesidad de preocuparse por los asuntos espirituales de su fe o de Dios, les da lo mismo creer o no creer, la religión ya no les importa ni interesa. Es decir, son personas que ya no creen en el mandato de Jesús: buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6,33
Esta sociedad ya no busca a Dios, al contrario, busca otras cosas antes, muchas veces cosas materiales, placeres, que intentan poner como sustitutos de Dios y de la Verdad. Muchos afirman “la religión ya es algo del pasado, la ciencia ha demostrado no se puede creer en Dios ni ser religioso”, anteponiendo la ciencia a la Religión, como si ambas fueran opuestas. De esta manera mucha gente, sobre todo joven, de las últimas generaciones se han alejado de la Iglesia totalmente, cada vez son menos los que reciben los sacramentos y otros ya ni creen en Cristo.
Para abordar este problema, lo que se necesita es una nueva evangelización centrada en “dar respuestas a todo aquel que te lo pida” (1Pe 3,15). Enseñar sobre la ciencia y la fe, que ambas se complementan y no se oponen, que el hombre necesita buscar a Dios, un encuentro personal con ÉL, y que todo lo material y placeres de este mundo son vanalidades. Una evangelización preparada para dar respuesta a los indiferentes y también para enseñarles nuevamente las verdades de fe que o bien han olvidado o nunca han aprendido. Esta evangelización debe ir acompañada de una vida intensa de oración del evangelizador, para que Dios le ayude en esta ardua tarea. También para que con dicha vida se de ejemplo a los alejados, pues ya lo decía San Antonio de Padua:”En vano se esfuerza en propagar la doctrina cristiana quien la contradice con sus obras” (Sermón 1,226).
3. Las nuevas espiritualidades del siglo XXI
" Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente” Salmo 42,3
Aun cuando uno sea indiferente en algún momento de su vida su alma siente sed espiritual, sed “de Dios” el problema es que esta sed no la sacian con la verdad, con la Escritura, ni con la Misa, sino con otras espiritualidades que en este siglo XXI se han puesto de moda hoy como es la llamada Nueva Era o New Age. Así muchos buscan apagar esta sed acudiendo al yoga, al mindfulness, meditación transcendental o muchas otras formas de meditación oriental que hoy en día están de moda y han entrado fuertemente en Occidente.
Actualmente muchas personas prefieren una clase de yoga a una misa, prefiere irse a meditar con los budistas a meditar frente el Santísimo….y lo peor es que a veces algunos católicos "practicantes" buscan combinar los medios cristianos con estos nuevos métodos pues dicen no ver el peligro que esto trae para su alma y para su fe”. De esta forma, acabamos formando católicos nuevaerianos que en muchos casos son seguros candidatos a dejar por completo la iglesia para evitar cualquier tipo de compromiso con una institución.
El remedio: es difícil, pero se debe empezar limpiando la casa y luego evangelizando a los de afuera, esto es, concienciando a la Iglesia de que estas meditaciones son contrarias a la fe, dando cursos, charlas y formaciones sobre sus peligros, tanto en parroquias, como colegios, universidades, grupos; para que todos estén advertidos. Hacer llegar con rigor documentos magisteriales a todas las casas, centros y parroquias donde se estén practicando estas meditaciones para que dejen de hacerlo. Una vez logrado esto, se intentará evangelizar a los de fuera enseñando que el único que puede saciar nuestra fe es el Cristo del evangelio y a través de la Iglesia que Él mismo fundó (Mt 16,18).
4. Todo es lo mismo esto es relativismo
En efecto, « los elementos de esta Iglesia ya dada existen juntos y en plenitud en la Iglesia católica, y sin esta plenitud en las otras Comunidades ». Dominus Iesus 17
¿Qué quiere decir esto? Sencillamente que la verdad completa y plena esta en la Iglesia católica y que las demás comunidades cristianas tienen verdades pero no la plenitud. Cuando algo esta completo o pleno significa que tiene todo, que no le falta nada, es decir, a la Iglesia católica no le falta nada de verdad, no le falta nada de espiritualidad, no le falta ninguna doctrina, lo tiene todo. Esto es un llamamiento también a los católicos para que valoren lo que tienen y se sientan orgullosos de estar en la Iglesia que tiene la plenitud de la revelación. De ser esto así , ¿Qué necesidad hay de andar buscando elementos, verdades, en otros grupos religiosos? Esto es simplemente caer en relativismo pensar que todo es lo mismo, que es lo mismo escuchar predicar a un católico que escuchar a un protestante o a un mormon…. que es lo mismo leer la frase de un santo a las enseñanza de Buda u otro líder religioso. El problema es que se olvidan que esa verdad la pueden encontrar en la Iglesia y no “necesitan acudir a otras comunidades”. Lo mismo al asistir a conferencias de otros cultos ¿Qué necesidad hay de invitar a conferencistas no católicos cuando el tema es doctrinal, si tenemos tan buenos que si lo son y pueden edificarnos mejor? Es un problema de no valorar lo que tenemos y acabar cayendo en un relativismo.
Remedio: recordar el mandato paulino: Mas tened cuidado, no sea que esta vuestra libertad de alguna manera se convierta en piedra de tropiezo para el débil. 1Cor 8,9
Cada uno es libre de leer, escuchar lo que desee pero hay que tener en cuenta que puedes ser piedra de tropiezo par otro que es débil en la fe, que no estas dando ejemplo de fidelidad a tu Iglesia ni la estas valorando adecuadamente. Mentalizando al católico que no es necesario depender de otras creencias para evangelizar, avanzaremos en este camino y evitaremos que alguno se pierda por ser piedra de tropiezo…..
5. Una mala catequesis, una mala evangelización
¡ay de mí si no anunciare el evangelio!” 1. Corintios 9:16
Debemos hacer de este grito paulino, nuestro grito. Pero, ¿Qué evangelio anunciamos? Hoy en día en la Iglesia es muy frecuente ver que hay grupos que solo se dedican a una cosa, es más, la mayoría de las parroquias solo ven bien que se hable de algunos temas mientras que otros son considerados “tabus”. ¿Cómo evangelizar si no anunciamos el Evangelio en su totalidad? Apenas hoy se dan catequesis o charlas sobre temas morales o de perfeccionamiento espiritual, tampoco se permite tratar temas apologéticos por "respeto".
Esta recortada evangelización produce que también los fieles terminen por dejar la Iglesia ya que una vez realizados los sacramentos, ya no volverá por ella, pues nadie le dio respuestas a todas sus dudas e inquietudes.
Remedio: cambiar la manera de evangelizar y de dar catequesis. Todo es necesario, debemos abordar todos los temas tanto en grupos de formación de adultos, como en las catequesis, procurando responder las inquietudes y preguntas que tengan los jóvenes. Revisar los libros de catequesis usados y buscar aquellos resuman la fe cristiana en su plenitud y no solo los que toquen ciertos temas que gusten a todos…… Recordemos el lema de San Agustín:
Oigo al Apóstol que dice: Proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo. ¿A quiénes insistiré a tiempo, y a quiénes a destiempo? A tiempo, a los que quieren escuchar; a destiempo, a quienes no quieren. Soy tan inoportuno que me atrevo a decir: «Tú quieres extraviarte, quieres perderte, pero yo no quiero». Y, en definitiva, no lo quiere tampoco aquel a quien yo temo. Si yo lo quisiera, escucha lo que dice, escucha su increpación: No recogéis a las descarriadas, ni buscáis a las perdidas. ¿Voy a temerte más a ti que a él mismo? Todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo.
De manera que seguiré llamando a las que andan errantes y buscando a las perdidas. Lo haré, quieras o no quieras. Y, aunque en mi búsqueda me desgarren las zarzas del bosque, no dejaré de introducirme en todos los escondrijos, no dejaré de indagar en todas las matas; mientras el Señor a quien temo me dé fuerzas, andaré de un lado a otro sin cesar. Llamaré mil veces a la errante, buscaré a la que se halla a punto de perecer. Si no quieres que sufra, no te alejes, no te expongas a la perdición. No tiene importancia lo que yo sufra por tus extravíos y tus riesgos. Lo que temo es llegar a matar a la oveja sana, si te descuido a ti. Pues oye lo que se dice a continuación: Matáis las ovejas más gordas. Si echo en olvido a la que se extravía y se expone a la perdición, la que está sana sentirá también la tentación de extraviarse y de ponerse en peligro de perecer. San Agustín de Hipona, Sobre los pastores (Sermón 46, 14-15: CCL 41, 541-542)
Jesús Urones