La ideología de género (que en ReL vigilamos desde esta sección) es el nuevo rodillo anti-vida, anti-familia y anti-libertad que intentan imponer los poderosos, los medios de comunicación, los lobbies en películas y series, los partidos políticos con leyes de multas, castigando a maestros y médicos que osan cuestionarla.

Pero hay al menos 3 cosas que puede hacer cualquier ciudadano de a pie para torpedear esa imposición desde su vida cotidiana, explica Benigno Blanco, un veterano activista en defensa de la familia y el matrimonio, antiguo presidente del Foro Español de la Familia.

¿Cómo una persona normal y corriente puede influir sobre cómo se piensa en nuestra sociedad acerca de la sexualidad? Hay al menos 3 maneras "al alcance de todo el mundo, que todos podemos hacer", explica, entrevistado en La Contra TV.

1) Hablar

"Hablar con otro, que te quiere, al que escuchas, es más poderoso que salir en televisión; hablar a quien quieres hacer el bien, es influyente. Hablemos mucho y bien de la sexualidad. Al mal -y la ideología de género es un mal- se le vence anegándole en bien. El bien alternativo al género es el sexo. El sexo es una maravilla. Gracias a que somos sexuados, binarios, hombre y mujer, podemos dar vida. Hablemos de la maternidad, la paternidad, la lealtad..."

Benigno Blanco dice que especialmente hay obligación para los padres de hablar de sexualidad con los hijos desde niños. "Cuando un niño tiene un móvil tiene acceso a toda la pornografía del mundo; antes de tener móvil ha de estar bien formado respecto a la sexualidad, ha de saber sobre el bien y el mal respecto a la sexualidad".

Aprovechando "películas, dibujos, embarazos, divorcios, podemos comentar y educar", explica Benigno Blanco.

2) Exhibir nuestra felicidad

"Todos queremos ser felices y nos atrae la gente feliz. Si mis hijos y nietos ven que soy feliz en el matrimonio, mis hijos lo verán y creerán en el matrimonio", explica Blanco. A los jóvenes en la música o el cine se les dice que teniendo mucho sexo con mucha gente serán felices.

"Se pueden pasar fines de semana divertidos, así, pero no una personalidad con paz y amores leales que te dan sustento. Los chicos no lo sabrán si no lo ven. Los chicos ven matrimonios que se destruyen y creen que el matrimonio es imposible. Tenemos una obligación: si somos felices, que se note que somos felices. Si estamos contentos por nuestro cónyuge, nuestros hijos, que se note que esa nos llena el corazón".

3) Júntate con otros que piensan igual

"Si yo me pongo en la Puerta del Sol de Madrid y grito ¡viva el sexo!, nadie me hará caso y pensarán que estoy loco. Si lo hago rodeado de cien mil que piensan como yo, eso se llama manifestación e igual se entera toda España que mucha gente piensa que el sexo es una maravilla", explica Blanco.

"Asociándonos para perseguir el bien llegamos a mucha más gente. Animo a todos ejercer el derecho de reunión, de expresión, de manifestación, de asociación, para multiplicar la eficacia de nuestra voz, porque llegaremos a mucha más gente", añade.

Con todo, insiste, "lo más importante está donde llegamos cada uno, con nuestros amigos, nuestros hijos, porque en el roce existencial de la vida diaria es donde se forman las convicciones más profundas de la gente".

Por último, anima a leer y ver programas que formen sobre sexo y familia y los fallos de la ideología de género.

"Para hablar bien del sexo hay que formarse, no es tema fácil, porque es hablar de lo evidente y lo evidente no es fácil de explicar. Hay que formarse y leer, ver programas como estos de La Contra", propone.

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