La comisión deontológica del Colegio de Médicos de Madrid continúa su lucha contra la eutanasia, al considerar en su último informe la objeción de conciencia como “una obligación ética de omisión” frente al suicidio asistido.
La publicación del texto se produce en un contexto en el que el derecho a la objeción de conciencia es cada vez más cuestionado. Así lo han planteado recientemente Irene Montero o el Informe Matic aprobado en el Parlamento Europeo en relación al aborto, y ahora se extiende a la eutanasia al pretender la administración crear un registro de médicos objetores.
Tras la aprobación de la ley de eutanasia, la puesta en duda de la objeción de conciencia sobre la gran parte de los médicos en España supone a juicio del Colegio de Médicos “una contradicción”.
Precisamente, el pasado miércoles 21 de julio, el Parlamento de Cataluña aprobó un decreto para blindar la eutanasia que prevé la creación de un registro de profesionales sanitarios objetores de conciencia, así como una Comisión de Garantía y Evaluación.
La eutanasia, que pasa ser considerada “una prestación sanitaria más a realizar por el personal sanitario no se concilia siquiera con el tipo de acción que el Código Deontológico considera un acto médico”.
Una contradicción que responde al rechazo de “participar de los propósitos curativos, alivio sintomático o de promoción de la salud”, si bien “no debe sorprender teniendo en cuenta que los actos eutanánsicos han sido considerados delito por el código penal hasta hace unas semanas”.
“La objeción de conciencia no es desobediencia civil ni una forma de manifestar anticipadamente creencias o convicciones”, afirma el informe. Por el contrario, “sucede de forma sobrevenida, cuando el profesional afronta el contexto concreto de actuación que resulta en contraposición radical con su propia conciencia”
El Dr. Del Río, presidente de la Comisión asegura que “es ingenuo confiar a un registro único de objetores de conciencia la responsabilidad de garantizar que la prestación se pueda realizar en lugar de identificar a los profesionales capacitados que puedan responder a las peticiones que se puedan producir”.
Además, ha añadido que “la exclusión de los profesionales objetores de todo el proceso asistencial supone un debilitamiento de la capacidad de decidir y actuar de los pacientes que puede tener graves consecuencias, particularmente en aquellos más vulnerables o cuya capacidad de adaptación sea menor”.
La Asociación Médica Mundial se pronunció nítidamente en contra de la participación de los médicos en actos eutanásicos. Lo hizo el pasado octubre de 2019 en la 70ª Asamblea General de la AMM. De hecho, afirma que los considera contrarios a la razón de ser de la profesión médica y los principios que deben regular su comportamiento. Aunque los médicos no siempre puedan curar a los pacientes, siempre pueden cuidar de ellos y así deben hacerlo, determina.
Pincha aquí para conocer la Asociación Nacional para la Defensa al derecho a la objeción de conciencia (ANDOC).
Vídeo de la Asociación ANDOC (Objeción de Conciencia Sanitaria) animando a los sanitarios a organizarse para defender sus derechos éticos y de conciencia.