Felipe VI da el pésame por los sacerdotes fallecidos y agradece la gran labor que realiza la Iglesia
El Rey Felipe VI, jefe de Estado de España, ha querido transmitir sus condolencias de manera directa por los sacerdotes fallecidos durante esta pandemia de coronavirus. Lo ha hecho este miércoles a través de una llamada telefónica al cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española.
En la conversación telefónica, tal y como informa tanto la Conferencia Episcopal como la Casa Real, Felipe VI y el cardenal Omella hablaron de cómo la Iglesia Católica en España ha multiplicado sus esfuerzos en estos meses y ha estado “involucrada en primera línea sanitaria y asistencial”.
Agradecimiento al servicio que desarrolla la Iglesia
Por su parte, los obispos españoles han explicado en un comunicado que en el transcurso de la llamada con el cardenal Omella “Felipe VI le ha transmitido la condolencia por los sacerdotes fallecidos durante esta pandemia al tiempo que se ha interesado por la salud de los obispos y sacerdotes contagiados y por la situación eclesial durante esta difícil situación”, explican.
Además, el texto episcopal explica que el monarca “ha agradecido el servicio que la Iglesia presta a la sociedad española en el momento presente y que se hace visible en la memoria de actividades de la Iglesia”.
En estas semanas de confinamiento, y con las consecuencias socio-económicas que ha conllevado, miles de parroquias y muchas otras instituciones católicas se están volcando en ayudar a las personas más vulnerables.
Una Iglesia volcada en ayudar a los necesitados
Muchas parroquias han multiplicado su asistencia a los más necesitados, ofreciendo menús diarios y otro tipo de ayudas. Igualmente, en Cáritas han visto cómo en apenas estas semanas se han multiplicado por tres las peticiones de ayuda de familias a las que el coronavirus ha atacado duramente aunque no desde una dimensión médica.
Por otro lado, la Conferencia Episcopal Española presentó la pasada semana su Memoria de Actividades donde se demuestra que la Iglesia no sólo aparece en momentos de crisis como el actual sino que es una institución que está siempre al servicio del prójimo.
Para la Iglesia, si alguien tiene un lugar preferencial son los pobres, no importa la cultura, la religión ni la condición social de quien necesita ayuda. Han sido más de 4 millones de personas acompañadas en los más de 9.000 centros de la Iglesia, de ellos, la mitad, más de 2 millones, que han pasado por momentos difíciles, que se encuentran en riesgo de exclusión, han sido atendidos en sus necesidades más básicas en alguno de los 6.000 centros como son las Caritas parroquiales, comedores sociales o albergues", explicó la directora de la Oficina de Transparencia de la CEE, Ester Martín, durante la presentación de esta memoria.
Puede leer aquí la Memoria de Actividades de la Conferencia Episcopal Española