En autores como el padre Leonardo Castellani, Josef Pieper, Antoine de Saint-Exupéry, Giovanni Guareschi, Hilaire Belloc y en los grandes poetas del siglo XX “podremos divisar la riqueza que brota de la cultura cristiana”, afirma Luciano N. Gallardo, disertante del curso Como enanos en hombros de gigantes organizado por la Asociación Fe, Arte y Mito Argentina y certificado por el Centro Universitario María Madre Nuestra (Argentina).
Él se ha dedicado a la Lengua y la Literatura y es profesor universitario y secundario. Además, es especialista en Literatura e historiografía medieval castellana. Es el creador y director de la Academia Amor a las Letras.
Luciano N. Gallardo, en su despacho.
-¿Cómo surgió la idea del curso?
-La nobleza obliga y por tanto si a alguien le debemos este curso es al doctor Jorge Ferro, infatigable maestro y amigo, que siempre nos alentó a abrevar en las obras de estos autores y de tantos otros. Dicho esto podemos decir que el curso surge como una iniciativa de quienes integramos la Asociación Fe, Arte y Mito que viene organizando la tercera edición del Congreso Internacional sobre la obra de Tolkien, Lewis y Chesterton. Entonces se nos ocurrió comenzar a dar a conocer, en un ámbito distinto del Congreso, la vida y obra de otros autores que denominamos gigantes.
»De allí el nombre del curso, que se inspira en aquella frase atribuida a Bernardo de Chartres, autor del siglo XII, según la cual Nos esse quasi nanos, gigantium humeris incidentes, es decir “somos como enanos subidos a los hombros de gigantes”. La frase continua diciendo: “Podemos ver más, y más lejos que ellos, no por la agudeza de nuestra vista ni por la altura de nuestro cuerpo, sino porque somos levantados por su gran altura”. Quienes vivimos en el siglo XXI somos como esos enanos que pueden ver más porque justamente nos podemos elevar a las alturas de esos gigantes intelectuales con cuyas enseñanzas nos han legado un patrimonio cultural e intelectual que no nos podemos dar el lujo de despreciar.
-¿Qué notas o características comparten los “gigantes” seleccionados?
-Esos gigantes que hemos seleccionado para este curso comparten ciertas notas o características. Sin temor podemos afirmar que todos son auténticos maestros aunque en diversas disciplinas o campos del saber. Pero todos tienen en común la pertenencia y el amor al ámbito de las humanidades. Todos nos han dejado grandes aportes, obras inmortales que nos hablan de la verdad, el bien y la belleza. Estos gigantes pertenecieron a una especie de renacimiento intelectual iniciado a fines del siglo XIX y plasmado en el siglo XX y que ciertamente crecieron alimentándose de lo mejor de la tradición clásica y medieval.
Correo electrónico de contacto para la inscripción en el curso: mariaricoveri@gmail.com
-En la elección de los autores está representada la teología (Castellani), la filosofía (Pieper), la historia (Belloc) y la literatura (Saint-Exupery, Guareschi y grandes poetas del siglo XX). Pareciera un reflejo de la Universidad. ¿Hay algo de esta idea al momento de organizar el Curso?
-Creo que la naturaleza de estos autores inevitablemente nos conduce a aquellos saberes que brotaron de la Universidad, entendida ésta como aquella institución que ha brotado del corazón mismo de la Cristiandad en la que profesores y alumnos se reunían para buscar la verdad y darla a conocer. Cada autor resalta un aspecto de esa búsqueda, cada uno es una cumbre, un gigante, ya en las letras y la historia, ya en la filosofía, ya en la teología.
»Eso es lo que buscamos con este curso, generar un espacio en el que se promueva la búsqueda de la verdad, manifestada ésta en la vida y obra de los autores propuestos. Cada autor nos proporciona un bálsamo para sanar la intelectualidad herida del siglo en el que vivimos. El curso busca ofrecer, de manera integral -y eso es propio del espíritu universitario- un auténtico espacio de formación.
-En pocas palabras, ¿por qué eligieron a estos autores? Me imagino que quedaron afuera otros “gigantes”. ¿Habría una segunda parte?
-Elegimos a estos autores porque nos parecían un muy buen punto de partida. Teníamos una gran selección pero tuvimos que reducir a sólo algunos de ellos.
Nos quedaron afuera muchísimos, pienso en el gran San John Henry Newman, el historiador Christopher Dawson, el escritor Evelyn Waugh, el profesor John Senior, Gustavo Martínez Zuviría, Paul Claudel, Charles Péguy, León Bloy, Gustave Thibon. Si el curso cumple con las expectativas, y creemos que así será, es muy posible que podamos seguir con esta empresa de dar a conocer la vida y obra de estos grandes maestros del siglo XX.
»En sus hombros podremos divisar la riqueza que brota de la cultura cristiana, que siempre se ha constituido en un auténtico faro para el mundo, aún en los momentos más oscuros. Siempre hay esperanza. Dios quiera que podamos realizar una nueva serie de conferencias.