«No ha cambiado la letra, pero sí la música», consideran
«Time» declara a Francisco «hombre del año», como a Juan XXIII y Juan Pablo II, pero... ¿por qué?
La influyente revista norteamericana Time ha elegido al Papa Francisco como "Persona del Año". Elige una personalidad cada año desde 1927 (a veces dos o tres de ellas por alguna acción conjunta).
Es la tercera vez que un Papa es elegido: también lo fueron Juan XXIII en 1962 y Juan Pablo II en 1994, pero el primero llevaba 4 años de pontificado y el segundo llevaba 16 años de pontificado y había sido un protagonista de la caída de los regímenes comunistas europeos en 1989.
Es decir, los dos Papas "hombres del año" anteriormente en Time habían hecho cosas importantes. Francisco obtiene esta distinción cuando apenas lleva 9 meses de pontificado.
¿Pero qué ha hecho Francisco?
La "managing editor" de Time, Nancy Gibbs, detalla en un artículo por qué el semanario ha elegido a Francisco.
"Rara vez un nuevo actor en el escenario del mundo ha capturado tanta atención tan rápido, de jóvenes y viejos, de fieles y de cínicos, como el Papa Francisco. En sus 9 meses en el cargo, se ha colocado en el centro mismo de los debates centrales de nuestra época: sobre riqueza y pobreza, equidad y justicia, transparencia, modernidad, globalización, el papel de las mujeres, la naturaleza del matrimonio, las tentaciones de poder..."
Lo que sigue, se podría haber aplicado también a Benedicto XVI, porque "va con el cargo", pero para Nancy Gibbs es significativo: "En una época en que los límites del liderazgo se ponen a prueba en tantos lugares, llega un hombre sin ejército ni armas, sin un reino excepto un puñado de tierra en medio de Roma, pero com la inmensa riqueza y peso de la historia tras él para lanzar un reto. El mundo se hace más pequeño, las voces individuales se hacen más altas, la tecnología se hace viral, así que su púlpito es visible desde los confines de la tierra", explica (aunque el Papa que abrió una cuenta en Twitter y se hizo fotos con una tablet fue Benedicto XVI).
Luego Gibbs ya concreta en el personaje de Francisco: "Cuando besa la cara de un hombre desfigurado o lava los pies de una musulmana, la imagen resuena mucho más allá de los límites de la Iglesia Católica"
"En menos de un año ha logrado algo significativo: no ha cambiado las palabras, pero ha cambiado la música. El tono y el temperamento importan en una iglesia construida en la sustancia de los símbolos -pan y vino, cuerpo y sangre- así que es un error desdeñar cualquier gesto simbólico del Papa como algo carente de la fuerza de la ley", considera Gibbs.
La editora de Time considera además que el Papa tiene "sentido de la oportunidad". Por ejemplo, su exhortación apostólica -que Gibbs considera centrada en la denuncia de la "idolatría del dinero"- coincidió con la fiesta de Acción de Gracias en EEUU, "cuando los americanos celebran el día dedicado a la gratitud".
Los signos que llaman la atención
"Reza todo el tiempo, incluso esperando al dentista. Ha retirado el Mercedes papal en favor de un Ford Focus lleno de parches. Sin zapatos rojos, sin cruz dorada, sólo una de hierro en su cuello. Cuando rechaza la pompa y el privilegio, lanza información sobre las finanzas vaticanas por primera vez, regaña a un arzobispo alemán derrochador, llama por sorpresa a extraños en problemas, se ofrece para bautizar al bebé de una mujer divorciada cuyo amante casado quería que lo abortase... está haciendo algo más que ofrecer un modelo de clemencia y transparencia. Está aceptando la complejidad y reconociendo el riesgo de que una iglesia obsesionada con sus propios derechos y su justificación podría infligir más heridas que las que cura".
"Cuando se le pregunta por qué no parece interesado en agitar una guerra cultural, él se remite a un campo de batalla. Dice que la iglesia es como un hospital de campaña. Nuestro primer deber es atender a los heridos. No le preguntas a un hombre que se desangra acerca de su nivel de colesterol. Este foco en la compasión, junto con un aura de alegría no siempre asociada con los príncipes de la Iglesia han hecho de Francisco algo así como una estrella de rock", continua Gibbs.
Celebridad mediática... también criticada
Después habla de los 3 millones de jóvenes en Copacabana, de que "Francesco es el nombre de bebé varón más popular en Italia", de que hay ciertos datos anecdóticos que sugieren que hay un "efecto Francisco" de católicos alejados que vuelven "a la misa y la confesión"...
Por supuesto, también hay quien critica a Francisco, porque "cuando eres una celebridad mediática cada palabra que dices es diseccionada... y también las que no dices".
Por ejemplo, Gibbs señala que las víctimas de abusos sexuales consideran que Francisco habla poco del tema; los provida piensan que debería hablar más de la "santidad de la vida", otros señalan que en su exhortación apostólica la palabra "misericordia" aparece 32 veces, y aborto sólo una...
Gibbs señala que el Papa no es "un liberal" (un progresista se traduciría en Europa), pero que su foco sobre los pobres pone nerviosos "a aquellos que defienden el capitalismo como el programa más eficaz contra la pobreza en la historia".
"Cómo se le escucha en países donde ser gay es un crimen y educar a mujeres para papeles de liderazgo es una herejía puede tener el poder de transformar culturas en las que el catolicismo es una fuerza creciente, incluso potencialmente liberadora", añade.
Un líder que molesta... es de premiar
"En esta época es valioso escuchar a un líder que dice algo que moleste a alguien. Ahora tanto los liberales como los conservadores enfrentan una opción al escuchar una nueva voz de conciencia: ¿qué importa más, que este líder carismático dice cosas que deben decirse, o que también dice cosas que preferirían no oír? En muy poco tiempo, una audiencia enorme, global, ecuménica, ha mostrado un hambre por seguirle", continua.
Y, por último, el colofón: "Por sacar al papado del palacio y llevarlo a las calles, por comprometer a la mayor iglesia del mundo para enfrentar sus necesidades más profundas y por equilibrar juicio con clemencia, el Papa Francisco es la Persona del Año 2013"
Lombardi: "si da esperanza..."
El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, comentó la decisión de la revista a Europa Press con un condicional: es bueno difunde el Evangelio.
"El Papa no busca fama ni éxito porque es su deber anunciar el Evangelio del amor de Dios para todos. Si esto atrae a mujeres y hombres y les da esperanza, el Papa está contento. Si esta elección de ´Persona del año´ significa que muchos han escuchado, al menos implícitamente, este mensaje, él ciertamente lo celebra", ha asegurado, según informa Radio Vaticana.
Asimismo, ha indicado que es "un signo positivo" que "uno de los reconocimientos más prestigiosos en el ámbito de la prensa internacional sea atribuido a quien anuncia en el mundo los valores espirituales, religiosos y morales y habla eficazmente en favor de la paz y de una mayor justicia". En cualquier caso, Lombardi ha precisado que "no es sorprendente" que se haya otorgado al Papa este reconocimiento dada la "resonancia y la grandísima atención" que ha suscitado su elección y el inicio del nuevo Pontificado.
Otros "hombres del año": Hitler, Stalin...
Ser "Hombre del Año" no significa ser un hombre bueno ni hacer cosas buenas, pero sí significa que uno es grande o hace cosas grandes.
Hitler fue escogido en 1938... y eso no impidió que invadiera Polonia y empezara la peor guerra de la Historia al año siguiente. Stalin fue el escogido en 1939, el año que se repartía Polonia con Hitler. Stalin fue portada por segunda vez en 1942, en plena guerra mundial. Más adelante fue hombre del año Jomeini en 1979, e incluso Putin en 2007. Obama lo ha sido dos veces.
En este año 2013 ha habido otros personajes que se han colocado entre los cinco primeros lugares de la clasificación de la revista.
En segundo lugar de la clasificación fue elegido el exanalista de la CIA Edward Snowden, porque "ha cometido el robo más espectacular en la historia del espionaje".
En tercero figura la activista militante del homosexualismo político Edith Windsor, de 84 años, que logró una victoria en el Tribunal Supremo de EEUU para facilitar la redefinición del matrimonio en el país.
El cuarto puesto es para el presidente sirio, Bachar al Asad, y el quinto para el senador "ultraconservador" estadounidense Ted Cruz.