A partir de una cita de San Pablo en una de sus cartas (Filipenses 1, 23), Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal, compuso este canto, muy usado en sus celebraciones y también en los entierros, y en el que se invita a mirar al Cielo, a aspirar a la Vida Eterna. En este vídeo el canto es interpretado por Eugenio Fernández Herrera, sacerdote español de esta realidad eclesial en misión en la parroquia de Santa Bárbara de Bogotá.