Domingo, 22 de diciembre de 2024

Religión en Libertad

¿Se ahorcó el cura Juan Viroche por líos de faldas? ¿O fue un montaje de las mafias de la droga?

ReL

El sacerdote Juan Viroche, que ha muerto en Tucumán en extrañas circunstancias - ¿suicidio o asesinato?
El sacerdote Juan Viroche, que ha muerto en Tucumán en extrañas circunstancias - ¿suicidio o asesinato?
El sacerdote Juan Viroche, de 46 años, fue hallado ahorcado en el interior de su parroquia de Nuestra Señora del Valle de La Florida (Tucumán, Argentina), en la zona del coro. Los parroquianos encargados de la limpieza lo encontraron a las 8 de la mañana este miércoles.

Juan Viroche llevaba muchos años denunciando el mundo de la droga y la criminalidad en su región, y organizando a los jóvenes, sobre todo con grupos de Acción Católica, para evitar que cayeran en los entornos de droga y criminalidad.

Por eso, sus feligreses no creen que se suicidara y desde un primer momento han dado por supuesto que lo habrían matado personas ligadas al narcotráfico, molestos  por sus denuncias. 

La primera autopsia apunta a suicidio
Pero después los peritos de la Policía, supervisados por colaboradores del fiscal Diego López Ávila, analizaron el lugar y no encontraron signos de desorden o lucha en la parroquia ni en su cuerpo: parecía un suicidio. Por la tarde, la primera autopsia declaraba que no había signos de violencia en su cuerpo y que había muerto por asfixia. 

Pero, ¿un suicidio sin nota? ¿Sin un mensaje al mundo, o a los seres queridos, a los parroquianos, a la gente que él animaba a ser fuerte, a salir de las calles, salir de las drogas?

Él, que en Facebook y en las calles, megáfono en mano, siempre tenía mensajes que dar, mensajes incómodos para las mafias y para los sobornados por las mafias... ¿se suicidaba en silencio?

“Seguimos trabajando, lo único que puedo confirmar es que con los informes periciales podemos pensar que se trató de un suicidio. Ahora tenemos que seguir buscando pruebas para confirmar o descartar que lo hayan inducido a quitarse la vida”, declaró el fiscal López Ávila a La Gaceta de Tucumán.

Los parroquianos no creen en el suicidio
La teoría del suicidio no convence a los parroquianos. “El padre hacía muchas cosas por el tema de las drogas. Ayudaba a los chicos y denunciaba a los que la vendían. Cuando robaron en la Iglesia, muchos dijeron que era una especie de mensaje para él”, declaraba Néstor Veliz, un parroquiano.

“La Florida es un pueblo de nadie. Ahora nos quedamos sin nada. En tiempo de política teníamos a la Policía, ahora no. El padre no se suicidó, lo mataron. Esto es un crimen. Esto es un aviso”, lamentaba Ema Arroyo, una de las mujeres que comenzó a protestar en voz alta cuando un funcionario judicial planteó la teoría del suicidio. 


 Manifestación con oración y carteles de 'Justicia para el Padre Juan'

Otra investigación: ¿un lío de faldas?
Pero por la tarde, fuentes judiciales filtraron a los medios de comunicación datos de la investigación que apuntaban a otro contexto: un asunto amoroso con dos mujeres. 

Una joven, según estas fuentes judiciales, declaró en el tribunal ante el fiscal que ella había mantenido una relación amorosa con el sacerdote hasta marzo, aunque negando haber quedado embarazada. La joven declaró que supo que el sacerdote tenía un romance con otra mujer y aseguró que los familiares de esta última habían comenzado a denunciarlo en las redes sociales porque, supuestamente, el cura habría terminado con esa relación cuando se enteró que esperaba un hijo suyo. 

La Gaceta de Tucumán asegura que el fiscal López Ávila ha confirmado que la joven existe y ha declarado que se investiga la motivación sentimental. “No descartamos nada y profundizaremos esta pista. No puedo dar más detalles porque hay que preservar a la testigo”, recalcó el fiscal.

El arzobispado confía en la investigación
Cuando la mujer se retiró de Tribunales, en la oficina del fiscal se presentó el arzobispo Alfredo Zecca para conocer más sobre la investigación. “La pesquisa se desarrolla en forma impecable. Se ha comprobado pericialmente que se trató de un suicidio”, ha declarado Facundo Maggio, abogado del arzobispado de Tucumán. Sobre la supuesta motivación sentimental, añade: “el fiscal está para investigar delitos y no rumores y hasta el momento no se encuentra ninguna conexión del suicidio con un delito”.

Este jueves tiene lugar la misa de exequias oficiada por el arzobispo Alfredo Zecca. En caravana, los restos de Juan Viroche se trasladan al cementerio de Cevil Pozo, donde se sepultan. En la noche del miércoles ya le dieron un último adiós centenares de personas. 

El cura pidió un traslado y se aprobó
Pero hay más elementos en el caso. El abogado del arzobispado ha declarado a la prensa que "cinco días antes de su fallecimiento, el arzobispado había decidido aceptar el traslado que había solicitado el padre Juan. Si no se concretó antes, fue porque el pidió quedarse unos días más”.

Contra la teoría del suicidio está Nilda Virocha, de 72 años, la tía del difunto sacerdote. “No creo en la hipótesis del suicidio porque él amaba mucho la vida. No pudo haberse quitado la vida nunca”, aseguró la tía del padre Viroche. “Hay tantas versiones sobre lo que pasó. (...) Fue una excelente persona. Como era en la iglesia, fue con las personas. No llevó una doble vida. Siempre habló cosas buenas, nunca con maldad”, aclaró. Lo había visto por última vez el 25 de septiembre en su casa de Villa Lastenia.

Las mafias amenazaban a sus sobrinos
Ramón García, de la Acción Católica de la parroquia, comentó que hace dos semanas el sacerdote les convocó a una reunión especial. “Nos dijo que debía contarnos una mala noticia. Comentó que recibía amenazas y que le enviaban fotos de sus sobrinos. Recibía mensajes de texto en el que se registraban los horarios de los movimientos de la hermana”, puntualizó. 

“Nos decía (el padre Viroche): ‘esto no se trata de amenazas sólo hacia mí, sino también a mis seres queridos; esto me desborda y lamentablemente hay gente que está con el tema de la droga, pero también gente muy poderosa que la cuida; ahora me quiero ir de aquí porque mis seres queridos corren riesgo”, enfatizó. 

García recalcó que en ese momento vio preocupado y triste al padre Viroche y que le dio su último abrazo. “No se suicidó. No puede ser, porque fue un luchador de la vida y siempre nos recalcó que debíamos apostar por la vida y que tengamos esperanzas. Con esos mensajes, nuestra Acción Católica creció con la inclusión de chicos que habían salido de la droga, ayudados por él”, enfatizó.

Silvia Galván, una de las vecinas que ha participado en una marcha pidiendo que se esclarezca el caso, combinando la protesta y el rezo del Rosario, asegura: “Para nosotros, el padre no se suicidó, lo mataron. Y que quede en claro, había sido amenazado. No queremos seguir viviendo más con esta impunidad. Todos los días se ve cómo los chicos se drogan, y nadie hace nada”, añadió. 
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