Estrangulan al padre Cortez, que trabajaba con drogadictos, y queman su casa para ocultar pruebas
El padre Luis Jesús Cortez, de 73 años, párroco en Alta Gracia (Argentina) fue encontrado muerto en la noche del sábado. Según la autopsia, fue maniatado y asesinado por ahorcamiento.
El fiscal de instrucción de Alta Gracia, Emilio Drazile, informó que: “De acuerdo a las últimas informaciones de la morgue fue un ahorcamiento por estrangulación", manifestó el funcionario judicial a una emisora cordobesa.
Drazile explicó que, de acuerdo a los peritajes realizados por expertos de la División Homicidios de la policía de Córdoba, el o los atacantes “quemaron la casa para tapar el crimen. No se trató de un incendio total, pero todo hace más difícil la investigación".
De todas formas, la policía de Córdoba trabajaba esta tarde en la búsqueda de los autores del crimen, aunque por el momento no trascendió si hay sospechosos.
El fiscal aseguró hoy que “la principal hipótesis es que se trató de un homicidio criminis causa, es decir que lo mataron para encubrir otro delito. El o los culpables pueden recibir prisión perpetua”.
Las sospechas apuntan a que el párroco pudo haber sido víctima de un robo y que los delincuentes lo mataron para evitar que pudiera delatarlos, aunque no se descartan otras hipótesis, entre ellas que haya sido atacado por su trabajo social, especialmente vinculado a la asistencia de jóvenes adictos a las drogas.
Cortez, párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Merced, fue hallado muerto el sábado último en su vivienda de calle 3 de Febrero, de Alta Gracia.
El hallazgo del cadáver se produjo cuando varios feligreses fueron a buscarlo alarmados porque no había concurrido a oficiar la misa vespertina como hacía habitualmente.
Al llegar a la vivienda del ex párroco (había sido párroco en La Merced por más de veinte años), los vecinos advirtieron que salía humo, por lo que llamaron inmediatamente a los bomberos.
El jefe del Cuartel de Bomberos local, Gabriel Salcedo, dijo que al ingresar a la casa encontraron el cuerpo de Cortéz debajo de la mesa del living y aclaró que, si bien no había fuego en la casa, sí había humo, por lo que en primera instancia estimaron que la muerte podía deberse a la inhalación de monóxido de carbono durante un incendio en la casa.
Pero al mismo tiempo, añadieron las fuentes, con el correr de las horas se detectaron indicios que despertaron sospechas, como que el cuerpo estaba en el piso y con elementos alrededor que hacían suponer que estuvo atado.