Francisco comió en Guayaquil con los jesuitas y su amigo Paquito, un misionero español de 91 años
Después de celebrar la misa este lunes en el parque Los Samanes de Guayaquil, Ecuador, ante cientos de miles de personas, el papa Francisco comió en el Colegio Javier con la comunidad de los jesuitas, donde fue recibido por un amigo, el padre ´Paquito´, un sacerdote español de 91 años que el actual Pontífice conoció en la década de los ochenta en ese país andino.
El Pontífice llegó hasta la puerta del centro educativo pasadas las 14:27 horas locales y fue recibido en la puerta por un grupo de jóvenes vestidos con el uniforme del colegio, unos cinco de ellos se le acercaron y le ofrecieron diversos obsequios. Después se dirigió a una residencia aledaña donde lo esperaba el padre Francisco Cortés, más conocido como el padre ´Paquito´, el jesuita nacido en Málaga el 10 de julio de 1924 y que llegó a Ecuador en 1963 para trabajar en esa institución.
Cuando se encontraron ambos se abrazaron y se entretuvieron un momento, luego entraron a un comedor donde estaba preparado el almuerzo. Quien tuvo la responsabilidad de cocinar fue Ángela Guamán, de 47 años, que trabaja en la cocina del colegio desde hace 13 años. Según los medios de comunicación locales, durante la comida se sirvió “cebiche de camarón, seco de pollo y asado de bife”.
La comunidad del Colegio Javier la forman seis religiosos de la Compañía de Jesús, pero en el almuerzo participaron al menos una veintena de personas.
Al finalizar ese encuentro, el Papa realizó con cierta rapidez un recorrido de 13 kilómetros para llegar a la Base Aérea Simón Bolívar. Desde un papamóvil blanco, Francisco sonreía feliz y saludaba sin descanso, agradeciendo las muestras de cariño que incluían a cada paso por las calles de Guayaquil el lanzamiento de pétalos, ramos de flores y globos de colores.
Una vez llegado al aeropuerto, el Santo Padre descendió a las 16:38 horas del vehículo panorámico y se despidió de inmediato para encaminarse al Airbus A330 de Alitalia. Los guardias que acompañaban al Pontífice se encargaron de recoger los ramos de flores y otros presentes que le lanzaron en su trayecto de despedida de esa ciudad.
Una vez regresado a Quito, Francisco realizó sobre las 19:00 horas una visita de cortesía al presidente Rafael Correa en el palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, situado en el centro histórico de la ciudad, catalogado en 1978 como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. La reunión con el mandatario ecuatoriano se celebró en el Salón de Protocolo.
Al finalizar el encuentro privado, tuvo lugar el tradicional intercambio de regalos y la presentación de la familia del presidente y de otras autoridades, pero sin discursos ya que se pronunciaron ayer a la llegada del Papa. Rafael Correa se despidió del Santo Padre en el patio del Palacio Presidencial y el Pontífice recorrió a pie los 50 metros que le separaban de la Catedral de Quito.
El Pontífice llegó hasta la puerta del centro educativo pasadas las 14:27 horas locales y fue recibido en la puerta por un grupo de jóvenes vestidos con el uniforme del colegio, unos cinco de ellos se le acercaron y le ofrecieron diversos obsequios. Después se dirigió a una residencia aledaña donde lo esperaba el padre Francisco Cortés, más conocido como el padre ´Paquito´, el jesuita nacido en Málaga el 10 de julio de 1924 y que llegó a Ecuador en 1963 para trabajar en esa institución.
Cuando se encontraron ambos se abrazaron y se entretuvieron un momento, luego entraron a un comedor donde estaba preparado el almuerzo. Quien tuvo la responsabilidad de cocinar fue Ángela Guamán, de 47 años, que trabaja en la cocina del colegio desde hace 13 años. Según los medios de comunicación locales, durante la comida se sirvió “cebiche de camarón, seco de pollo y asado de bife”.
La comunidad del Colegio Javier la forman seis religiosos de la Compañía de Jesús, pero en el almuerzo participaron al menos una veintena de personas.
Al finalizar ese encuentro, el Papa realizó con cierta rapidez un recorrido de 13 kilómetros para llegar a la Base Aérea Simón Bolívar. Desde un papamóvil blanco, Francisco sonreía feliz y saludaba sin descanso, agradeciendo las muestras de cariño que incluían a cada paso por las calles de Guayaquil el lanzamiento de pétalos, ramos de flores y globos de colores.
Una vez llegado al aeropuerto, el Santo Padre descendió a las 16:38 horas del vehículo panorámico y se despidió de inmediato para encaminarse al Airbus A330 de Alitalia. Los guardias que acompañaban al Pontífice se encargaron de recoger los ramos de flores y otros presentes que le lanzaron en su trayecto de despedida de esa ciudad.
Una vez regresado a Quito, Francisco realizó sobre las 19:00 horas una visita de cortesía al presidente Rafael Correa en el palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, situado en el centro histórico de la ciudad, catalogado en 1978 como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. La reunión con el mandatario ecuatoriano se celebró en el Salón de Protocolo.
Al finalizar el encuentro privado, tuvo lugar el tradicional intercambio de regalos y la presentación de la familia del presidente y de otras autoridades, pero sin discursos ya que se pronunciaron ayer a la llegada del Papa. Rafael Correa se despidió del Santo Padre en el patio del Palacio Presidencial y el Pontífice recorrió a pie los 50 metros que le separaban de la Catedral de Quito.
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