Sucedió durante una entrevista en la que desvela la impactante intrahistoria de la producción
Tras el éxito de «Sound of Freedom», Verástegui es bendecido como posible candidato a presidente
"Lágrimas de dolor, pero también de esperanza", persiguen al actor y productor Eduardo Verástegui desde que se embarcó en un arriesgado proyecto cinematográfico que hoy tambalea "los rincones más oscuros" de gobiernos de todo el mundo. Sonido de libertad (Sound of freedom) se estrenó el simbólico 4 de julio, día de la independencia de los Estados Unidos, con el objetivo de concienciar sobre el infierno que sufren hoy los niños víctimas de la red de trata y explotación sexual.
En una de sus últimas entrevistas concedidas al sacerdote Oswaldo Agudelo en Manual para enamorarse, Verástegui ha desvelado los detalles de la impactante intrahistoria de una película que, aunque pueda no parecerlo, tiene poco de ficción y todo de hechos reales. Antes de su estreno, la cinta salvó la vida de 200 menores explotados en una improvisada campaña de ex agentes especiales en Colombia. Una semana después, ha recaudado 40 millones de dólares y ha llegado a superar a la superproducción Indiana Jones y el dial del destino. Por el momento, IMDb le otorga un 8,6 de nota media, con un 73,4% de puntuaciones de 10 sobre 10
Los grandes medios achacan su éxito a "las redes sociales", el movimiento QAnon y la "extrema derecha" y reducen el guión a mera "trama conspiranoica". Para Verástegui, la explicación es otra. Dios, asegura, "está detrás, al frente de todo".
De sus propias palabras se desprende que estaba "tan detrás" como en la misma elección del actor que interpretaría a Tim Ballard, un exagente del gobierno que lo dejó todo para salvar vidas de menores explotados por redes de trata.
Decenas de tipos duros y héroes tras las cámaras
Todo comenzó cuando Verástegui contactó en una atmósfera de clandestinidad con Ballard y sus socios, que recorren "los rincones más oscuros del planeta" simulando ser pedófilos en búsqueda de niños a rescatar.
Querían llevar su trabajo heroico a la gran pantalla, pero "no confiaban en Holywood" para hacerlo… "por las razones que sean". Tras investigar a Verástegui, su último proyecto Little boy y preguntarle qué estaba dispuesto a hacer para enfrentar la explotación de menores, la decisión del equipo de Ballard fue ecuánime: "Tenemos a nuestro hombre".
Ahora la pelota estaba en el tejado del mexicano. Convencido de que "todos fuimos creados para una misión" y de que ahora dependía de él "ser fiel" a ella y cumplirla, el actor rezó a Dios: "Tú me mandaste esto. ¿Qué tengo que hacer?". Comenzaron a llegar señales, libros, reportajes, consejos de amigos, oración y ayuno… y finalmente, completó el discernimiento: "Aquí estaba Dios".
Tras dar el sí, llegó la elección de quién interpretaría a Ballard. Al recibir la negativa de decenas de actores, Verástegui le preguntó a Tim quién quería que le interpretase. Su respuesta le dejó atónito: "Jesucristo".
Cientos de niños salvados antes de su estreno: "Así actúa Dios"
Se refería a Jim Caviezel, que interpretó a Jesús en La Pasión. Lejos de oponer resistencia, aceptó nada más leer el guión. Solo había una pega: su esposa, preocupada por la inseguridad de Colombia, donde se rodaría, le hizo exigir protección.
"¿Treinta exnavy seals (cuerpo de operaciones especiales estadounidenses) le parecen suficientes para cuidarla?", ofreció Ballard. Problema resuelto.
Lo siguiente que describe Verástegui no solo podría ser "una película dentro de una película", sino también "una muestra de cómo trabaja Dios".
Caminando por las calles de Cartagena, los ex Seals aparentaban ser turistas cuando se acercaron contrabandistas ofreciéndoles "jovencitas". De inmediato, el equipo de Ballard activó la operación de rescate y mes y medio después, los diarios colombianos amanecieron con los titulares anunciando el rescate de 200 niños como parte de la operación Underground Railroad -lee aquí el desarrollo de los rescates-.
Quedaban años para el estreno de Sound of Freedom y su éxito ya era patente. "¿Te das cuenta de cómo trabaja Dios?", se pregunta Verástegui. "Si la esposa de Jim hubiese dicho que sí desde el principio, los agentes no habrían ido ni rescatado a 200 niños. La mano de Dios está aquí", reiteró.
Más que una película, "un movimiento, un ejército de Dios"
Según cálculos del productor, el negocio del tráfico de niños y la explotación de menores factura más de 150 billones de dólares al año. Una "poderosa industria" asentada "en todos los sectores, gobiernos, entretenimiento, educación, familias y allí donde hay un ser humano".
Verástegui da por sentados los "ataques" y represalias a quien ose enfrentar a esta industria y que de hecho ya están recibiendo. Preguntado por el peligro que supone, su respuesta es tajante: "Más peligroso sería el no hacerlo".
"El mal triunfa cuando la gente buena se queda callada y cuando se callan, los buenos ya no son buenos, sino parte del problema", explica. Por eso, Sound of freedom pretende ser "más que una película".
"Es un movimiento. Es la gente. Somos muchos y no nos puede parar nadie. Dios está al frente de todo, los niños de Dios no están en venta y voy a dar mi vida por esto. Veo un ejército de Dios que se está montando", afirma enérgico.
Tim Ballard, interpretado por Jim Caviezel, asume un arriesgado papel al buscar a niños víctimas de la trata y la explotación en los rincones más oscuros del mundo.
Corazones cambiados
La realidad es que la trata, el tráfico de menores o incluso la violencia sexual "doméstica" es un hecho que afecta a millones de personas en el mundo. El mismo Verástegui conoce casos de familias en Miami que lloran la desaparición de sus hijos desde hace años, a los que "nunca volverán a ver".
Por eso, su objetivo es que la "verdadera película" empiece en cada espectador cuando acabe Sonido de Libertad y que profesores, abogados, gobernantes, médicos, sacerdotes, se hagan una pregunta: "¿Qué voy a hacer yo contra la trata?".
No hace una semana que se ha estrenado la película y ya ha cambiado corazones de víctimas de los abusos y la explotación. En la entrevista detalla uno de los momentos que más le impactó al respecto, después de impartir una conferencia ante 3.000 chicas de entre 15 y 18 años, con no pocas de ellas "con heridas sin sanar" por el abuso. También habla de un espectador de Sound of Freedom, cuyos planes de ser actor se truncaron cuando, en Holywood, fue víctima del abuso entre bambalinas por publicistas de la industria con tan solo 7 años. "Me casé, tuve hijos, fui a ver tu película y fue como si me cambiasen el corazón por otro nuevo", le dijo el hombre a Verástegui.
Verástegui, bendecido en una eventual carrera presidencial
La entrevista al productor de Sound of Freedom no podía concluir sin abordar los rumores sobre su posible candidatura a la presidencia de México. "¿No te gustaría unir al pueblo de Dios sin representación política en tu país?", le preguntó el sacerdote.
"Sería el proyecto más grande de mi vida y como todos, [requiere de] oración, discernimiento y ayuno. Estoy en eso. Amo a mi país, tiene un potencial tremendo y una gran mayoría de su gente es pobre y sin poder. Estoy poniéndolo en las manos de Dios para que sea su voluntad y no lo que yo quiero", respondió.
Lo que no esperaba era que su entrevistador jugaría "a ser profeta" y se aventurase a bendecirle como "verdadero obrero de la divina voluntad": "Señor, tú has elegido a Eduardo para que sea esa campana en el desierto, para que como actor y productor de cine dé ejemplo. Si el día de mañana Tú lo quieres para que guíe a un país con tu moral, con tu ética y con tu fe, Tú tienes aquí a un verdadero obrero de la divina voluntad. Te bendigo en el nombre del padre, del hijo y del Espíritu Santo".
En esta ocasión, elSonido de la Libertad volvió a consistir en lágrimas y silencio por parte de Verástegui, que emocionado, solo pudo responder con un "que sea la voluntad de Dios".