«Abuso y depredación»: así define «Boston Globe» el filme sobre la relación homosexual adulto-menor
En la gala de los Oscar, la película Call me by your name (Llámame por tu nombre) optará a cuatro estatuillas: a mejor película, mejor actor, mejor guión adaptado y mejor canción original.
Hasta ahí todo normal hasta que se analiza la trama del filme, centrada en el amor homosexual entre un adulto y un menor de edad. Lejos de recibir críticas en un Hollywood que ahora clama por los abusos sexuales y la pederastia, ha cosechado en general grandes halagos, dejando de lado la brecha de edad entre los protagonistas.
Seguramente no hubiese sido igual tratada si los protagonistas hubieran sido un hombre adulto y una chica adolescente.
Críticas desde Boston Globe
Sin embargo, no todo han sido buenas críticas ni a la película ni a sus nominaciones por parte de la Academia. Y proviene del Boston Globe, diario que destapó los casos de los abusos sexuales de algunos clérigos en esta ciudad en los que se basó luego la película Spotlight, y referente en la lucha informativa contra la pederastia.
En una columna publicada en el diario, Cheyenne Montgomery afirma lo que muchos no se han atrevido y define esta película como “deshonesta y peligrosa”.
En la columna, Cheyenne confiesa que ella fue abusada siendo adolescente
Sin miedo a las consecuencias de vulnerar lo políticamente correcto escribe que la película “es una clase magistralmente dirigida, bellamente fotografiada y maravillosamente representada sobre depredación sexual y abuso”.
"Relación explotadora"
Afirma que muchos críticos sí han tocado el problema de la edad, un hombre y un menor, pero critica que la mayor parte de ellos minimiza esta cuestión y elogia la película, que no es otra cosa que la historia entre el chico y el adulto, diciendo que es “una maravilla romántica” o “un triunfo erótico”.
Sin embargo, la columna publicada en Boston Globe va más allá del problema de la edad pues promociona “la relación explotadora entre un hombre adulto y un adolescente. Estas relaciones manipuladoras causan un daño duradero, como sé por mi propia experiencia”.
Montgomery relató entonces un hecho que pasó en su adolescencia cuando fue sexualmente manipulada y abusada por un adulto que al principio se hizo pasar por su protector.
Su nombre es "abuso"
“En la vida real y en la película, estos no deberían ser considerados como romances sexys, encuentros deliciosamente dolorosos de los cuales ambos ganan por haberse conocido uno al otro. Cuando un adulto prepara a un adolescente y lo involucra en una relación sexual, no es romántico ni consensuado. Me dejó destrozada. Durante años viví con intensa vergüenza, creyendo que era una mala persona".
Por ello, concluyó de manera contundente su columna: “Así que no, Call me by your name, no es una obra de arte radical y brillante. Tenemos que llamarlo por su nombre. Ese nombre es abuso”.
Hasta ahí todo normal hasta que se analiza la trama del filme, centrada en el amor homosexual entre un adulto y un menor de edad. Lejos de recibir críticas en un Hollywood que ahora clama por los abusos sexuales y la pederastia, ha cosechado en general grandes halagos, dejando de lado la brecha de edad entre los protagonistas.
Seguramente no hubiese sido igual tratada si los protagonistas hubieran sido un hombre adulto y una chica adolescente.
Críticas desde Boston Globe
Sin embargo, no todo han sido buenas críticas ni a la película ni a sus nominaciones por parte de la Academia. Y proviene del Boston Globe, diario que destapó los casos de los abusos sexuales de algunos clérigos en esta ciudad en los que se basó luego la película Spotlight, y referente en la lucha informativa contra la pederastia.
En una columna publicada en el diario, Cheyenne Montgomery afirma lo que muchos no se han atrevido y define esta película como “deshonesta y peligrosa”.
En la columna, Cheyenne confiesa que ella fue abusada siendo adolescente
Sin miedo a las consecuencias de vulnerar lo políticamente correcto escribe que la película “es una clase magistralmente dirigida, bellamente fotografiada y maravillosamente representada sobre depredación sexual y abuso”.
"Relación explotadora"
Afirma que muchos críticos sí han tocado el problema de la edad, un hombre y un menor, pero critica que la mayor parte de ellos minimiza esta cuestión y elogia la película, que no es otra cosa que la historia entre el chico y el adulto, diciendo que es “una maravilla romántica” o “un triunfo erótico”.
Sin embargo, la columna publicada en Boston Globe va más allá del problema de la edad pues promociona “la relación explotadora entre un hombre adulto y un adolescente. Estas relaciones manipuladoras causan un daño duradero, como sé por mi propia experiencia”.
Montgomery relató entonces un hecho que pasó en su adolescencia cuando fue sexualmente manipulada y abusada por un adulto que al principio se hizo pasar por su protector.
Su nombre es "abuso"
“En la vida real y en la película, estos no deberían ser considerados como romances sexys, encuentros deliciosamente dolorosos de los cuales ambos ganan por haberse conocido uno al otro. Cuando un adulto prepara a un adolescente y lo involucra en una relación sexual, no es romántico ni consensuado. Me dejó destrozada. Durante años viví con intensa vergüenza, creyendo que era una mala persona".
Por ello, concluyó de manera contundente su columna: “Así que no, Call me by your name, no es una obra de arte radical y brillante. Tenemos que llamarlo por su nombre. Ese nombre es abuso”.
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