Gorriarán, exUPyD, avisa: la ideología de género, autoritaria, maniquea, toma el poder sin oposición
Carlos Martínez Gorriarán, profesor universitario, "ateo convencido y laico militante", activo muchos años en Basta Ya contra el totalitarismo etarra, trostkista radical en su juventud y diputado de UPyD en el Congreso durante cuatro años (fue el número 2 de este partido), ha escrito un artículo denunciando la deriva "autoritaria y maniquea" de la ideología de género.
"La de género, con su “teoría queer”, es otra ideología autoritaria maniquea; como todas ellas, pretexta fines altruistas y medios intachables, pero persigue el poder político a cualquier precio. Tampoco es casual que un movimiento surgido de la lucha por la libertad sexual haya dado el giro de 180º de convertir esa libertad en algo sospechoso y criminógeno, un arma del “poder heteropatriarcal”", escribe en un detallado artículo en ElAsterisco.es.
"La inquietante percepción de que creencias semejantes, puritanas y despóticas, están avanzando sin apenas oposición, a la sombra del auge de las denuncias de abusos sexuales como la del movimiento #Me Too, ha producido reacciones como la del manifiesto de profesionales francesas –signo de los tiempos, la más popular es la actriz Catherine Deneuve- defendiendo el derecho a ligar, a seducir y a elegir (si es posible) parejas sexuales, para decirlo en lenguaje llano", añade.
Ideas que quieren ser incontestadas e incontestables
"Como querían los teóricos del populismo postmarxista y el género, sus ideas llevan camino de convertirse en “hegemónicas”, es decir, incontestadas y casi incontestables, un nuevo “pensamiento único” obligatorio", previene.
Esto se da, sobre todo, en las universidades, bajo la vara de hierro de muchas profesoras militantes e insistentes.
"Hace poco, un estudiante de antropología –un hombre joven de treinta y pocos años que trabaja y estudia a la vez, con experiencia de la vida- me manifestó en privado su indignación con la forma en que muchas profesoras de su carrera tratan en clase a los varones: “pretenden que te avergüences constantemente de ser hombre”. Y añadamos que lo consiguen en muchos casos. Cualquier opinión discordante con la doctrina impartida procedente de un varón es rechazada como un “ataque de género” contra las mujeres; los hombres sólo pueden ser aliados sumisos o enemigos a batir. Naturalmente, las mujeres disconformes también son rechazadas como enemigas del género, por mucho currículo feminista que puedan presentar, como ha sufrido recientemente la escritora Margaret Atwood".
¿Qué es abuso? Definición cada vez más borrosa...
Avisa además de que "la definición del abuso avanza de modo que sus límites son cada vez más borrosos y engullen más y más acciones y situaciones. Una campaña actual de la Junta de Andalucía contra el piropo a las mujeres como acoso y agresión sexual –que, ¡ay!, no gustará nada a los animalistas, otro lobby antinaturalista en auge- incluye la mirada entre los actos a denunciar y perseguir".
Comparar con un puritanismo fanático
Gorriarán hace una comparación con cierto puritanismo bíblico: "Ya lo dice alguna admonición desafortunada del corpus bíblico: si tus ojos te escandalizan, ¡arráncatelos! Parece que los únicos seres felices en este mundo asexuado y antisexual serían los eremitas del cristianismo primitivo, aquellos sujetos capaces de, por convicciones religiosas y apoyándose en las opiniones de Orígenes, castrarse voluntariamente para no ser atormentados ni por el riesgo de rendirse a la imaginación libidinosa".
[Gorriarán no tiene en cuenta aquí que en 2.000 años de cristianismo ningún cristiano se ha arrancado los ojos para no pecar, ni siquiera parece haber historias fantasiosas sobre santos que hicieran tal cosa. Y todo el mundo, en todas las culturas y épocas, ha entendido que esa impactante, inolvidable, frase de Jesús no propone la automutilación físico-sensorial, sino que más bien obliga a pensar. En cuanto al filósofo cristiano Orígenes (185-254 d.C.), que siendo joven se autocastró, es un ejemplo que siempre se pone porque, precisamente, no se conocen más casos. Por si acaso, el Concilio de Nicea, en el año 325, prohibió la autocastración. Gorriarán es licenciado en Historia en la Universidad de Deusto y profesor de Estética y Teoría de las Artes, pero probablemente no ha estudiado mucho la historia del cristianismo antiguo.].
"Si niegas que hay brujos es que eres brujo"
Gorriarán cree que se está entrando en la lógica perversa de las cazas de brujas con su histerismo y condenas generalizadas ante meras denuncias. "Los medios de comunicación colaboran con entusiasmo al solicitado espectáculo de la caza de brujas, sobre todo si afecta a famosos. Por ejemplo, contra Woody Allen, cuya carrera y obra en su conjunto es la que está siendo condenada, no sólo sus denunciados -e investigados- abusos sexuales, que muchos dan por demostrados con la mera denuncia".
"La caza de brujas también condena la existencia misma del acusado y todas sus obras, no sólo sus acciones reprobables. Por otra parte, considera complicidad con la brujería la negación misma de que existan brujas y brujos, aquelarres, pactos diabólicos y demás parafernalia. No hace falta mucha imaginación para ver los paralelismos de esos supuestos con esa nueva “moral sexual” inspirada por la peor ideología de género donde todo hombre es, por el hecho de serlo, un posible violador, alguien obligado a probar su inocencia si es denunciado. Y, por supuesto, criticar cualquier manifestación o aspecto de la ideología de género es la prueba más irrefutable de que la ideología tiene razón al denunciar a sus enemigos", añade.
Comenta, además, que "lo más grave es que algunas de estas premisas ya se han incorporado al ordenamiento jurídico".
"¡Qué lejos está el panorama del horizonte de libertad que anunciaba la revolución sexual del siglo pasado!", concluye.
Puede leerse el artículo completo aquí en El Asterisco.
Más sobre estos temas en nuestra sección Ideología de Género
Descarga aquí el Ebook gratuito "Cómo responder a la ideología de género: hablan los expertos"
"La de género, con su “teoría queer”, es otra ideología autoritaria maniquea; como todas ellas, pretexta fines altruistas y medios intachables, pero persigue el poder político a cualquier precio. Tampoco es casual que un movimiento surgido de la lucha por la libertad sexual haya dado el giro de 180º de convertir esa libertad en algo sospechoso y criminógeno, un arma del “poder heteropatriarcal”", escribe en un detallado artículo en ElAsterisco.es.
"La inquietante percepción de que creencias semejantes, puritanas y despóticas, están avanzando sin apenas oposición, a la sombra del auge de las denuncias de abusos sexuales como la del movimiento #Me Too, ha producido reacciones como la del manifiesto de profesionales francesas –signo de los tiempos, la más popular es la actriz Catherine Deneuve- defendiendo el derecho a ligar, a seducir y a elegir (si es posible) parejas sexuales, para decirlo en lenguaje llano", añade.
Ideas que quieren ser incontestadas e incontestables
"Como querían los teóricos del populismo postmarxista y el género, sus ideas llevan camino de convertirse en “hegemónicas”, es decir, incontestadas y casi incontestables, un nuevo “pensamiento único” obligatorio", previene.
Esto se da, sobre todo, en las universidades, bajo la vara de hierro de muchas profesoras militantes e insistentes.
"Hace poco, un estudiante de antropología –un hombre joven de treinta y pocos años que trabaja y estudia a la vez, con experiencia de la vida- me manifestó en privado su indignación con la forma en que muchas profesoras de su carrera tratan en clase a los varones: “pretenden que te avergüences constantemente de ser hombre”. Y añadamos que lo consiguen en muchos casos. Cualquier opinión discordante con la doctrina impartida procedente de un varón es rechazada como un “ataque de género” contra las mujeres; los hombres sólo pueden ser aliados sumisos o enemigos a batir. Naturalmente, las mujeres disconformes también son rechazadas como enemigas del género, por mucho currículo feminista que puedan presentar, como ha sufrido recientemente la escritora Margaret Atwood".
¿Qué es abuso? Definición cada vez más borrosa...
Avisa además de que "la definición del abuso avanza de modo que sus límites son cada vez más borrosos y engullen más y más acciones y situaciones. Una campaña actual de la Junta de Andalucía contra el piropo a las mujeres como acoso y agresión sexual –que, ¡ay!, no gustará nada a los animalistas, otro lobby antinaturalista en auge- incluye la mirada entre los actos a denunciar y perseguir".
Comparar con un puritanismo fanático
Gorriarán hace una comparación con cierto puritanismo bíblico: "Ya lo dice alguna admonición desafortunada del corpus bíblico: si tus ojos te escandalizan, ¡arráncatelos! Parece que los únicos seres felices en este mundo asexuado y antisexual serían los eremitas del cristianismo primitivo, aquellos sujetos capaces de, por convicciones religiosas y apoyándose en las opiniones de Orígenes, castrarse voluntariamente para no ser atormentados ni por el riesgo de rendirse a la imaginación libidinosa".
[Gorriarán no tiene en cuenta aquí que en 2.000 años de cristianismo ningún cristiano se ha arrancado los ojos para no pecar, ni siquiera parece haber historias fantasiosas sobre santos que hicieran tal cosa. Y todo el mundo, en todas las culturas y épocas, ha entendido que esa impactante, inolvidable, frase de Jesús no propone la automutilación físico-sensorial, sino que más bien obliga a pensar. En cuanto al filósofo cristiano Orígenes (185-254 d.C.), que siendo joven se autocastró, es un ejemplo que siempre se pone porque, precisamente, no se conocen más casos. Por si acaso, el Concilio de Nicea, en el año 325, prohibió la autocastración. Gorriarán es licenciado en Historia en la Universidad de Deusto y profesor de Estética y Teoría de las Artes, pero probablemente no ha estudiado mucho la historia del cristianismo antiguo.].
"Si niegas que hay brujos es que eres brujo"
Gorriarán cree que se está entrando en la lógica perversa de las cazas de brujas con su histerismo y condenas generalizadas ante meras denuncias. "Los medios de comunicación colaboran con entusiasmo al solicitado espectáculo de la caza de brujas, sobre todo si afecta a famosos. Por ejemplo, contra Woody Allen, cuya carrera y obra en su conjunto es la que está siendo condenada, no sólo sus denunciados -e investigados- abusos sexuales, que muchos dan por demostrados con la mera denuncia".
"La caza de brujas también condena la existencia misma del acusado y todas sus obras, no sólo sus acciones reprobables. Por otra parte, considera complicidad con la brujería la negación misma de que existan brujas y brujos, aquelarres, pactos diabólicos y demás parafernalia. No hace falta mucha imaginación para ver los paralelismos de esos supuestos con esa nueva “moral sexual” inspirada por la peor ideología de género donde todo hombre es, por el hecho de serlo, un posible violador, alguien obligado a probar su inocencia si es denunciado. Y, por supuesto, criticar cualquier manifestación o aspecto de la ideología de género es la prueba más irrefutable de que la ideología tiene razón al denunciar a sus enemigos", añade.
Comenta, además, que "lo más grave es que algunas de estas premisas ya se han incorporado al ordenamiento jurídico".
"¡Qué lejos está el panorama del horizonte de libertad que anunciaba la revolución sexual del siglo pasado!", concluye.
Puede leerse el artículo completo aquí en El Asterisco.
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