Desde hace años, la Familia Misionera de Notre-Dame se encuentra inmersa en el proceso de construcción de una iglesia y centro de acogida de peregrinos en Saint-Pierre-de-Colombier, al sur de Francia. Un proyecto que ha generado una fuerte oposición entre el lobby ecologista, que esgrime el impacto ambiental para evitar la finalización de las obras. Aunque las autoridades, concretamente la prefectura de Ardèche, han autorizado la obra paralizada en 2020 por las protestas, los ambientalistas desoyen la licencia y con frecuencia acuden al emplazamiento para tratar de impedir su reanudación. Uno de los encuentros más destacados de este conflicto tuvo lugar el pasado 16 de octubre, cuando los ambientalistas derribaron las vallas del lugar en obras, lo asaltaron y trataron de robar materiales, ocupando el lugar durante horas. En cuestión de segundos, las religiosas trataron de defender el emplazamiento, destacando el placaje que una de ellas hizo sobre uno de los activistas que trataba de robar material para la construcción de la Iglesia.
Así lo describen las religiosas: "El lunes 16 de octubre de 2023 y el martes 17 de octubre, los opositores al proyecto entraron una vez más de forma ilegal y violenta en la obra de Notre Dame des Neiges. Estuvieron presentes hermanos y hermanas, así como algunos amigos, para defender el lugar y las máquinas. Aunque dicen ser pacíficos, las imágenes muestran claramente la violencia con la que procedieron. Comenzaron destruyendo las barreras que delimitaban el lugar de la construcción. Luego se abrieron paso a la fuerza, atacando violentamente a varios hermanos y hermanas".