En declaraciones a Religión en Libertad, el cardenal Gerhard Müller, prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se mostró "desilusonado" con el comportamiento de los obispos alemanes: cree que son "cobardes ante la opinión pública" y lo serán también ante el Papa si éste les exige obediencia. También recordó el papel de la España católica en la Historia y lamentó la sumisión a las ideologías dominantes.