«No es fácil vivir en un país donde los cristianos son el blanco de la violencia», explica la hermana Ghazia. Ni ella ni el resto de sus compañeras paulinas pierden la sonrisa ni la determinación de anunciar a Jesucristo a través de la única librería católica de Pakistán y de sus actividades evangelizadoras. Pincha aquí para ayudarlas como parte de la campaña Que haya sitio en tu posada de Ayuda a la Iglesia Necesitada.