En una carta dada a conocer por Catholic News Service, agencia de noticias propiedad de los obispos estadounidenses, el cardenal Luis Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, pide al arzobispo de Los Ángeles y presidente de la conferencia episcopal, José Gómez, que él y sus hermanos en el episcopado se lo piensen dos veces antes de decidir si los políticos católicos que impulsan y promueven el aborto pueden comulgar. Es un asunto que ha dividido a los obispos en los últimos años, aunque una mayoría de los prelados serían partidarios de negarles esa posibilidad. Para muchos fieles católicos y para los fieles evangélicos provida es un escándalo que impulsar el aborto no tenga consecuencias a la hora de recibir el Cuerpo de Cristo. Una homilía de un párroco de Arizona en este sentido se viralizó recientemente, al expresar con contundencia esa consternación. El actual ocupante de la Casa Blanca, Joe Biden, ha dado prioridad a la agenda abortista y en sus primeras semanas desmanteló por decreto la política provida del presidente Donald Trump. Tanto Biden como la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, también católica, han mostrado su apoyo al aborto a demanda hasta el minuto antes del parto, y han anunciado todo un plan pro-aborto ante la eventualidad de que el Tribunal Supremo (con mayoría provida tras los nombramientos de Trump) pudiera limitarlo en alguna sentencia. Por un lado, aprobarían una ley federal impulsando el aborto hasta el nacimiento, y por otro aumentarían el número de miembros del Tribunal para nombrar jueces proabortistas y cambiar su mayoría.