«Las medidas de seguridad son tremendas, pero miles de cristianos de todo Irak han venido a darle al Papa las gracias y a decirle al mundo entero que los cristianos de Irak siguen aquí»: es el resumen de este periodista en una esquina donde se percibe el bullicio ante la llegada de Francisco a una ciudad que solo hace cinco años estaba bajo el poder de Estado Islámico.