La reclusión forzada por el coronavirus puede ser «un tiempo de gracia» si le damos un sentido y aprovechamos bien el tiempo para, entre otras cosas, practicar la comunión espiritual y hacer un buen examen de conciencia para una buena confesión sacramental al salir de la cuarentena. Es la reflexión del obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla. Pincha aquí para leer un resumen de sus palabras.