A la llegada del Papa al Palacio de Cotroceni en Bucarest, el presidente rumano Klaus Iohannis estuvo atento para indicarle a Francisco cómo debía dirigirse a la Guardia de Honor antes de pasarle revista: un saludo, Buna ziua, al que responde la guardia con un viva: Să trăiți! Pincha aquí para conocer qué le dijo el Pontífice a las autoridades de Rumanía.