Nicolás Maduro consumó esta semana una continuidad en el poder que el presidente de la conferencia episcopal venezolana y arzobispo de Maracaibo, José Luis Azuaje, ha calificado como inmoral e ilegítima. Precisamente el vigor, la valentía y la influencia pública de la Iglesia en Venezuela constituyen, según el padre Santiago Martín (Magnificat TV), la única buena noticia de un país martirizado por el régimen socialista bolivariano: han huido cinco millones de personas, la oposición es reprimida, los asesinatos se cuentan por miles, capas cada vez más amplias de población se empobrecen hasta los límites de la miseria...