Hillary Clinton, financiada por la abortista Planned Parenthood, la defiende sin ver sus vídeos

La candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, ha vuelto a salir en defensa de la multinacional abortista Planned Parenthood, acusada de traficar con órganos humanos después de la publicación de diez vídeos grabados con cámara oculta que muestran a directivos de la organización confesando que venden los hígados, riñones y pulmones de los fetos abortados y usados como mercancía.

Durante su intervención en el primer debate entre los cinco candidatos demócratas a la Casa Blanca de Estados Unidos, Clinton aprovechó para arremeter contra los republicanos que tras la publicación del escándalo del tráfico de órganos intentaron retirar la financiación pública al gigante del aborto.

"No les importa tener un gobierno fuerte para interferir con el derecho a elegir de la mujer y para intentar acabar con Planned Parenthood", declaró la candidata demócrata, volviendo a defender a la multinacional abortista con la que mantiene una estrecha relación y que ha financiado gran parte de su carrera a la Casa Blanca.

Clinton criticó que los republicanos sólo "estén cómodos con un gobierno fuerte" cuando se trata de acabar con el negocio del aborto. "Me enferma", llegó a señalar haciendo referencia al intento del Partido Republicano en el Congreso de Estados Unidos de retirar los 500 millones de dólares que en la actualidad se destinan a Planned Parenthood.

Esta defensa a ultranza de la multinacional abortista podría tener su origen en las generosas donaciones que Planned Parenthood ha realizado a la campaña de Clinton, que ha recibido un apoyo económico mucho mayor por parte del negocio de aborto que el resto de candidatos demócratas, tal y como han revelado varios medios estadounidenses.

“Planned Parenthood realiza servicios fundamentales para las mujeres”, fueron las declaraciones de la candidata demócrata tras el escándalo por el tráfico de órganos, obviando la polémica y el hecho de que la organización estuviera acusada de lucrarse con los restos de los bebés abortados en sus clínicas.

Es más, se atrevió a declarar que era “lamentable” que la multinacional abortista fuese víctima de “un ataque concertado durante tantos años por los pro-vida”, responsables de la grabación de los vídeos y de sacar a la luz el siniestro negocio de Planned Parenthood.

La relación de Clinton con Planned Parenthood también llega al ámbito personal, tal y como demuestra el hecho de que la candidata demócrata es íntima amiga de la presidenta de la multinacional abortista, Cecile Richards, e incluso ha dado trabajo a la hija de ésta en su campaña a la presidencia. Lily Adams, hija de Cecile Richards, se unió a la campaña de Clinton en la primavera pasada como secretaria de prensa en el estado de Iowa, después de haber trabajado en varias campañas en favor del aborto.

La revelación de que los fetos abortados en las clínicas de Planned Parenthood son descuartizados para ser vendidos por partes a empresas de investigación científica es tan sólo “inquietante” en opinión de Clinton.

Eso sí, la defensora acérrima del negocio del aborto se ha visto obligada a confesar que ella no ha visto los vídeos en los que se muestran imágenes de los cadáveres de los niños no nacidos tratados como mercancía. “Sólo he visto fotografías”, ha reconocido Clinton al ser interrogada por los medios de comunicación.

Décimo vídeo con cámara oculta a jerarcas empresariales de Planned Parenthood, presumiendo de las partes de bebés que venden y les solicitan y el dinero que genera eso