Cautela por la «clonación de Oregón»
«Crear vidas humanas en laboratorio para destruirlas es un abuso», recuerda el cardenal O´Malley
Pocas horas después de que se conociera la noticia de que un grupo de investigadores de la Universidad de Oregón había logrado la primera clonación de células madre embrionarias con fines terapéuticos, el cardenal de Boston y responsable del Comité Provida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, Sean O´Malley, advirtió de que la técnica "va en contra de la dignidad de las personas porque trata a los seres humanos como productos".
No, a toda clonación humana
En una nota, el purpurado afirma que "la clonación humana con cualquier propósito es incompatible con la responsabilidad moral de tratar a cada miembro de la familia humana como un don único de Dios, como una persona con su propia dignidad inherente".
"La creación de nuevas vidas humanas en el laboratorio únicamente para destruirlas es un abuso denunciado incluso por muchos que no comparten las convicciones de la Iglesia católica sobre la vida humana", afirmó el cardenal capuchino.
Algunos de los responsables de los hallazgos insisten en que su descubrimiento no busca crear humanos adultos clonados, sino producir órganos o tejidos a partir de embriones, pero esas declaraciones no tranquilizan a O´Malley, que ve claro que si existe la técnica, se aplicará donde haya demanda y mercado, por ejemplo de "niños clonados".
"Tanto si se utiliza para un fin (terapéutico) u otro, la clonación humana trata a los seres humanos como productos, fabricados a fin de satisfacer los deseos de la gente". Y añadió: "Un avance técnico en la clonación humana no es el progreso de la humanidad, sino todo lo contrario".
Europa tiene prohibido clonar humanos
En España, la asociación Profesionales por la Ética ha emitido una nota con unas primeras reflexiones a espera de que se concreten más datos del descubrimiento.
"Independientemente de la manera de obtenerlas, la realidad es que después de más de una década investigando con células madre embrionarias estas no han obtenido resultado terapéutico alguno. Por el contrario, las células madre adultas y las células IPS cosechan éxitos terapéuticos constantemente. Por ese motivo, en el mundo solo hay 24 ensayos clínicos con células madre embrionarias frente a 4.099 con células madre adultas", recuerdan.
Además, señalan algo que la prensa no ha remarcado suficientemente al anunciar el descubrimiento de Oregón: "Independientemente de su fin, la clonación o transferencia nuclear aplicada a seres humanos está expresamente prohibida por el Protocolo Adicional al Convenio Europeo sobre los Derechos Humanos y la Biomedicina, vigente y aplicable en España. Concretamente, se prohíbe toda intervención que tenga por finalidad crear un ser humano genéticamente idéntico a otro ser humano vivo o muerto".
Para Teresa García-Noblejas, Secretaria General de Profesionales por la Ética, «no tiene ningún sentido apostar por células madre embrionarias, no son rentables desde el punto de vista eficiente, no obtienen resultados terapéuticos e implican la destrucción de embriones humanos convertidos en cobayas de laboratorio para satisfacer la vanidad de algunos científicos y obtener recursos públicos de financiación. Si a esto unimos que esas células madre se obtienen mediante clonación humana, estamos ante una grave vulneración de la dignidad del ser humano, que en ningún caso debe ser producido en un laboratorio ni mucho menos utilizado».
No, a toda clonación humana
En una nota, el purpurado afirma que "la clonación humana con cualquier propósito es incompatible con la responsabilidad moral de tratar a cada miembro de la familia humana como un don único de Dios, como una persona con su propia dignidad inherente".
"La creación de nuevas vidas humanas en el laboratorio únicamente para destruirlas es un abuso denunciado incluso por muchos que no comparten las convicciones de la Iglesia católica sobre la vida humana", afirmó el cardenal capuchino.
Algunos de los responsables de los hallazgos insisten en que su descubrimiento no busca crear humanos adultos clonados, sino producir órganos o tejidos a partir de embriones, pero esas declaraciones no tranquilizan a O´Malley, que ve claro que si existe la técnica, se aplicará donde haya demanda y mercado, por ejemplo de "niños clonados".
"Tanto si se utiliza para un fin (terapéutico) u otro, la clonación humana trata a los seres humanos como productos, fabricados a fin de satisfacer los deseos de la gente". Y añadió: "Un avance técnico en la clonación humana no es el progreso de la humanidad, sino todo lo contrario".
Europa tiene prohibido clonar humanos
En España, la asociación Profesionales por la Ética ha emitido una nota con unas primeras reflexiones a espera de que se concreten más datos del descubrimiento.
"Independientemente de la manera de obtenerlas, la realidad es que después de más de una década investigando con células madre embrionarias estas no han obtenido resultado terapéutico alguno. Por el contrario, las células madre adultas y las células IPS cosechan éxitos terapéuticos constantemente. Por ese motivo, en el mundo solo hay 24 ensayos clínicos con células madre embrionarias frente a 4.099 con células madre adultas", recuerdan.
Además, señalan algo que la prensa no ha remarcado suficientemente al anunciar el descubrimiento de Oregón: "Independientemente de su fin, la clonación o transferencia nuclear aplicada a seres humanos está expresamente prohibida por el Protocolo Adicional al Convenio Europeo sobre los Derechos Humanos y la Biomedicina, vigente y aplicable en España. Concretamente, se prohíbe toda intervención que tenga por finalidad crear un ser humano genéticamente idéntico a otro ser humano vivo o muerto".
Para Teresa García-Noblejas, Secretaria General de Profesionales por la Ética, «no tiene ningún sentido apostar por células madre embrionarias, no son rentables desde el punto de vista eficiente, no obtienen resultados terapéuticos e implican la destrucción de embriones humanos convertidos en cobayas de laboratorio para satisfacer la vanidad de algunos científicos y obtener recursos públicos de financiación. Si a esto unimos que esas células madre se obtienen mediante clonación humana, estamos ante una grave vulneración de la dignidad del ser humano, que en ningún caso debe ser producido en un laboratorio ni mucho menos utilizado».
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