Mazuelos, médico antes de ser obispo, denuncia que se oculten los peligros del aborto: pide debate
Antonio Moreno, periodista de la diócesis de Málaga, ha entrevistado para la web diocesana a José Mazuelos, obispo de Canarias, presidente de Defensa de la Vida en Conferencia Episcopal. Tiene un rasgo peculiar: antes de hacerse sacerdote, Mazuelos practicó la medicina. Y por eso le preguntan por los riesgos de abortar... y de esconder información a las mujeres y la sociedad.
Que se expliquen los riesgos médicos de abortar
Así, Mazuelos dice que como médico al menos avisaría a cualquier mujer tentada de abortar de que "podría sufrir una perforación de útero, que es posible que se quede estéril para toda su vida, que podría tener unas metrorragias impresionantes, infecciones... De todas estas cosas hay que informar a las personas, pero aquí parece que animalizamos a la gente. Preferimos taparles los ojos para poder así imponerles una ideología. Una ideología, siempre al servicio de los más poderosos. Habría que ver, detrás del aborto, ¿qué multinacionales hay y qué intereses económicos esconden? Eso nadie nos lo dice".
Respecto al aborto en chicas menores de edad, insiste en que "un aborto no es como ir a tomarse un helado. Un aborto es una operación. Un aborto puede tener complicaciones físicas y psicológicas. Por eso, hay que informar".
¿Abortar es un progreso?
"Para mí es vomitivo ver que ya no se plantea el derecho a la vida sino el derecho al aborto", añade. "El respeto a la vida es una píldora que hay que tragarse entera. La vida humana lo es desde su comienzo, y hay que respetarla. Pero aquí parece que si uno no defiende el aborto ya no es progresista, ya no va con los tiempos y atenta contra la mujer", protesta el obispo Mazuelos.
Recuerda la figura del popular escritor castellano, ya fallecido, Miguel Delibes, "que nadie pone en duda su progresismo y su mentalidad de izquierdas, que decía que es una barbaridad presentar el aborto como un progreso. Eso no es progreso, es regreso. Eso es regresión humana".
Más adelante, añade: "Cada vez que la sociedad, a lo largo de la historia, se ha planteado si ciertos seres humanos tienen dignidad o no, ha metido la pata. Cuando nos planteamos si los negros tenían dignidad: malo. Cuando nos preguntamos si los judíos tenían dignidad: malo. Ahora hablamos de la dignidad de los niños con tres meses de gestación, pero no es así, porque a los que tienen síndrome de Down se les puede abortar hasta los cinco meses y medio ¿Por qué? ¿Porque es síndrome de Down? ¿Y usted me habla de igualdad? Esto no es igualdad. Esto es una injusticia de las más grandes que hace que muchos políticos hayan perdido para mí toda coherencia y toda autoridad para hablar".
La falsa libertad de no ofrecer ayudas
También le parece hipócrita hablar de "libertad" cuando a la embarazada en apuros no se le informa sobre ayudas o alternativas. "Tendríamos que ver si tantas mujeres que abortan lo harían si se les ofrecieran todas las prestaciones que deberían tener como madres. Por eso les da pánico a muchos ofertarlas y crear un camino de libertad para ellas, porque muchos abortos no se llevarían a cabo. Lo que pasa es que aquí está la imposición de la llamada "interrupción voluntaria del embarazo" como un logro humano cuando es una barbaridad".
Lo mismo aplica la eutanasia, que tampoco es verdadera libertad. "Cuando haya cuidados paliativos para todo el mundo, hasta en el último pueblo, y se garantice a la persona que no va a sufrir (porque la medicina controla hoy todos los dolores físicos), entonces usted me propone la eutanasia. Pero usted está usando la eutanasia como una vía de escape frente a los cuidados paliativos, porque es más económico".
Toda esta ocultación y dirigismo la compara con llevar animales al matadero: "los van metiendo en un túnel y les van abriendo las puertas para que lleguen sin remedio a donde tienen que llegar, pero no me digan que ellos van libres".
Sobre políticos... y pensadores sabios
Sobre los políticos españoles comenta: "A algunos de nuestros políticos les interesa poco el bien común, el bien de la persona. Les interesan poco los más pobres, los más débiles. Lo que quieren es imponer una ideología, porque están al servicio de un nuevo orden mundial, no están al servicio del pueblo. Hacen lo que marca el neocapitalismo salvaje, eso sí con la bandera del progresismo y de la izquierda".
Después pide "que aparezcan pensadores, sabios y profesionales que piensen, que sean capaces de poner sobre la mesa esa razón y decir: "¡basta ya! Ya está bien de manipulación, ya está bien del borreguismo al que estamos sometidos".
Y añade: "No podemos quedarnos de brazos cruzados ante esta deconstrucción social a base de progresismo que no busca el bien común. Con la Ley Trans, por ejemplo, cuántos sufrimientos para tantas familias, tantos adolescentes, cuántos tratamientos irreversibles... Aunque parezca anestesiada, la sociedad, en el fondo necesita un impulso para decir: "¡hasta aquí hemos llegado! ¡no estamos de acuerdo con esto!"".
Poder denunciar la ideología de género
Critica también que se impida el debate sobre los males de la ideología de género: "Para la ideología de género, todo aquel que se manifiesta en contra, rápidamente no es demócrata o es homófobo. O estás conmigo o estás contra mí. En una democracia hay que dialogar, hay que profundizar desde la razón".
Pide dar voz a las víctimas. "Habría que preguntarle a las madres y a los padres que están sufriendo la Ley Trans. Tendríamos que preguntarles a las mujeres que han sufrido las consecuencias de abortar, que se han visto obligadas a abortar porque no les han dado las prestaciones que tendrían que darse a las madres. Tendríamos que preguntarles a todas esas familias si la Iglesia está en contra de ellas".
La Iglesia, en defensa de la familia
Para febrero, mes que la Iglesia celebra como "mes de la familia", pide "que se siga trabajando a nivel político a favor de la familia y, al mismo tiempo, que el matrimonio cristiano aparezca como una ayuda y como una luz". "Pensamos que el matrimonio es posible, que es posible que el amor humano pase al amor divino; creemos que la gente, a pesar de todas estas manipulaciones, siguen añorando la familia. De hecho, sigue siendo la institución más valorada y hemos superado las crisis gracias a que la familia ha estado ahí".
Para profundizar en estos temas recomienda el documento reciente «El Dios fiel mantiene
su alianza», un "Instrumento de trabajo pastoral sobre persona, familia y sociedad que se ofrece a la Iglesia y a la sociedad española desde la fe en Dios y la perspectiva del bien común" (aquí en la web de Conferencia Episcopal, 100 páginas).