Un sacerdote decapitado por la Gestapo o un obispo que evangelizaba en trineo: decretos de Roma
Este viernes la Santa Sede ha promulgado, a través de la Congregación para las Causas de los Santos, de varios decretos entre los que se encuentran el reconocimiento del martirio de un sacerdote polaco detenido por la Gestapo y decapitado, o las virtudes heroicas de un obispo canadiense que tuvo que recorrer en canoa, y en trineos tirados por perros miles de kilómetros para llegar a comunidades que nunca habían visto un obispo.
Jan Franciszek Macha era un sacerdote polaco ordenado en 1939 y que durante la guerra trabajó en la clandestinidad para ayudar a los perseguidos y realizar acciones caritativas. Finalmente fue arrestado en 1941 por la Gestapo. Aunque humillado durante muchos interrogatorios, no se rindió, sino que consoló a sus colegas, rezó con frecuencia y le pidió perdón a Dios por sus perseguidores. En sus cartas a casa, con frecuencia pedía que rezaran, ya que le daba fuerzas para sobrevivir. Tenía un breviario con él y usaba cuerdas para hacer un rosario. En junio de 1942, fue transportado a la prisión en Katowice donde el 17 de julio de 1942 fue sentenciado a muerte. En este momento escribió una nota en su breviario con la inscripción "Macha Johann zum Tode verurteilt den 17 VII 42", así como una oración a Jesucristo en la que incluía: "Me entrego a ti con mi cuerpo y alma”.
La noche anterior a su ejecución, Jan confesó sus pecados a un sacerdote y escribió una carta de despedida a su familia. También leyó el breviario y puso una nota en el interior que decía: "Sacerdote Jan Macha ejecutado el 2 XII 1942". Mantuvo la calma hasta el final. La ejecución tuvo lugar un cuarto después de la medianoche, por lo que data del 3 XII 1942. Fue decapitado por la guillotina. Se desconoce el lugar de su entierro, aunque es muy probable que su cuerpo fuera quemado en el crematorio de Auschwitz.
Un obispo misionero y evangelizador
Otro de los decretos reconoce las virtudes heroicas de las virtudes heroicas Ovidio Charlebois, de la Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, Obispo titular de Berenice, Vicario Apostólico de Keewatin (Canadá) nacido el 17 de febrero de 1862 y muerto el 20 de noviembre de 1933.
Su vida parece sacada de una aventura, pues dio literalmente su vida para anunciar el Evangelio a los amerindios que vivían en las zonas remotas de Canadá, y a las cuales era una odisea el poder llegar.
Monseñor Charlebois, cargado hasta los topes, iba así a visitar a sus feligreses que vivían más alejados
Después de una vida relativamente estable durante unos veinte años, el Obispo Charlebois, de cuarenta y ocho años, se vio obligado a viajar en canoa o en trineo tirado por perros para sus visitas pastorales. En su diario hay una página que da una idea de las dificultades encontradas en su primera visita pastoral. Escribió: “He cubierto 2000 millas (3200 km) en canoa y 50 millas (80 km) a pie por el bosque. Dormí en el suelo 60 veces, bajo la protección de una pequeña tienda en la que celebraba Misa con frecuencia. Visité 14 misiones con un total de 4500 católicos. Seis de esas misiones nunca habían sido visitadas por un obispo. Confirmé 1100 amerindios cuya disposición excelente me edificó mucho”. Hizo viajes similares muchas veces.
El Obispo Charlebois también logró organizar la primera misión de la Iglesia Católica Romana en la Bahía de Hudson. Hay una historia especial sobre esa obra. Además de su actividad misionera, el Obispo Charlebois fue el instigador del proceso que llevó a la proclamación de Santa Teresa de Lisieux (1873-1897) para ser proclamada Patrona de las Misiones por Pío XI el 14 de diciembre de 1927. Entre 1912 y 1916 la misión oblata de la Bahía de Hudson no tenía ningún resultado. La misión estaba a punto de ser cerrada. El 2 de julio de 1917 el P. Arsène Turquetil O.M.I. (1876-1955) tuvo la alegría de bautizar a los primeros inuits en la región de la Bahía de Hudson gracias a la intercesión de Santa Teresa de Lisieux. Ya no se plantearon más la cuestión de cerrar la misión. Santa Teresa la había salvado. El Obispo Charlebois quedó tan impresionado que envió un pedido a Roma firmado por 226 obispos misioneros de todo el mundo pidiendo la gracia de declarar a Santa Teresa el Niño Jesús patrona de todas las misiones en el mundo. En 1927 el Papa Pío XI respondió favorablemente a este pedido.
Otros decretos promulgados este viernes
Estos son el resto de decretos promulgados por la Congregación para las Causas de los Santos:
- el milagro, atribuido a la intercesión del Beato Luigi Maria Palazzolo, sacerdote, fundador del Instituto de las Hermanas de las Pobrecillas - Istituto Palazzolo; nacido el 10 de diciembre de 1827 en Bérgamo (Italia) y fallecido el 15 de junio de 1886.
- el milagro, atribuido a la intercesión del Venerable Siervo de Dios Olinto Marella, sacerdote diocesano; nacido el 14 de junio de 1882 en Pellestrina (Italia) y fallecido el 6 de septiembre de 1969 en San Lazzaro di Savena (Italia).
- el milagro, atribuido a la intercesión del Venerable Siervo de Dios Giuseppe Ambrosoli, sacerdote profeso de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús, nacido en Ronago (Italia) el 25 de julio de 1923 y fallecido el 27 de marzo de 1987 en Lira (Uganda).
- el martirio de los Siervos de Dios Cayetano Giménez Martín y 15 compañeros, sacerdotes y laicos, asesinados por odio a la fe, durante la guerra civil en España, en 1936.
- las virtudes heroicas del Siervo de Dios Michael Wittmann, obispo titular de Miletopoli y Auxiliar de Regensburg; nacido el 22 de enero de 1760 en Finkenhammer (Alemania) y fallecido el 8 de marzo de 1833 en Regensburg (Alemania).
- las virtudes heroicas del Siervo de Dios Olinto Fedi, sacerdote diocesano, fundador de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada; nacido el 3 de octubre de 1841 en Signa (Italia) y muerto allí el 23 de enero de 1923.
- las virtudes heroicas del Siervo de Dios Giacomo Bulgaro, religioso profeso de la Orden de los Frailes Menores Conventuales, nacido el 29 de enero de 1879 en Corticelle di Pieve (Italia) y fallecido el 27 de enero de 1967 en Brescia (Italia).
- las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Giovanna Maria Battista Solimani (nacida: Maria Antonia), monja, Fundadora de las Monjas Romitas de San Juan Bautista y de los Misioneros de San Juan Bautista; nacida el 12 de mayo de 1688 en Génova (Italia) y allí fallecida el 8 de abril de 1758.
- las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Ana de Jesús de Lobera, monja profesa de la Orden de las Carmelitas Descalzos; nacida el 25 de noviembre de 1545 en Medina del Campo y murió el 4 de marzo de 1621 en Bruselas (Bélgica).