Diálogo cristiano-musulmán jordano con delegados vaticanos: defender cada vida desde la concepción
“La vida es un don de Dios para todos los miembros de la única familia humana; por lo tanto, debe estar protegida desde su concepción hasta su fin natural”.
Es una de las conclusiones conjuntas del V Coloquio entre el Real Instituto de Estudios Interreligiosos (www.riifs.org) de Ammán, en Jordania y el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, celebrado del 9 al 10 de mayo en Ammán y cuyo tema ha sido “Las religiones y la dignidad de la vida: puntos de vista cristianos y musulmanes”.
Las delegació jordanan la encabezaba el impulsor del Instituto, el príncipe Hassan bin Talal. La delegación vaticana la dirigía el comboniano y arabista español Miguel Ángel Ayuso Guixot, obispo secretario del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.
El ambiente fue amistoso y abierto y favoreció un rico intercambio de ideas y puntos de vista sobre el tema y las materias relacionadas.
Entre las recomendaciones a las que llegaron los participantes en Ammán señalaron que, “la vida es un don de Dios para todos los miembros de la única familia humana; por lo tanto, debe estar protegida desde su concepción hasta su fin natural”.
Por ello, señala la declaración conjunta, el ser humano es el ápice de la creación, dotado de dignidad, derechos y deberes. Por ello cada persona merece respeto, amor y todos los medios necesarios para una vida digna.
Promover la dignidad humana
Otra de las recomendaciones que se produjeron en este V Coloquio se refiere a la fuerte relación entre el respeto por la dignidad humana y los derechos, por un lado, y el progreso y la prosperidad de una nación, por el otro. “Esta relación – afirmaron los participantes – constituye otro motivo para promover la dignidad humana. Los sentimientos, valores y concepciones compartidos merecen una atención especial.
En este sentido recomendaron que, los migrantes, los refugiados y las víctimas de la trata de personas merecen atención y cuidado especiales, para salvaguardar su vida y su dignidad, teniendo en cuenta el significado antropológico del sufrimiento.
Educación de las jóvenes generaciones
Asimismo, se tocó también el tema de la educación y se instó a que, las generaciones más jóvenes deben ser educadas para respetar la creación y la dignidad de la vida.
“La idea de un código ético que se enseñe en las escuelas – señalaron los delegados – merece un estudio a fondo, teniendo en cuenta los fenómenos negativos en nuestras sociedades”.
Al final del coloquio se firmó un Memorando de Entendimiento entre las dos partes, confirmando e institucionalizando su colaboración continua y fructífera.
Es una de las conclusiones conjuntas del V Coloquio entre el Real Instituto de Estudios Interreligiosos (www.riifs.org) de Ammán, en Jordania y el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, celebrado del 9 al 10 de mayo en Ammán y cuyo tema ha sido “Las religiones y la dignidad de la vida: puntos de vista cristianos y musulmanes”.
Las delegació jordanan la encabezaba el impulsor del Instituto, el príncipe Hassan bin Talal. La delegación vaticana la dirigía el comboniano y arabista español Miguel Ángel Ayuso Guixot, obispo secretario del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.
El ambiente fue amistoso y abierto y favoreció un rico intercambio de ideas y puntos de vista sobre el tema y las materias relacionadas.
Entre las recomendaciones a las que llegaron los participantes en Ammán señalaron que, “la vida es un don de Dios para todos los miembros de la única familia humana; por lo tanto, debe estar protegida desde su concepción hasta su fin natural”.
Por ello, señala la declaración conjunta, el ser humano es el ápice de la creación, dotado de dignidad, derechos y deberes. Por ello cada persona merece respeto, amor y todos los medios necesarios para una vida digna.
Promover la dignidad humana
Otra de las recomendaciones que se produjeron en este V Coloquio se refiere a la fuerte relación entre el respeto por la dignidad humana y los derechos, por un lado, y el progreso y la prosperidad de una nación, por el otro. “Esta relación – afirmaron los participantes – constituye otro motivo para promover la dignidad humana. Los sentimientos, valores y concepciones compartidos merecen una atención especial.
En este sentido recomendaron que, los migrantes, los refugiados y las víctimas de la trata de personas merecen atención y cuidado especiales, para salvaguardar su vida y su dignidad, teniendo en cuenta el significado antropológico del sufrimiento.
Educación de las jóvenes generaciones
Asimismo, se tocó también el tema de la educación y se instó a que, las generaciones más jóvenes deben ser educadas para respetar la creación y la dignidad de la vida.
“La idea de un código ético que se enseñe en las escuelas – señalaron los delegados – merece un estudio a fondo, teniendo en cuenta los fenómenos negativos en nuestras sociedades”.
Al final del coloquio se firmó un Memorando de Entendimiento entre las dos partes, confirmando e institucionalizando su colaboración continua y fructífera.
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