¿Cómo formarse para las nulidades canónicas? Ideas desde la Congregación vaticana para la Educación
Para agilizar los procesos canónicos que examinan las nulidades matrimoniales se necesitará más personal y mejor formado. ¿Cómo conseguirlo?
A eso responde Vincenzo Zani, Secretario de la Congregación vaticana para la Educación Católica, en una Instrucción que ha difundido, resumida, VaticanNews. Sus respuestas son:
1- Potenciar las 42 facultades de Derecho Canónico que hay en el mundo
2- Con Departamentos de Derecho Canónico en las Facultades de Teología
3- Con cátedras de Derecho Canónico en las Facultades de Jurisprudencia
¿Y quién debe formarse para ese servicio?
1- Los sacerdotes, que atienden pastoralmente los casos
2- El personal de los centros de pastoral familiar, que se especializan y pueden ver alternativas
3- El personal de los tribunales canónicos, incluyendo secretarios y colaboradores
Vincenzo Zani, Secretario de la Congregación vaticana para la Educación Católica, defiende estas ideas en una Instrucción de esta congregación que busca encajar las exhortaciones del Papa Francisco en sus Motu Proprio "Mitis Iudex Dominus Iesus" y "Mitis et misericors Iesus". También la Exhortación apostólica post-sinodal "Amoris Laetitia" pide "hacer más accesibles y ágiles los procesos para el reconocimiento de los casos de nulidad".
“Se registran a menudo incomodidades, lentitud... y entonces, para aplicar esta exigencia fuertemente subrayada por los Padre sinodales, el Papa ha publicado el Motu proprio Mitis iudex” dando indicaciones precisas sobre la necesidad de involucrar más directamente al obispo en su Iglesia, siendo por su tarea también el juez entre los fieles confiados a él y, por lo tanto, pidiendo a las Iglesias particulares que se asuman mayormente la responsabilidad de iniciar el ejercicio para estas causas de solicitud de nulidad matrimonial.
"Esta indicación ha volcado sobre las Iglesias particulares, la urgencia de tener el personal adecuado. A este punto, ¿quién lo forma? Existen tantos cursos: cursos de formación, se realizan cursos también suficientemente cualificados. Pero a este punto está cargada de esta responsabilidad también toda la realidad de las Facultades eclesiásticas, de las Facultades de Derecho Canónico, que tenemos distribuidas en el mundo, que no son suficientes para preparar este personal pero, al mismo tiempo, junto a las facultades de Derecho Canónico, se pensó en encontrar también otros caminos”.
Las Facultades de Derecho Canónico no se pueden multiplicar
Zani habla de las novedades de esta Instrucción: “En primer lugar – después de haber hablado también con el Santo Padre – se decidió subrayar la fuerte exigencia de tener alto el nivel de las Facultades de Derecho Canónico. En el mundo hay 42, con varias Instituciones particulares. Entonces, primero que todo, debemos cualificar las realidades existentes, potenciarlas, pedir una mayor articulación. Por otra parte, no podemos multiplicar la presencia de las Facultades de Derecho Canónico porque existen exigencias muy precisas para constituirlas: el número de docentes, la investigación, los ambientes, las estructuras, etc."
"Y entonces se intervino dando dos indicaciones ulteriores, es decir, que también dentro de las Facultades de Teología existentes hoy, se puedan abrir Departamentos de Derecho Canónico: en las Facultades de Teología existe ya un corso de Derecho Canónico, pero un Departamento es más rico de oferta de Derecho Canónico".
"Y que también allí donde tenemos las Universidades católicas con las Facultades de Jurisprudencia, también a éstas se pide que se instituyan cátedras de Derecho Canónico que vayan a integrar todos los cursos de jurisprudencia que ya existen. En fin, estas tres posibilidades: Facultad de Derecho Canónico potenciadas; Departamentos de Derecho Canónico en las Facultades de Teología – evidentemente, deben estar aprobados por nosotros – y tercera hipótesis, la cátedra de Derecho Canónico en las Facultades de Jurisprudencia que son una mejor articulación de esta oferta para la preparación personal”.
Tres niveles de personal cualificado
Zani se detiene finalmente en el tipo de personal a preparar: “También aquí hay tres niveles de personal cualificado para acompañar a las personas que se encuentran en dificultad y que tienen esta necesidad de entender si su matrimonio es nulo o bien si hay situaciones que se pueden recuperar, entre otras cosas. El primer nivel es el nivel pastoral: los sacerdotes y los colaboradores más cercanos deben ser más claramente formados, más actualizados sobre estas problemáticas; por lo tanto, una preparación de base más cualificada y más focalizada sobre estas temáticas".
"El segundo nivel es la preparación de personal que en las diócesis apoye a los centros de pastoral familiar más cualificados, con personas que estén más actualizadas sobre estas problemáticas y que por ende hacen un acompañamiento más cualificado de las personas en dificultad, y una primera exploración de las temáticas y de las problemáticas".
"El tercer nivel es el de los Tribunales, donde no se necesita solamente al presidente del Tribunal sino que hay todo un equipo de colaboradores, de secretarios, que deben tener una preparación más específica sobre estos temas. Hasta hoy, las cuestiones más complicadas y más dudosas venían dirigidas a Roma o en los pocos centros que había en los diversos continentes. El traslado que el Papa pide que se haga es el de hacer acercar siempre más este tipo de servicio a las Iglesias particulares, y esto exige que haya una mejor preparación".
A eso responde Vincenzo Zani, Secretario de la Congregación vaticana para la Educación Católica, en una Instrucción que ha difundido, resumida, VaticanNews. Sus respuestas son:
1- Potenciar las 42 facultades de Derecho Canónico que hay en el mundo
2- Con Departamentos de Derecho Canónico en las Facultades de Teología
3- Con cátedras de Derecho Canónico en las Facultades de Jurisprudencia
¿Y quién debe formarse para ese servicio?
1- Los sacerdotes, que atienden pastoralmente los casos
2- El personal de los centros de pastoral familiar, que se especializan y pueden ver alternativas
3- El personal de los tribunales canónicos, incluyendo secretarios y colaboradores
Vincenzo Zani, Secretario de la Congregación vaticana para la Educación Católica, defiende estas ideas en una Instrucción de esta congregación que busca encajar las exhortaciones del Papa Francisco en sus Motu Proprio "Mitis Iudex Dominus Iesus" y "Mitis et misericors Iesus". También la Exhortación apostólica post-sinodal "Amoris Laetitia" pide "hacer más accesibles y ágiles los procesos para el reconocimiento de los casos de nulidad".
“Se registran a menudo incomodidades, lentitud... y entonces, para aplicar esta exigencia fuertemente subrayada por los Padre sinodales, el Papa ha publicado el Motu proprio Mitis iudex” dando indicaciones precisas sobre la necesidad de involucrar más directamente al obispo en su Iglesia, siendo por su tarea también el juez entre los fieles confiados a él y, por lo tanto, pidiendo a las Iglesias particulares que se asuman mayormente la responsabilidad de iniciar el ejercicio para estas causas de solicitud de nulidad matrimonial.
"Esta indicación ha volcado sobre las Iglesias particulares, la urgencia de tener el personal adecuado. A este punto, ¿quién lo forma? Existen tantos cursos: cursos de formación, se realizan cursos también suficientemente cualificados. Pero a este punto está cargada de esta responsabilidad también toda la realidad de las Facultades eclesiásticas, de las Facultades de Derecho Canónico, que tenemos distribuidas en el mundo, que no son suficientes para preparar este personal pero, al mismo tiempo, junto a las facultades de Derecho Canónico, se pensó en encontrar también otros caminos”.
Las Facultades de Derecho Canónico no se pueden multiplicar
Zani habla de las novedades de esta Instrucción: “En primer lugar – después de haber hablado también con el Santo Padre – se decidió subrayar la fuerte exigencia de tener alto el nivel de las Facultades de Derecho Canónico. En el mundo hay 42, con varias Instituciones particulares. Entonces, primero que todo, debemos cualificar las realidades existentes, potenciarlas, pedir una mayor articulación. Por otra parte, no podemos multiplicar la presencia de las Facultades de Derecho Canónico porque existen exigencias muy precisas para constituirlas: el número de docentes, la investigación, los ambientes, las estructuras, etc."
"Y entonces se intervino dando dos indicaciones ulteriores, es decir, que también dentro de las Facultades de Teología existentes hoy, se puedan abrir Departamentos de Derecho Canónico: en las Facultades de Teología existe ya un corso de Derecho Canónico, pero un Departamento es más rico de oferta de Derecho Canónico".
"Y que también allí donde tenemos las Universidades católicas con las Facultades de Jurisprudencia, también a éstas se pide que se instituyan cátedras de Derecho Canónico que vayan a integrar todos los cursos de jurisprudencia que ya existen. En fin, estas tres posibilidades: Facultad de Derecho Canónico potenciadas; Departamentos de Derecho Canónico en las Facultades de Teología – evidentemente, deben estar aprobados por nosotros – y tercera hipótesis, la cátedra de Derecho Canónico en las Facultades de Jurisprudencia que son una mejor articulación de esta oferta para la preparación personal”.
Tres niveles de personal cualificado
Zani se detiene finalmente en el tipo de personal a preparar: “También aquí hay tres niveles de personal cualificado para acompañar a las personas que se encuentran en dificultad y que tienen esta necesidad de entender si su matrimonio es nulo o bien si hay situaciones que se pueden recuperar, entre otras cosas. El primer nivel es el nivel pastoral: los sacerdotes y los colaboradores más cercanos deben ser más claramente formados, más actualizados sobre estas problemáticas; por lo tanto, una preparación de base más cualificada y más focalizada sobre estas temáticas".
"El segundo nivel es la preparación de personal que en las diócesis apoye a los centros de pastoral familiar más cualificados, con personas que estén más actualizadas sobre estas problemáticas y que por ende hacen un acompañamiento más cualificado de las personas en dificultad, y una primera exploración de las temáticas y de las problemáticas".
"El tercer nivel es el de los Tribunales, donde no se necesita solamente al presidente del Tribunal sino que hay todo un equipo de colaboradores, de secretarios, que deben tener una preparación más específica sobre estos temas. Hasta hoy, las cuestiones más complicadas y más dudosas venían dirigidas a Roma o en los pocos centros que había en los diversos continentes. El traslado que el Papa pide que se haga es el de hacer acercar siempre más este tipo de servicio a las Iglesias particulares, y esto exige que haya una mejor preparación".
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