Parolin y Kiril evidencian el creciente acercamiento entre la Santa Sede y el Patriarcado de Moscú
El viaje a Rusia del cardenal Pietro Parolin, iniciado el pasado domingo, está respondiendo a las expectativas de un creciente acercamiento al Patriarcado de Moscú y de un abierto intercambio de pareceres con el gobierno de Vladimir Purtin, quien recibirá hoy al secretario de Estado vaticano antes de su regreso a Roma el jueves. Es la primera visita en 18 años de un jefe de la diplomacia vaticana a Rusia, tras la del cardenal Agostino Casaroli en 1999 (y antes en 1990), y el saldo está siendo positivo.
Este martes se reunió con Kiril, Patriarca Ortodoxo de Moscú, en el monasterio Danilovsky, horas después de hacerlo con el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov.
Ecumenismo de los santos
"No me imaginaba que nos volveríamos a ver tan pronto", le dijo Parolin a Kiril, en alusión a su encuentro "de pasada" en el aeropuerto de La Habana el 12 de febrero de 2016: "Las vías del Señor son misteriosas", añadió.
Como con Lavrov, la situación de Ucrania fue uno de los temas tratados: al comenzar el encuentro, Kirill subrayó que "la Iglesia no puede jugar ningún otro papel que la pacificación cuando las personas están en conflicto entre sí": "Apreciamos mucho que también esta vez hayamos encontrado comprensión recíproca sobre el papel que deben desempeñar nuestras Iglesias en relación con la reconciliación de la población en Ucrania".
En cuanto a la relación estrictamente religiosa entre católicos y ortodoxos, Parolin defendió "el ecumenismo de la santidad: los santos nos unen porque están más cerca de Dios y nos ayudan a caminar con mayor velocidad hacia el abrazo fraterno y la comunión eucarística".
Parolin se refería, señala Vatican Insider, al envío a Rusia para su veneración en Moscú y San Petersburgo, por más de dos millones de fieles, de las reliquias de San Nicolás: el fragmento de costilla del santo dejó la ciudad italiana de Bari el pasado 21 de mayo, por primera vez desde hace 930 años. Kiril afirmó que fue "un evento excepcional para la historia de nuestras iglesias", consecuencia de su conversación con Francisco en Cuba.
En una entrevista concedida a la agencia Tass, Parolin reafirmó la "apertura que se ha instalado en los últimos años con la jerarquía ortodoxa", basada en "mirarse no con el trasfondo del pasado" sino con el de la "comunión deseada y perseguida", por lo que espera "nuevos y, agregaría, inéditos pasos para el desarrollo del dialogo ecuménico" entre católicos y ortodoxos. Unas palabras que parecen referidas a la posible visia del Papa a Rusia, asunto que figuraba entre los puntos a tratar tanto con Kiril como con Lavrov.
Preocupación común por los cristianos perseguidos
Horas antes, Parolin y Lavrov habían mostrado su coincidencia en la preocupación por la situación de los cristianos perseguidos en Oriente Medio y en África. En la rueda de prensa posterior al encuentro Parolin recordó la “constante” preocupación de la Santa Sede por que “se preserve la libertad religiosa en cualquier estado y en cualquier situación política”.
También se abordaron en la reunión algunos problemas de la Iglesia en Rusia, como los permisos de residencia para el personal religioso no ruso y la restitución de algunas iglesias imprescindibles para la atención pastoral a los católicos. Se constató la voluntad de "encontrar solución" a estos asuntos y "la voluntad de seguirlos".
Este martes se reunió con Kiril, Patriarca Ortodoxo de Moscú, en el monasterio Danilovsky, horas después de hacerlo con el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov.
Ecumenismo de los santos
"No me imaginaba que nos volveríamos a ver tan pronto", le dijo Parolin a Kiril, en alusión a su encuentro "de pasada" en el aeropuerto de La Habana el 12 de febrero de 2016: "Las vías del Señor son misteriosas", añadió.
Como con Lavrov, la situación de Ucrania fue uno de los temas tratados: al comenzar el encuentro, Kirill subrayó que "la Iglesia no puede jugar ningún otro papel que la pacificación cuando las personas están en conflicto entre sí": "Apreciamos mucho que también esta vez hayamos encontrado comprensión recíproca sobre el papel que deben desempeñar nuestras Iglesias en relación con la reconciliación de la población en Ucrania".
En cuanto a la relación estrictamente religiosa entre católicos y ortodoxos, Parolin defendió "el ecumenismo de la santidad: los santos nos unen porque están más cerca de Dios y nos ayudan a caminar con mayor velocidad hacia el abrazo fraterno y la comunión eucarística".
Parolin se refería, señala Vatican Insider, al envío a Rusia para su veneración en Moscú y San Petersburgo, por más de dos millones de fieles, de las reliquias de San Nicolás: el fragmento de costilla del santo dejó la ciudad italiana de Bari el pasado 21 de mayo, por primera vez desde hace 930 años. Kiril afirmó que fue "un evento excepcional para la historia de nuestras iglesias", consecuencia de su conversación con Francisco en Cuba.
En una entrevista concedida a la agencia Tass, Parolin reafirmó la "apertura que se ha instalado en los últimos años con la jerarquía ortodoxa", basada en "mirarse no con el trasfondo del pasado" sino con el de la "comunión deseada y perseguida", por lo que espera "nuevos y, agregaría, inéditos pasos para el desarrollo del dialogo ecuménico" entre católicos y ortodoxos. Unas palabras que parecen referidas a la posible visia del Papa a Rusia, asunto que figuraba entre los puntos a tratar tanto con Kiril como con Lavrov.
Preocupación común por los cristianos perseguidos
Horas antes, Parolin y Lavrov habían mostrado su coincidencia en la preocupación por la situación de los cristianos perseguidos en Oriente Medio y en África. En la rueda de prensa posterior al encuentro Parolin recordó la “constante” preocupación de la Santa Sede por que “se preserve la libertad religiosa en cualquier estado y en cualquier situación política”.
También se abordaron en la reunión algunos problemas de la Iglesia en Rusia, como los permisos de residencia para el personal religioso no ruso y la restitución de algunas iglesias imprescindibles para la atención pastoral a los católicos. Se constató la voluntad de "encontrar solución" a estos asuntos y "la voluntad de seguirlos".
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