Hollande mostró al Papa la gratitud de Francia por el papel de la Iglesia en las crisis terroristas
El presidente francés, François Hollande, fue recibido este miércoles en un estudio del Aula Pablo VI por el Papa Francisco, con quien mantuvo un encuentro de 40 minutos en un clima cordial tras las tensiones de los últimos meses.
El clima diplomático entre ambos estados se deterioró tras la negativa de la Santa Sede a dar el placet al embajador propuesto por París, Laurent Stefanini. No por ser gay, sino por su posición abiertamente favorable al llamado "matrimonio" homosexual. La crisis se saldó con la retirada de la propuesta por parte del Gobierno francés y la propuesta y placet a otro embajador, Philippe Zeller.
Pero ha sido sobre todo la actitud de la Iglesia ante las sucesivas crisis terroristas padecidas en los últimos meses por Francia lo que ha mejorado las relaciones. Tras las masacres de París en noviembre de 2015 y de Niza en julio de este año, y poco después el degollamiento del padre Jacques Hamel, "las declaraciones de los representantes de la Iglesia de Francia han sido muy importantes y han contribuido a la unidad de Francia", destacó Hollande antes del encuentro.
El presidente galo visitó la iglesia de San Luis de los Franceses, en el centro histórico de Roma, y allí se detuvo unos instantes en silencio ante una capilla dedicada desde noviembre pasado a las víctimas del terrorismo, donde peregrinos de todos los países dejaron diversos testimonios escritos de su solidaridad con los franceses. Le fueron mostrados por el rector de la iglesia, monseñor François Bousquet, quien declaró que "le interesaron mucho".
Gratitud y protección a los cristianos de Oriente
Al salir del templo, en declaraciones a los medios, Hollande especificó que trasladaría al Papa "un mensaje de reconocimiento y gratitud": "El Papa, tras las pruebas que han supuesto el asesinato del padre Hamel y los atentados de Niza, tuvo palabras muy reconfortantes. Me confió que se consideraba un hermano al lado del pueblo francés. Es muy importante decirle al Papa que hemos sido muy sensibles a sus palabras", añadió el presidente galo.
Quien concluyó recordando la postura de su gobierno: "Cuando una iglesia es alcanzada, cuando un sacerdote es asesinado, toda la República es profanada. La República debe asegurar la libertad de todos los cultos, la libertad de creer o de no creer, siempre que se asegure el respeto a los demás".
Respecto a la situación en el Cercano Oriente, reivindicó el histórico papel de Francia como protectora de los cristianos: "Cada uno en nuestro lugar, tenemos esa vocación. Francia, como protectora de los cristianos de Oriente, sabe que ellos contribuyen al equilibrio regional".
En la reunión posterior participaron el embajador Zeller, y el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, quien se implicó muy particularmente en la seguridad de los actos de la festividad de la Asunción en el santuario de Lourdes.
Hollande regaló al Papa una porcelana de Sévres con el escudo de Francia, y Francisco al presidente francés una escultura en bronce de la artista Daniela Fusco sobre la profecía de Isaías que habla del desierto que se transforma en un jardín, así como sendos ejemplares de la encíclica Laudato Si’ y de las exhortaciones apostólicas Amoris Laetitia y de la Evangelii Gaudium.