En «Informe sobre la esperanza» (BAC) pone como ejemplo a Santa Teresa de Jesús
El cardenal Müller, un entusiasta de la Iglesia del Siglo de Oro y de la obra de España en América
El cardenal Gerhard Ludwig Müller habla perfectamente castellano y "se permite incluso bromear en la lengua de Cervantes", según afirma el sacerdote Carlos Granados, director de la BAC (Biblioteca de Autores Cristianos), quien le ha entrevistado en el volumen Informe sobre la esperanza, de reciente aparición.
Lo aprendió durante sus estancias en Perú como profesor visitante de la Universidad de Cuzco, fruto de las cuales es también su amistad con Gustavo Gutiérrez, teólogo de la liberación con quien llegó incluso a publicar en 2004 un libro en común: Del lado de los pobres. En Informe sobre la esperanza, Müller aclara que "el Magisterio reciente ha valorado críticamente sólo algunos de los elementos de la Teología de la Liberación", en concreto "la utilización parcial de instrumentos conceptuales marxistas, radicalmente contrarios a la antropología cristiana".
Esta vinculación hispánica se ha traducido en distinciones como el doctorado honoris causa por la Pontificia Universidad Católica de Perú en 2008, cuando ya era obispo de Ratisbona (Regensburg) y aún faltaban cuatro años para que su maestro Joseph Ratzinger, ahora Benedicto XVI, le nombrase prefecto del dicasterio que ocupa.
El cardenal Müller, ataviado con un poncho peruano con Gustavo Gutiérrez.
El caso es que el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe tiene también una visión muy alejada del marxismo en cuanto a la labor de España en América. Y así lo manifiesta justo en los pasajes del libro en los que explica el sentido de que la Iglesia pida perdón por algunos aspectos de su pasado.
"La historia de la Iglesia no es una historia vergonzante que deba ser cubierta con una disculpa. Antes bien al contrario, es una historia de gracia", sostiene, "marcada por el testimonio de tantos santos, muchos de ellos mártires".
Pone precisamente como ejemplo "la misma evangelización del continente americano", pese a "algunos errores y pecados, que los hubo", justo "para dar gracias por aquel evento admirable de fe y de civilización, en el que algunos europeos, principalmente españoles del siglo XVI, dieron a aquel ´nuevo mundo´, de forma generosa y hasta heroica, lo mejor que tenían, es decir, su fe".
"¿Qué sería México sin la devoción a la Virgen de Guadalupe?", concluye: "¿Qué sería de América sin la eminente labor cultural realizada en sus universidades surgidas al amparo de la Iglesia? El catolicismo siempre será deudor del impulso misionero y evangelizador de España".
Este buen conocimiento de la historia de la Iglesia de España se manifiesta también en otras páginas del libro, siempre para ensalzar su papel. Así, al aplicar a la Iglesia el concepto del historiador Arnold J. Toynbee de "minoría creativa" que alumbra una época nueva desde una época decadente, pone como ejemplo a Santa Teresa de Jesús.
Concha Velasco, en su gran caracterización televisiva de "la monja andariega" que junto a otra minoría de santos, según el cardenal Müller, sacó a la Iglesia española del conformismo.
"En tiempos de Santa Teresa de Ávila", explica, "había ciertamente muchos monjes y monjas en España, pero el cristianismo carecía frecuentemente de pujanza. Se podría decir que era un cristianismo satisfecho de sí mismo, demasiado secularizado y mundanizado. Sin embargo, una pequeña minoría de santos fecundó la Iglesia de España con savia nueva tal, que pudo transfigurar la sociedad entera de su época, acogiendo la novedad del tiempo sin romper con el pasado de la gran tradición eclesial. Sin la voz profética de aquella minoría creativa, la Iglesia del Siglo de Oro español no habría podido reconocer el paso de Jesús en su historia como lo hizo en aquel momento".
Lo aprendió durante sus estancias en Perú como profesor visitante de la Universidad de Cuzco, fruto de las cuales es también su amistad con Gustavo Gutiérrez, teólogo de la liberación con quien llegó incluso a publicar en 2004 un libro en común: Del lado de los pobres. En Informe sobre la esperanza, Müller aclara que "el Magisterio reciente ha valorado críticamente sólo algunos de los elementos de la Teología de la Liberación", en concreto "la utilización parcial de instrumentos conceptuales marxistas, radicalmente contrarios a la antropología cristiana".
Esta vinculación hispánica se ha traducido en distinciones como el doctorado honoris causa por la Pontificia Universidad Católica de Perú en 2008, cuando ya era obispo de Ratisbona (Regensburg) y aún faltaban cuatro años para que su maestro Joseph Ratzinger, ahora Benedicto XVI, le nombrase prefecto del dicasterio que ocupa.
El cardenal Müller, ataviado con un poncho peruano con Gustavo Gutiérrez.
El caso es que el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe tiene también una visión muy alejada del marxismo en cuanto a la labor de España en América. Y así lo manifiesta justo en los pasajes del libro en los que explica el sentido de que la Iglesia pida perdón por algunos aspectos de su pasado.
"La historia de la Iglesia no es una historia vergonzante que deba ser cubierta con una disculpa. Antes bien al contrario, es una historia de gracia", sostiene, "marcada por el testimonio de tantos santos, muchos de ellos mártires".
Pone precisamente como ejemplo "la misma evangelización del continente americano", pese a "algunos errores y pecados, que los hubo", justo "para dar gracias por aquel evento admirable de fe y de civilización, en el que algunos europeos, principalmente españoles del siglo XVI, dieron a aquel ´nuevo mundo´, de forma generosa y hasta heroica, lo mejor que tenían, es decir, su fe".
"¿Qué sería México sin la devoción a la Virgen de Guadalupe?", concluye: "¿Qué sería de América sin la eminente labor cultural realizada en sus universidades surgidas al amparo de la Iglesia? El catolicismo siempre será deudor del impulso misionero y evangelizador de España".
Este buen conocimiento de la historia de la Iglesia de España se manifiesta también en otras páginas del libro, siempre para ensalzar su papel. Así, al aplicar a la Iglesia el concepto del historiador Arnold J. Toynbee de "minoría creativa" que alumbra una época nueva desde una época decadente, pone como ejemplo a Santa Teresa de Jesús.
Concha Velasco, en su gran caracterización televisiva de "la monja andariega" que junto a otra minoría de santos, según el cardenal Müller, sacó a la Iglesia española del conformismo.
"En tiempos de Santa Teresa de Ávila", explica, "había ciertamente muchos monjes y monjas en España, pero el cristianismo carecía frecuentemente de pujanza. Se podría decir que era un cristianismo satisfecho de sí mismo, demasiado secularizado y mundanizado. Sin embargo, una pequeña minoría de santos fecundó la Iglesia de España con savia nueva tal, que pudo transfigurar la sociedad entera de su época, acogiendo la novedad del tiempo sin romper con el pasado de la gran tradición eclesial. Sin la voz profética de aquella minoría creativa, la Iglesia del Siglo de Oro español no habría podido reconocer el paso de Jesús en su historia como lo hizo en aquel momento".
FICHA TÉCNICA | COMPRA ONLINE | |||
Título: | Informe sobre la esperanza | Ocio Hispano | ||
Autor: | Gerhard Ludwig Müller (con Carlos Granados) | |||
Editorial: | BAC (Biblioteca de Autores Cristianos) | |||
Páginas: | 238 páginas | |||
Precio | 14,00 € | |||
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