El periodista Fittipaldi dice que los documentos que le filtró Lucio Vallejo eran poco interesantes
Prosiguen los interrogatorios en los tribunales del Vaticano por el caso conocido como Vatileaks 2, el juicio por el robo y filtración a la prensa de documentos reservados sobre la reforma económica de la Santa Sede, que tiene cinco imputados.
El sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda fue interrogado este lunes y concluyó sus declaraciones el martes por la mañana. En la tarde del martes fue interrogado el periodista italiano Emiliano Fittipaldi, autor del libro Avaricia.
Los otros imputados son Nicola Maio, secretario de monseñor Vallejo; la relaciones públicas Francesca Immacolata Chaouqui y el periodista Gianluigi Nuzzi.
Vallejo, en el interrogatorio del lunes, respondiendo al fiscal, reconoció haber pasado documentos a los periodistas y haberlo hecho porque se sentía bajo mucha presión y amenazado.
Por su parte, en el martes la abogada de Francesca Chaouqui ha querido profundizar en algunas de las declaraciones de Vallejo del lunes.
Los lamentos, y luego las amenazas, de Chaouqui
Así, el sacerdote español ha precisado que él se hubiera sentido más tranquilo si supiera que Chaouqui formaba parte de los servicios secretos, tal y como ella le había contado. Las conversaciones entre ambos las ha definido como normales de trabajo y que eran más frecuentes con ella porque era el miembro de la Comisión COSEA que se encontraba en Roma.
Con el tiempo, cuenta monseñor Vallejo, las llamadas de Francesca comenzaron a transformarse en lamentos. Y según ha indicado el sacerdote, cuando a ella le quitaron la tarjeta de acceso al Vaticano se enfadó mucho. Finalmente, en el verano de 2014 trató de distanciarse de ella.
En tema central de la mañana de interrogatorio de monseñor Lucio han sido las amenazas, que según él le movían a actuar.
Así, él ha explicado que amigos y conocidos de España le advirtieron que le estaban investigando y hacían preguntas sobre él. A propósito de las amenazas, ha citado un mensaje de whatsapp, que está a disposición del tribunal, enviado por Francesca en el que le dijo “te destruiré delante de todos los periódicos y sabes que puedo hacerlo”. “Si esto no es una amenaza concreta…”, ha añadido el sacerdote.
Por otro lado, ha señalado que cuando vio lo que él define como “el mundo” o “entorno” de Chaouqui, quiso entender si estas personas–los periodistas– estaban vinculados. Porque “podían hacer mucho mal”.
Asimismo ha asegurado que nunca vio a Francesca Chaouqui entregar documentos a los periodistas y que él no informó a nadie sobre su intención de hacerlo. “Entregar estos documentos era un modo de pagar mi libertad”, ha declarado.
El trato con los periodistas
Monseñor Vallejo ha aclarado que no hubo “amenazas directas o concretas” por parte de los periodistas, pero sí se “sentía amenazado”.
A propósito de su relación con los periodistas, ha explicado que los conoció por separado y que con Fittipaldi llegó a reunirse unas cuatro o cinco veces.
Además ha aclarado que consideraba a Nuzzi más cercano a “ese entorno peligroso” de Chaouqui.
Las declaraciones del periodista Fittipaldi
Por la tarde del martes le ha tocado declarar a Fittipaldi. El periodista se ha acogido al secreto profesional en dos ocasiones concretas durante el interrogatorio. Por este motivo no ha explicado nada sobre el contenido de los encuentro con monseñor Vallejo ni sobre el contenido de los documentos. Sí ha explicado que fue Chaouqui quien le presentó a monseñor Vallejo.
Según lo contado por Fittipaldi, monseñor Vallejo le entregó 20 folios, sin que él le pidiera nada, y los dio espontáneamente. A propósito de esta documentación ha señalado su escaso valor periodístico y ha admitido que utilizó solo dos documentos para su libro, que en realidad estaba ya prácticamente terminado en ese momento. Esto sucedió en mayo de 2015.
También ha confirmado que sólo ha conocido a Nuzzi y a Maio con el inicio del juicio. Del mismo modo ha asegurado que nunca ha amenazado a monseñor Vallejo.
Chaouqui, embarazada, entre el juicio y el hospital
La sesión de la tarde ha concluido con la señora Chaouquí saliendo del aula porque se encontraba mal. Ya el lunes su abogada explicó que existe un riesgo de parto prematuro. A continuación llegaron los médicos y la ambulancia para atenderla. La abogada ha pedido al tribunal el historial clínico de su defendida que entregaron ayer, porque los médicos querían llevarla al hospital. Finalmente, Chaouquí ha entrado de nuevo en el aula asegurando que aunque querían ingresarla ella quería seguir con la sala.
El sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda fue interrogado este lunes y concluyó sus declaraciones el martes por la mañana. En la tarde del martes fue interrogado el periodista italiano Emiliano Fittipaldi, autor del libro Avaricia.
Los otros imputados son Nicola Maio, secretario de monseñor Vallejo; la relaciones públicas Francesca Immacolata Chaouqui y el periodista Gianluigi Nuzzi.
Vallejo, en el interrogatorio del lunes, respondiendo al fiscal, reconoció haber pasado documentos a los periodistas y haberlo hecho porque se sentía bajo mucha presión y amenazado.
Por su parte, en el martes la abogada de Francesca Chaouqui ha querido profundizar en algunas de las declaraciones de Vallejo del lunes.
Los lamentos, y luego las amenazas, de Chaouqui
Así, el sacerdote español ha precisado que él se hubiera sentido más tranquilo si supiera que Chaouqui formaba parte de los servicios secretos, tal y como ella le había contado. Las conversaciones entre ambos las ha definido como normales de trabajo y que eran más frecuentes con ella porque era el miembro de la Comisión COSEA que se encontraba en Roma.
Con el tiempo, cuenta monseñor Vallejo, las llamadas de Francesca comenzaron a transformarse en lamentos. Y según ha indicado el sacerdote, cuando a ella le quitaron la tarjeta de acceso al Vaticano se enfadó mucho. Finalmente, en el verano de 2014 trató de distanciarse de ella.
En tema central de la mañana de interrogatorio de monseñor Lucio han sido las amenazas, que según él le movían a actuar.
Así, él ha explicado que amigos y conocidos de España le advirtieron que le estaban investigando y hacían preguntas sobre él. A propósito de las amenazas, ha citado un mensaje de whatsapp, que está a disposición del tribunal, enviado por Francesca en el que le dijo “te destruiré delante de todos los periódicos y sabes que puedo hacerlo”. “Si esto no es una amenaza concreta…”, ha añadido el sacerdote.
Por otro lado, ha señalado que cuando vio lo que él define como “el mundo” o “entorno” de Chaouqui, quiso entender si estas personas–los periodistas– estaban vinculados. Porque “podían hacer mucho mal”.
Asimismo ha asegurado que nunca vio a Francesca Chaouqui entregar documentos a los periodistas y que él no informó a nadie sobre su intención de hacerlo. “Entregar estos documentos era un modo de pagar mi libertad”, ha declarado.
El trato con los periodistas
Monseñor Vallejo ha aclarado que no hubo “amenazas directas o concretas” por parte de los periodistas, pero sí se “sentía amenazado”.
A propósito de su relación con los periodistas, ha explicado que los conoció por separado y que con Fittipaldi llegó a reunirse unas cuatro o cinco veces.
Además ha aclarado que consideraba a Nuzzi más cercano a “ese entorno peligroso” de Chaouqui.
Las declaraciones del periodista Fittipaldi
Por la tarde del martes le ha tocado declarar a Fittipaldi. El periodista se ha acogido al secreto profesional en dos ocasiones concretas durante el interrogatorio. Por este motivo no ha explicado nada sobre el contenido de los encuentro con monseñor Vallejo ni sobre el contenido de los documentos. Sí ha explicado que fue Chaouqui quien le presentó a monseñor Vallejo.
Según lo contado por Fittipaldi, monseñor Vallejo le entregó 20 folios, sin que él le pidiera nada, y los dio espontáneamente. A propósito de esta documentación ha señalado su escaso valor periodístico y ha admitido que utilizó solo dos documentos para su libro, que en realidad estaba ya prácticamente terminado en ese momento. Esto sucedió en mayo de 2015.
También ha confirmado que sólo ha conocido a Nuzzi y a Maio con el inicio del juicio. Del mismo modo ha asegurado que nunca ha amenazado a monseñor Vallejo.
Chaouqui, embarazada, entre el juicio y el hospital
La sesión de la tarde ha concluido con la señora Chaouquí saliendo del aula porque se encontraba mal. Ya el lunes su abogada explicó que existe un riesgo de parto prematuro. A continuación llegaron los médicos y la ambulancia para atenderla. La abogada ha pedido al tribunal el historial clínico de su defendida que entregaron ayer, porque los médicos querían llevarla al hospital. Finalmente, Chaouquí ha entrado de nuevo en el aula asegurando que aunque querían ingresarla ella quería seguir con la sala.
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