Jimmy Burns Marañón: claves reposadas para comprender a Francisco
Su formación ignaciana y su juventud de ambiente peronista: sin ellas no se puede entender al Papa
El periodista Jimmy Burns Marañón tiene en su biografía algunos elementos interesantes a la hora de abordar la figura de Jorge Bergoglio y de su pontificado en su libro Franciscus (Stella Maris). Para empezar, el haber sido educado en un prestigioso internado jesuita inglés desde 1966, cuando tenía 13 años. También, el conocer bien la sociedad argentina. Y, como hijo de española e inglés (su abuelo fue el famoso médico y escritor Gregorio Marañón) disfruta de una cierta perspectiva internacional de los hechos. Su libro, además, se ha destilado con tiempo e investigación, no es de esas biografías apresuradas obligadas por la actualidad.
La primera versión de “Franciscus”, en inglés, fue alabada por la prensa internacional por su forma de adentrarse en aspectos del contexto político de la carrera eclesial del personaje: la influencia del peronismo en su juventud y su pensamiento, su choque con los Kirchner, su postura durante las dictaduras… Esta versión en español de 2016 está ampliada y actualizada con sus casi 3 primeros años de pontificado, incluyendo su viaje a Estados Unidos y hasta el viaje a República Centroafricana.
- ¿Sirve haber estudiado en un colegio jesuita para entender al Papa Francisco?
- Creo que sí. Una de las llaves para entender a Jorge Bergoglio es su formación jesuita e ignaciana. Eso ha definido su visión de la relación entre Iglesia y sociedad. Yo digo que lo ignaciano implica un “ver a Dios en todas las personas”. Así que Dios es un Dios de las sorpresas y por eso Francisco es el Papa de las sorpresas. Él busca decir las cosas de maneras nuevas, con una espiritualidad muy abierta al mundo.
- Hay quien dice que para entender a Francisco hay que entender el peronismo. ¿Qué es lo que hemos de entender de esa dimensión los que no somos argentinos?
- Esa es la otra llave para comprender al Papa. Los que no han vivido la política argentina les cuesta entender el peronismo, porque no encaja en los esquemas de partidos europeos... En su momento era una especie de tercera vía entre marxismo y capitalismo, un movimiento que buscaba romper barreras, algo popular, de masas... El joven Bergoglio tomó de ahí un discurso de programa social, muy influenciado por la Doctrina Social de la Iglesia, la de León XIII y Pío XII. Él, en el seminario y de adolescente, podía ver el peronismo como algo compatible con la fe. Que nadie piense en el programa de Chávez, ni de Podemos ni la revolución boliviana. Su visión busca la justicia social y destacar lo humano en la economía.
»Pero también dio el paso a criticar el caudillismo y cierto populismo. Cuando fue arzobispo de Buenos Aires se mantuvo muy crítico con el gobierno peronista de los Kirchner. Denunciaba la corrupción en el poder político, la influencia del crimen, el narcotráfico…
- De vez en cuando Francisco predica contra las donaciones de dinero a la Iglesia por parte de personalidades que se enriquecen de forma inmoral… A muchos, al menos en España, nos suena extraño o muy antiguo.
- Esas donaciones que son como un lavado de dinero son más bien un fenómeno latinoamericano. Él viene de la experiencia latinoamericana. Pero yo creo que Francisco ha mostrado que es un líder espiritual global que llega a gente de todo el mundo.
- ¿Por ejemplo?
- Su encíclica sobre la ecología va más allá de lo que puedas encontrar en los manifiestos de Partidos Verdes. Es una encíclica casi revolucionaria para cualquier sociedad: española, latina, alemana o inglesa… Pide cambiar el comportamiento de las personas y las comunidades y exige responsabilidad a los políticos. Esto es un lenguaje que todo el mundo entiende. Él es un líder mundial en una época en la que faltan verdaderos líderes mundiales. Él sabe reclamar el bien común de una forma comprensible.
Jimmy Burns en Londres; su doble herencia inglesa y española y su educación en un colegio jesuita le han ayudado a tener una perspectiva más amplia al estudiar la figura de Francisco
- ¿Qué cosas cree que ha aprendido Francisco en el tiempo que lleva en el Pontificado?
- Con una perspectiva optimista yo diría que ha aprendido que en el mundo hay mucha gente de buena fe, gente generosa, cristiana y no cristiana. Y ha aprendido a buscarla en este mundo tan desesperanzado.
- ¿Y sus dificultades?
- El reto de reformar la Iglesia es enorme. Es una institución de 2000 años con un sector muy inmovilista, que lo ven como una amenaza. Hay un sector de jerarcas en la trinchera a los que que les cuesta aceptarlo.
- Usted tiene un pie en el mundo anglófono y otro en el hispano. ¿Entienden al Papa los anglohablantes, incluso los católicos anglohablantes?
- Él contacta con todo el mundo, y el ejemplo son sus viajes. Lo vemos en esa escena clave al entrar en el Congreso norteamericano. Empieza hablando en inglés, y a los 5 minutos ya le están aplaudiendo los congresistas, de pie. Al día siguiente llega a Naciones Unidas, con otro discurso en español y en un inglés muy malo. Da igual, es otro éxito. Si va al Reino Unido, como hizo Benedicto XVI, veremos cómo arrasa y se pone a la gente en el bolsillo.
»Tiene un gran carisma y poder de comunicación, pero no de masas, sino personal, uno a uno. Yo mismo lo he vivido: como se para, se acerca a ti, conecta contigo, te hace sentir que eres el único en la multitud, te hace sentir especial y muy humano…
- Juan Pablo II, al visitar Hispanoamérica, solía mencionar agradecido el papel evangelizador de España y sus misioneros. Francisco ha visitado ya varios países hispanos y no parece mostrar gran aprecio por estas raíces, no menciona España…
- Pero tiene una espiritualidad ignaciana y San Ignacio era español. Esa espiritualidad la tiene en la médula. Ya en aquella primera entrevista a La Civiltà Catolica se notaba. Cuando habla de la Iglesia como un hospital de campaña, es una idea ignaciana. Él insiste en la idea de que todos estamos dañados y necesitamos ser curados.
- ¿Qué le queda por hacer al Papa en los próximos años?
- Espero que prosiga, como dice la canción: "hacer camino". Quiere transformar la institución eclesial para que no sea un museo, sino que la Iglesia abra al mundo puertas y ventanas. Que haya comunidad cristiana, que los pastores huelan a oveja, como dice él, que los clérigos no sean como funcionarios que hacen carrera para ascender…
»En el ámbito diplomático, vemos que puede mediar e influir con eficacia. ¿Quien habría imaginado que habría un acuerdo entre EEUU y Cuba, un acercamiento con Irán, acuerdos ecológicos entre muchos países? Son cosas pequeñas pero tangibles en la línea que Francisco promueve. En contra tiene la edad: tiene casi 80 años... Espero que el Papa que venga después siga su ruta.
(Puede adquirirse el libro Franciscus aquí, en la librería virtual OcioHispano)
La primera versión de “Franciscus”, en inglés, fue alabada por la prensa internacional por su forma de adentrarse en aspectos del contexto político de la carrera eclesial del personaje: la influencia del peronismo en su juventud y su pensamiento, su choque con los Kirchner, su postura durante las dictaduras… Esta versión en español de 2016 está ampliada y actualizada con sus casi 3 primeros años de pontificado, incluyendo su viaje a Estados Unidos y hasta el viaje a República Centroafricana.
- ¿Sirve haber estudiado en un colegio jesuita para entender al Papa Francisco?
- Creo que sí. Una de las llaves para entender a Jorge Bergoglio es su formación jesuita e ignaciana. Eso ha definido su visión de la relación entre Iglesia y sociedad. Yo digo que lo ignaciano implica un “ver a Dios en todas las personas”. Así que Dios es un Dios de las sorpresas y por eso Francisco es el Papa de las sorpresas. Él busca decir las cosas de maneras nuevas, con una espiritualidad muy abierta al mundo.
- Hay quien dice que para entender a Francisco hay que entender el peronismo. ¿Qué es lo que hemos de entender de esa dimensión los que no somos argentinos?
- Esa es la otra llave para comprender al Papa. Los que no han vivido la política argentina les cuesta entender el peronismo, porque no encaja en los esquemas de partidos europeos... En su momento era una especie de tercera vía entre marxismo y capitalismo, un movimiento que buscaba romper barreras, algo popular, de masas... El joven Bergoglio tomó de ahí un discurso de programa social, muy influenciado por la Doctrina Social de la Iglesia, la de León XIII y Pío XII. Él, en el seminario y de adolescente, podía ver el peronismo como algo compatible con la fe. Que nadie piense en el programa de Chávez, ni de Podemos ni la revolución boliviana. Su visión busca la justicia social y destacar lo humano en la economía.
»Pero también dio el paso a criticar el caudillismo y cierto populismo. Cuando fue arzobispo de Buenos Aires se mantuvo muy crítico con el gobierno peronista de los Kirchner. Denunciaba la corrupción en el poder político, la influencia del crimen, el narcotráfico…
- De vez en cuando Francisco predica contra las donaciones de dinero a la Iglesia por parte de personalidades que se enriquecen de forma inmoral… A muchos, al menos en España, nos suena extraño o muy antiguo.
- Esas donaciones que son como un lavado de dinero son más bien un fenómeno latinoamericano. Él viene de la experiencia latinoamericana. Pero yo creo que Francisco ha mostrado que es un líder espiritual global que llega a gente de todo el mundo.
- ¿Por ejemplo?
- Su encíclica sobre la ecología va más allá de lo que puedas encontrar en los manifiestos de Partidos Verdes. Es una encíclica casi revolucionaria para cualquier sociedad: española, latina, alemana o inglesa… Pide cambiar el comportamiento de las personas y las comunidades y exige responsabilidad a los políticos. Esto es un lenguaje que todo el mundo entiende. Él es un líder mundial en una época en la que faltan verdaderos líderes mundiales. Él sabe reclamar el bien común de una forma comprensible.
Jimmy Burns en Londres; su doble herencia inglesa y española y su educación en un colegio jesuita le han ayudado a tener una perspectiva más amplia al estudiar la figura de Francisco
- ¿Qué cosas cree que ha aprendido Francisco en el tiempo que lleva en el Pontificado?
- Con una perspectiva optimista yo diría que ha aprendido que en el mundo hay mucha gente de buena fe, gente generosa, cristiana y no cristiana. Y ha aprendido a buscarla en este mundo tan desesperanzado.
- ¿Y sus dificultades?
- El reto de reformar la Iglesia es enorme. Es una institución de 2000 años con un sector muy inmovilista, que lo ven como una amenaza. Hay un sector de jerarcas en la trinchera a los que que les cuesta aceptarlo.
- Usted tiene un pie en el mundo anglófono y otro en el hispano. ¿Entienden al Papa los anglohablantes, incluso los católicos anglohablantes?
- Él contacta con todo el mundo, y el ejemplo son sus viajes. Lo vemos en esa escena clave al entrar en el Congreso norteamericano. Empieza hablando en inglés, y a los 5 minutos ya le están aplaudiendo los congresistas, de pie. Al día siguiente llega a Naciones Unidas, con otro discurso en español y en un inglés muy malo. Da igual, es otro éxito. Si va al Reino Unido, como hizo Benedicto XVI, veremos cómo arrasa y se pone a la gente en el bolsillo.
»Tiene un gran carisma y poder de comunicación, pero no de masas, sino personal, uno a uno. Yo mismo lo he vivido: como se para, se acerca a ti, conecta contigo, te hace sentir que eres el único en la multitud, te hace sentir especial y muy humano…
- Juan Pablo II, al visitar Hispanoamérica, solía mencionar agradecido el papel evangelizador de España y sus misioneros. Francisco ha visitado ya varios países hispanos y no parece mostrar gran aprecio por estas raíces, no menciona España…
- Pero tiene una espiritualidad ignaciana y San Ignacio era español. Esa espiritualidad la tiene en la médula. Ya en aquella primera entrevista a La Civiltà Catolica se notaba. Cuando habla de la Iglesia como un hospital de campaña, es una idea ignaciana. Él insiste en la idea de que todos estamos dañados y necesitamos ser curados.
- ¿Qué le queda por hacer al Papa en los próximos años?
- Espero que prosiga, como dice la canción: "hacer camino". Quiere transformar la institución eclesial para que no sea un museo, sino que la Iglesia abra al mundo puertas y ventanas. Que haya comunidad cristiana, que los pastores huelan a oveja, como dice él, que los clérigos no sean como funcionarios que hacen carrera para ascender…
»En el ámbito diplomático, vemos que puede mediar e influir con eficacia. ¿Quien habría imaginado que habría un acuerdo entre EEUU y Cuba, un acercamiento con Irán, acuerdos ecológicos entre muchos países? Son cosas pequeñas pero tangibles en la línea que Francisco promueve. En contra tiene la edad: tiene casi 80 años... Espero que el Papa que venga después siga su ruta.
(Puede adquirirse el libro Franciscus aquí, en la librería virtual OcioHispano)
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