Los sinodales coinciden en que la actual educación sexual «es desastrosa» y la Iglesia debe actuar
Entre los temas que se han tratado entre la tarde del jueves y la mañana del viernes en el Sínodo de los Obispos, algunas de las intervenciones denunciaron el “martirio silencioso” que sufren las víctimas de abusos sexuales, el incesto y la violencia al interior de las familias en distintas partes del mundo.
En conferencia de prensa realizada este viernes, el asistente en inglés de la Sala Stampa del Vaticano, Thomas Rosica, explicó que en las intervenciones que algunos obispos han hecho en esa lengua se denunció “el martirio silencioso donde el incesto se lleva a cabo. La Iglesia tiene que ser voz y darles voz a las víctimas de estas situaciones”, incluidos aquellos que sufren abusos y violencia.
En estas situaciones dolorosas, han dicho los obispos, se puede constatar “los efectos desastrosos de la mala educación sexual y de la mala influencia de los medios”, razón por la cual “la Iglesia tienen que educar bien en este aspecto a sus hijos, porque también es maestra”.
El asistente en español de la Sala Stampa, padre Manuel Dorantes, dijo a su turno que los obispos han resaltado la importancia de la preparación para el matrimonio, justamente en este tema de la educación sexual y destacó “la importancia de que la Iglesia entre en este ámbito de forma clara porque la actual educación sexual es desastrosa”. Los prelados indicaron que el tema de la sexualidad debe ser rectamente entendido para mostrarlo en su plenitud y belleza.
Los padres de familia, han dicho los obispos, “muchas veces no hablan de este tema y no presentan la buena noticia de la sexualidad humana, que no es un camino de pecado sino de amor”, señaló el padre Dorantes.
De otro lado el padre Bernard Hagenkord, asistente en alemán, dijo que en el Sínodo se han escuchado varias intervenciones sobre experiencias personales de los auditores y dos intervenciones sobre la encíclica del Beato Papa Pablo VI Humanae Vitae que resalta la relación del amor humano y el amor divino.
El Matrimonio está formado por un hombre y una mujer
En la conferencia de prensa también participaron dos delegados fraternos invitados al Sínodo. Uno de ellos fue el Metropolita Stephanos de Tallinn, primado de la Iglesia ortodoxa de Estonia que asiste al Sínodo en representación del Patriarca de Constantinopla.
En su intervención dijo que “la familia se hace a partir de una realidad: el hombre y la mujer, la pareja humana. No son dos hombres ni dos mujeres. Esta diferencia sexual nos permite encontrar la plenitud de la naturaleza” del ser humano: “En la vida, en la naturaleza no hay evolución posible sin esta diferencia. Por eso tenemos un rol para cumplir para la vida del mundo, para mantener nuestra doctrina. Es por la vida del mundo que debemos dar este testimonio”, agregó.
Para el Metropolita, los medios de comunicación deben “buscar lo positivo y no el escándalo. Hay un Sínodo, una Iglesia reunida allí. Es lógico que haya diferentes ideas pero es mejor construir y no destruir”.
El padre Federico Lombardi, director de la Sala Stampa del Vaticano, explicó asimismo que en la tarde del jueves intervinieron 30 padres sinodales y 3 parejas auditoras. En la mañana del viernes lo hicieron 27 otros auditores y los 12 delegados fraternos presentes, es decir, miembros de otras confesiones cristianas invitados a participar del Sínodo.
En conferencia de prensa realizada este viernes, el asistente en inglés de la Sala Stampa del Vaticano, Thomas Rosica, explicó que en las intervenciones que algunos obispos han hecho en esa lengua se denunció “el martirio silencioso donde el incesto se lleva a cabo. La Iglesia tiene que ser voz y darles voz a las víctimas de estas situaciones”, incluidos aquellos que sufren abusos y violencia.
En estas situaciones dolorosas, han dicho los obispos, se puede constatar “los efectos desastrosos de la mala educación sexual y de la mala influencia de los medios”, razón por la cual “la Iglesia tienen que educar bien en este aspecto a sus hijos, porque también es maestra”.
El asistente en español de la Sala Stampa, padre Manuel Dorantes, dijo a su turno que los obispos han resaltado la importancia de la preparación para el matrimonio, justamente en este tema de la educación sexual y destacó “la importancia de que la Iglesia entre en este ámbito de forma clara porque la actual educación sexual es desastrosa”. Los prelados indicaron que el tema de la sexualidad debe ser rectamente entendido para mostrarlo en su plenitud y belleza.
Los padres de familia, han dicho los obispos, “muchas veces no hablan de este tema y no presentan la buena noticia de la sexualidad humana, que no es un camino de pecado sino de amor”, señaló el padre Dorantes.
De otro lado el padre Bernard Hagenkord, asistente en alemán, dijo que en el Sínodo se han escuchado varias intervenciones sobre experiencias personales de los auditores y dos intervenciones sobre la encíclica del Beato Papa Pablo VI Humanae Vitae que resalta la relación del amor humano y el amor divino.
El Matrimonio está formado por un hombre y una mujer
En la conferencia de prensa también participaron dos delegados fraternos invitados al Sínodo. Uno de ellos fue el Metropolita Stephanos de Tallinn, primado de la Iglesia ortodoxa de Estonia que asiste al Sínodo en representación del Patriarca de Constantinopla.
En su intervención dijo que “la familia se hace a partir de una realidad: el hombre y la mujer, la pareja humana. No son dos hombres ni dos mujeres. Esta diferencia sexual nos permite encontrar la plenitud de la naturaleza” del ser humano: “En la vida, en la naturaleza no hay evolución posible sin esta diferencia. Por eso tenemos un rol para cumplir para la vida del mundo, para mantener nuestra doctrina. Es por la vida del mundo que debemos dar este testimonio”, agregó.
Para el Metropolita, los medios de comunicación deben “buscar lo positivo y no el escándalo. Hay un Sínodo, una Iglesia reunida allí. Es lógico que haya diferentes ideas pero es mejor construir y no destruir”.
El padre Federico Lombardi, director de la Sala Stampa del Vaticano, explicó asimismo que en la tarde del jueves intervinieron 30 padres sinodales y 3 parejas auditoras. En la mañana del viernes lo hicieron 27 otros auditores y los 12 delegados fraternos presentes, es decir, miembros de otras confesiones cristianas invitados a participar del Sínodo.
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