Nuevo albergue para hombres sin hogar en el Vaticano: lo mantiene la Limosnería Apostólica
El albergue del Vaticano para los sintecho está funcionando desde hace casi una semana en Via dei Penitenzieri, cerca del hospital Santo Espíritu.
El pasado jueves 7 de octubre, en la memoria litúrgica de la Virgen del Rosario, fue la inauguración oficial con la bendición de los locales y con la santa misa, presidida por el limosnero apostólico, monseñor Konrad Krajewski, en la que participaron los primeros huéspedes y los voluntarios del lugar.
El amplio local ha sido ofrecido al papa Francisco por la Casa Generalicia de la Compañía de Jesús.
De esta forma, la comunidad de los jesuitas ha querido “responder rápidamente al llamamiento del Pontífice de destinar los propios edificios a las personas necesitadas y en dificultad”, indica el comunicado de la limosnería apostólica.
Asimismo, explica que el albergue se llama “Don de Misericordia”. Don “porque es un verdadero regalo de la Comunidad religiosa” y misericordia “es el segundo nombre del amor que se expresa a través de gestos concretos y generosos hacia el prójimo”.
El lugar puede acoger hasta 34 hombres por noche y es gestionada por las hermanas de Madre Teresa de Calcuta.
Además, hay un reglamento muy preciso: una entrevista previa con las hermanas, una reserva de duración máxima de 30 días, un horario que regula los tiempos de ingreso y de apagado de luces, de despertarse y de aseo personal, para ordenar el armario y hacer la cama, y cierre.
Las personas que se alojen por la noche podrán también disfrutar de la cena ofrecida en el comedor Don de María para después ir al albergue donde dispondrán también del desayuno, así como el servicio de duchas que están bajo la columnata de la plaza de san Pedro.
Las obras para construir este albergue han sido realizadas por la limosnería, es decir, con los donativos que proceden de la distribución de las bendiciones apostólicas y de los generosos donativos de personas privadas.
De este modo, junto a las hermanas de Madre Teresa, la limosnería se compromete a sostener económicamente toda la actividad del albergue.
Cabe recordar que, desde 1988, dentro del Vaticano, en la Casa de acogida del Don de María, están a disposición 50 camas para mujeres y unas 30 están cubiertas de forma estable.
El pasado jueves 7 de octubre, en la memoria litúrgica de la Virgen del Rosario, fue la inauguración oficial con la bendición de los locales y con la santa misa, presidida por el limosnero apostólico, monseñor Konrad Krajewski, en la que participaron los primeros huéspedes y los voluntarios del lugar.
El amplio local ha sido ofrecido al papa Francisco por la Casa Generalicia de la Compañía de Jesús.
De esta forma, la comunidad de los jesuitas ha querido “responder rápidamente al llamamiento del Pontífice de destinar los propios edificios a las personas necesitadas y en dificultad”, indica el comunicado de la limosnería apostólica.
Asimismo, explica que el albergue se llama “Don de Misericordia”. Don “porque es un verdadero regalo de la Comunidad religiosa” y misericordia “es el segundo nombre del amor que se expresa a través de gestos concretos y generosos hacia el prójimo”.
El lugar puede acoger hasta 34 hombres por noche y es gestionada por las hermanas de Madre Teresa de Calcuta.
Además, hay un reglamento muy preciso: una entrevista previa con las hermanas, una reserva de duración máxima de 30 días, un horario que regula los tiempos de ingreso y de apagado de luces, de despertarse y de aseo personal, para ordenar el armario y hacer la cama, y cierre.
Las personas que se alojen por la noche podrán también disfrutar de la cena ofrecida en el comedor Don de María para después ir al albergue donde dispondrán también del desayuno, así como el servicio de duchas que están bajo la columnata de la plaza de san Pedro.
Las obras para construir este albergue han sido realizadas por la limosnería, es decir, con los donativos que proceden de la distribución de las bendiciones apostólicas y de los generosos donativos de personas privadas.
De este modo, junto a las hermanas de Madre Teresa, la limosnería se compromete a sostener económicamente toda la actividad del albergue.
Cabe recordar que, desde 1988, dentro del Vaticano, en la Casa de acogida del Don de María, están a disposición 50 camas para mujeres y unas 30 están cubiertas de forma estable.
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