La curiosa anécdota de una anciana de 92 años con el Papa relatada por el mismo Francisco
Una anciana de 92 años le dio una curiosa lección al Papa Francisco hace unos días. El viernes, en un encuentro con jóvenes en el Aula Pablo VI, el Santo Padre relató esta vivencia para explicarles la importancia de los abuelos en la familia. “Los abuelos siempre nos sorprenden”, aseguró.
“El otro día, en la Plaza (de San Pedro), en una de las audiencias de los miércoles, hacía el recorrido con el papamóvil, vi a una abuela, allí, a una anciana. ¡Se veía que era anciana! Pero tenía los ojos brillantes de alegría. Hice detener el papamóvil y me bajé. Fui a saludarla. Sonreía. ‘Dígame abuela, ¿cuántos años tiene usted?’. ‘¡92!’. ‘¡Ah, qué bien!, ¡qué alegre!’. ‘Pero dígame la receta de cómo llegar a los 92 así’. Y me dijo: ‘Sabe, ¡como raviolis!’. Y después añadió: ‘¡Y los hago yo!’”.
“Esta es una anécdota para decirles que encontrar a los abuelos es siempre una sorpresa”, explicó a los jóvenes que le escuchaban.
Francisco señaló además que “los abuelos son los grandes olvidados de este tiempo”. “Los abuelos son la memoria de una familia, la memoria del país, la memoria de la fe, porque son ellos los que nos la dan a nosotros”, dijo.
“¿Ustedes hablan con sus abuelos?”, preguntó. “Ustedes preguntan a sus abuelos: ‘abuelo, abuela, ¿cómo fue aquello?, ¿cómo se hace esto?, ¿qué hacías tú?”.
“¡Háganlo, háganlo!”, pidió a los jóvenes. “Porque los abuelos son una fuente de sabiduría ya que tienen la memoria de la vida, la memoria de la fe, la memoria de las tensiones, la memoria de los conflictos... Y son estupendos”.
“¡Háganlo, háganlo!”, pidió a los jóvenes. “Porque los abuelos son una fuente de sabiduría ya que tienen la memoria de la vida, la memoria de la fe, la memoria de las tensiones, la memoria de los conflictos... Y son estupendos”.
“Los abuelos siempre sorprenden: saben escuchar, ¡tienen una paciencia...! Podemos hablar de tres generaciones, al menos de tres. Y también cuando los abuelos viven en casa ayudan mucho a resolver las tensiones normales en una familia. No olviden a los abuelos, ¿entendido?”.
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