Peticiones mutuas de orar uno por otro
Raúl Castro: «Si el Papa sigue así, volveré a rezar y regreso a la Iglesia, y no lo digo en broma»
El presidente de Cuba, Raúl Castro, mantuvo este domingo a las 9.30 horas una reunión privada con Francisco de 55 minutos de duración en un estudio del Pontífice en la Ciudad del Vaticano.
El encuentro sirvió para preparar la visita del Papa a la isla en septiembre y examinar la nueva situación de acercamiento entre el régimen comunista cubano y Estados Unidos, un deshielo en el que la mediación de la diplomacia vaticana ha sido decisiva.
"He agradecido al Santo Padre por su contribución al reacercamiento entre Cuba y Estados Unidos", dijo el dictador al final de la audiencia, durante la cual se abordaron asimismo cuestiones como el drama de los salvamentos y naufragios de inmigrantes en el Mediterráneo.
De hecho, Castro obsequió a Francisco con una medalla conmemorativa del bicentenario de la catedral de La Habana de la que sólo se han acuñado 25 ejemplares, y un cuadro del artista cubano Alexis Leyva Machado, Kcho, que representa una gran cruz hecha con varios barcos y un niño que reza ante ella. El artista, quien fue luego presentado al Papa, le explicó que quiso aludir a la tragedia que sufren millares de personas que intentan llegar a Europa desde el Norte de África.
Por su parte, el Papa regaló a Castro un medallón de San Martín de Tours, patrón de Buenos Aires, y su exhortación apostólica Evangelii Gaudium.
Francisco salió a la puerta para despedirle (ver abajo el vídeo) y tras su habitual petición de oraciones, que extendió también a Raúl Castro, éste se volvió de repente y le pidió también que rezase por él: "Ya lo hago", dijo el Papa.
La reunión se ha celebrado en el estudio y salones adyacentes al Aula Pablo VI, el gran auditorio donde se celebran los actos vaticanos. Ese lugar es el elegido por el Papa y el protocolo Vaticano para celebrar las reuniones más familiares o de carácter menos oficial.
En una conferencia de prensa tras su posterior reunión con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, Castro elogió a Francisco: "Estoy muy impresionado por la sabiduría y la humildad del Papa. Cuando Francisco venga a Cuba voy a asistir a todas sus misas". Y añadió: "Leo todos los discursos del Papa. Si sigue así, volveré a rezar y regreso a la Iglesia, y no lo digo en broma. Aunque soy miembro del partido comunista, que no admitía a los creyentes, pero se han dado pasos adelante".
El encuentro sirvió para preparar la visita del Papa a la isla en septiembre y examinar la nueva situación de acercamiento entre el régimen comunista cubano y Estados Unidos, un deshielo en el que la mediación de la diplomacia vaticana ha sido decisiva.
"He agradecido al Santo Padre por su contribución al reacercamiento entre Cuba y Estados Unidos", dijo el dictador al final de la audiencia, durante la cual se abordaron asimismo cuestiones como el drama de los salvamentos y naufragios de inmigrantes en el Mediterráneo.
De hecho, Castro obsequió a Francisco con una medalla conmemorativa del bicentenario de la catedral de La Habana de la que sólo se han acuñado 25 ejemplares, y un cuadro del artista cubano Alexis Leyva Machado, Kcho, que representa una gran cruz hecha con varios barcos y un niño que reza ante ella. El artista, quien fue luego presentado al Papa, le explicó que quiso aludir a la tragedia que sufren millares de personas que intentan llegar a Europa desde el Norte de África.
Por su parte, el Papa regaló a Castro un medallón de San Martín de Tours, patrón de Buenos Aires, y su exhortación apostólica Evangelii Gaudium.
Francisco salió a la puerta para despedirle (ver abajo el vídeo) y tras su habitual petición de oraciones, que extendió también a Raúl Castro, éste se volvió de repente y le pidió también que rezase por él: "Ya lo hago", dijo el Papa.
La reunión se ha celebrado en el estudio y salones adyacentes al Aula Pablo VI, el gran auditorio donde se celebran los actos vaticanos. Ese lugar es el elegido por el Papa y el protocolo Vaticano para celebrar las reuniones más familiares o de carácter menos oficial.
En una conferencia de prensa tras su posterior reunión con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, Castro elogió a Francisco: "Estoy muy impresionado por la sabiduría y la humildad del Papa. Cuando Francisco venga a Cuba voy a asistir a todas sus misas". Y añadió: "Leo todos los discursos del Papa. Si sigue así, volveré a rezar y regreso a la Iglesia, y no lo digo en broma. Aunque soy miembro del partido comunista, que no admitía a los creyentes, pero se han dado pasos adelante".
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