El Papa evoca ante 80.000 miembros de Comunión y Liberación lo mucho que le influyó Giussani
Entrañable, alegre y multitudinario encuentro el celebrado la mañana de este sábado en el Vaticano en la audiencia del Papa Francisco con aproximadamente 80.000 fieles de Comunión y Liberación llegados de 47 países del mundo, reunidos en la plaza de San Pedro de Roma.
El Santo Padre, muy agradecido por el cariño con el que fue recibido y por las palabras de Julián Carrón, presidente de la Fraternidad Comunión y Liberación, aseguró que la labor de monseñor Luigi Giussani, el fundador, ha marcado tanto su vida sacerdotal como la personal a través de sus libros y artículos. “Su pensamiento es profundamente humano y llega hasta el más íntimo anhelo del hombre”, aseguró Francisco. Y así recordó la importancia que tenía para monseñor Giussani el encuentro, “el encuentro no con una idea, sino con una Persona, con Jesucristo” que es quien “nos da la libertad”.
El Papa lanzó un consejo: "¡El carisma no se conserva en una botella de agua destilada! Fidelidad al carisma no quiere decir ´petrificarlo´ -es el diablo el que ´petrifica´- no significa escribirlo en un pergamino y ponerlo en un cuadro. La referencia al legado que os ha dejado Don Giussani no puede reducirse a un museo de recuerdos, de decisiones tomadas, de normas de conducta. Comporta, en cambio, fidelidad a la tradición, y fidelidad a la tradición, decía Mahler, significa tener vivo el fuego, no adorar las cenizas. Don Giussani no os perdonaría nunca que perdierais la libertad y os transformarais en guías de museo o adoradores de cenizas".
Asimismo, pidió a los fieles que recuerden que "en el centro solo está el Señor", que nos precede siempre, y que salgan a la búsqueda de los alejados para "servir a Jesús en cada persona marginada, abandonada, sin fe, decepcionada por la Iglesia, prisionera de su propio egoísmo".
"Cuando somos esclavos de la autorreferencialidad terminamos por cultivar una ´espiritualidad de etiqueta´: ´Soy CL´. Esta es la etiqueta; y luego caemos en las mil trampas que nos ofrece la complacencia autorreferencial, el mirarnos en el espejo que nos lleva a desorientarnos y convertimos en meros empresarios de una ONG. ´Salir´ significa también rechazar la autorreferencialidad, en todas sus formas, significa saber escuchar a aquellos que no son como nosotros, aprendiendo de todos, con sincera humildad", concluyó.