Nueva advertencia reformista del Papa Francisco ante las «estructuras caducas» de la Iglesia
El Papa afirmó este sábado, en la homilía de su diaria misa en la capilla de la residencia de Santa Marta, que "no hay que tener miedo de renovar las estructuras de la Iglesia".
En la línea de otras reflexiones suyas contra lo que denomina tentación pelagiana (como cuando afirma que "es más fácil amar a Dios que dejarse amar por Él"), Francisco comenzó el sermón explicando que ser cristiano "no significa sólo hacer cosas, sino dejarse renovar por el Espíritu Santo".
Y apunto, en la línea de las reformas que se espera introduzca en la curia vaticana en los próximos meses, que "también en la vida de la Iglesia existen estructuras caducas y es necesario renovarlas": "La Iglesia siempre se ha dejado renovar según los lugares, los tiempos y las personas, siempre ha caminado hacia delante dejando al Espíritu Santo que renueve estas estructuras, las estructuras de la Iglesia. ¡No tengáis miedo de ello! ¡No tengáis miedo de renovar las estructuras!".
Por último, en una llamada a la coherencia de vida, censuró a los "cristianos por horas" o "cristianos de media jornada": un cristiano -insistió como en días anteriores- "tiene que serlo en su totalidad y todo el día".
En la línea de otras reflexiones suyas contra lo que denomina tentación pelagiana (como cuando afirma que "es más fácil amar a Dios que dejarse amar por Él"), Francisco comenzó el sermón explicando que ser cristiano "no significa sólo hacer cosas, sino dejarse renovar por el Espíritu Santo".
Y apunto, en la línea de las reformas que se espera introduzca en la curia vaticana en los próximos meses, que "también en la vida de la Iglesia existen estructuras caducas y es necesario renovarlas": "La Iglesia siempre se ha dejado renovar según los lugares, los tiempos y las personas, siempre ha caminado hacia delante dejando al Espíritu Santo que renueve estas estructuras, las estructuras de la Iglesia. ¡No tengáis miedo de ello! ¡No tengáis miedo de renovar las estructuras!".
Por último, en una llamada a la coherencia de vida, censuró a los "cristianos por horas" o "cristianos de media jornada": un cristiano -insistió como en días anteriores- "tiene que serlo en su totalidad y todo el día".
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