Francisco, en la línea de Benedicto
El Papa pide a Doctrina de la Fe que siga con la reforma de las religiosas rebeldes de EEUU
El Papa Francisco ha reafirmado la evaluación del Vaticano a la Leadership Conference of Women Religious (LCWR) en Estados Unidos, en la que se encontró que esta tenía “serios problemas doctrinales” y necesitaba ser reformada.
El Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Gerhard Müller, se reunió en Roma con la presidenta de la conferencia de religiosas estadounidenses, Hermana Florence Deacon, el 15 de abril. También asistió el Arzobispo de Seattle, Peter Sartain, quien fue designado para llevar a cabo la reforma del grupo.
Müller le dijo a la Hermana Deacon que él “ha discutido recientemente la Evaluación Doctrinal con el Papa Francisco, que reafirmó los hallazgos de la Evaluación y el programa de reforma para esta Conferencia de Superiores Mayores”, de acuerdo a un comunicado de la congregación vaticana publicado el 15 de abril.
“Es el deseo de la Santa Sede que esta reunión pueda ayudar a promover el testimonio integral de las mujeres religiosas”, señaló el comunicado, y esto requiere “un firme fundamento de la fe y el amor cristiano, así como preservar y fortalecerlo para la riqueza de la Iglesia y la sociedad, para las generaciones venideras”.
Al ser su primera reunión con la líder del grupo de religiosas estadounidenses, Mons. Müller agradeció a las hermanas por su “gran contribución” a la Iglesia en Estados Unidos, “como se ve particularmente en muchas escuelas, hospitales e instituciones de asistencia a los pobres”, que han sido fundadas y sostenidas por religiosas.
El Prefecto de la congregación vaticana también “enfatizó que una Conferencia de Superiores Mayores, tal como es la LCWR, existe para promover los esfuerzos comunes entre sus institutos miembros, así como la cooperación con la Conferencia Episcopal local y con los Obispos individualmente”.
“Por esta razón, tales conferencias están constituidas por, y permanecen bajo la dirección, de la Santa Sede”, dijo, citando los cánones 708-709 del Código de Derecho Canónico.
El 18 de abril de 2012, la Congregación para la Doctrina de la Fe reveló los hallazgos de una evaluación doctrinal realizada durante cuatro años a la conferencia, en la que se encontraron “serios problemas doctrinales” y la necesidad de una reforma.
El documento citó cartas de autoridades de la LCWR, así como presentaciones patrocinadas por la conferencia de religiosas, en las que se exhibía “temas feministas radicales incompatibles con la fe católica” y oposición de la enseñanza de la Iglesia en temas que incluían el sacerdocio sacramental de hombres y la homosexualidad.
La evaluación también indicó que mientras el grupo firmemente promueve temas de justicia social, ignora ampliamente asuntos de vida, matrimonio y sexualidad, que han jugado un rol importante en recientes debates públicos en Estados Unidos.
Las líderes de la conferencia de religiosas respondió el 1 de junio de 2012 a la evaluación, describiéndola como sustentada en “acusaciones sin fundamento” y usando “un proceso defectuoso falto de transparencia”.
Al mismo tiempo que anunció sus hallazgos, el Vaticano puso a Mons. Sartain a cargo de llevar a cabo la reforma del grupo.
El Prelado tiene un mandato de cinco años para ayudar a la conferencia a revisar sus estatutos y sus conexiones con organizaciones afiliadas.
Además, Mons. Sartain ayudará a crear un nuevo programa de formación, para ofrecer un entendimiento profundo de la enseñanza de la Iglesia, y será el responsable de aprobar a futuras oradoras y presentaciones en las asambleas de la organización.
Compuesta por cerca de 1.500 miembros, la LCWR involucra alrededor del tres por ciento de las 57 mil religiosas en Estados Unidos.
Debido a que sus miembros son líderes de sus comunidades religiosas, el grupo asegura que representa al 80 por ciento de religiosas americanas. El promedio de edad de sus miembros es de 74 años.
El Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Gerhard Müller, se reunió en Roma con la presidenta de la conferencia de religiosas estadounidenses, Hermana Florence Deacon, el 15 de abril. También asistió el Arzobispo de Seattle, Peter Sartain, quien fue designado para llevar a cabo la reforma del grupo.
Müller le dijo a la Hermana Deacon que él “ha discutido recientemente la Evaluación Doctrinal con el Papa Francisco, que reafirmó los hallazgos de la Evaluación y el programa de reforma para esta Conferencia de Superiores Mayores”, de acuerdo a un comunicado de la congregación vaticana publicado el 15 de abril.
“Es el deseo de la Santa Sede que esta reunión pueda ayudar a promover el testimonio integral de las mujeres religiosas”, señaló el comunicado, y esto requiere “un firme fundamento de la fe y el amor cristiano, así como preservar y fortalecerlo para la riqueza de la Iglesia y la sociedad, para las generaciones venideras”.
Al ser su primera reunión con la líder del grupo de religiosas estadounidenses, Mons. Müller agradeció a las hermanas por su “gran contribución” a la Iglesia en Estados Unidos, “como se ve particularmente en muchas escuelas, hospitales e instituciones de asistencia a los pobres”, que han sido fundadas y sostenidas por religiosas.
El Prefecto de la congregación vaticana también “enfatizó que una Conferencia de Superiores Mayores, tal como es la LCWR, existe para promover los esfuerzos comunes entre sus institutos miembros, así como la cooperación con la Conferencia Episcopal local y con los Obispos individualmente”.
“Por esta razón, tales conferencias están constituidas por, y permanecen bajo la dirección, de la Santa Sede”, dijo, citando los cánones 708-709 del Código de Derecho Canónico.
El 18 de abril de 2012, la Congregación para la Doctrina de la Fe reveló los hallazgos de una evaluación doctrinal realizada durante cuatro años a la conferencia, en la que se encontraron “serios problemas doctrinales” y la necesidad de una reforma.
El documento citó cartas de autoridades de la LCWR, así como presentaciones patrocinadas por la conferencia de religiosas, en las que se exhibía “temas feministas radicales incompatibles con la fe católica” y oposición de la enseñanza de la Iglesia en temas que incluían el sacerdocio sacramental de hombres y la homosexualidad.
La evaluación también indicó que mientras el grupo firmemente promueve temas de justicia social, ignora ampliamente asuntos de vida, matrimonio y sexualidad, que han jugado un rol importante en recientes debates públicos en Estados Unidos.
Las líderes de la conferencia de religiosas respondió el 1 de junio de 2012 a la evaluación, describiéndola como sustentada en “acusaciones sin fundamento” y usando “un proceso defectuoso falto de transparencia”.
Al mismo tiempo que anunció sus hallazgos, el Vaticano puso a Mons. Sartain a cargo de llevar a cabo la reforma del grupo.
El Prelado tiene un mandato de cinco años para ayudar a la conferencia a revisar sus estatutos y sus conexiones con organizaciones afiliadas.
Además, Mons. Sartain ayudará a crear un nuevo programa de formación, para ofrecer un entendimiento profundo de la enseñanza de la Iglesia, y será el responsable de aprobar a futuras oradoras y presentaciones en las asambleas de la organización.
Compuesta por cerca de 1.500 miembros, la LCWR involucra alrededor del tres por ciento de las 57 mil religiosas en Estados Unidos.
Debido a que sus miembros son líderes de sus comunidades religiosas, el grupo asegura que representa al 80 por ciento de religiosas americanas. El promedio de edad de sus miembros es de 74 años.
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