Lombardi revela la última reunión de cardenales y cada paso del día del Cónclave

En la mañana del lunes ha tenido lugar la décima y última de las Congregaciones Generales que han preparado el Cónclave de 2013, con la presencia de 152 cardenales, incluyendo los 115 cardenales electores.

Al inicio de la sesión, se sortearon (al azar) los nombres de los tres cardenales que van a asistir al cardenal Camarlengo, Tarcisio Bertone, durante los próximos 3 días, por lo que si -como muchos esperan- el Cónclave es corto no se producirán más nombramientos de este tipo. Los elegidos han sido:

-Por el orden de los obispos, el cardenal Antonios Naguib, Patriarca emérito de Alejandría de los Coptos
-Por el orden de los sacerdotes, el cardenal Marc Oullet, hasta la Sede Vacante responsable de la Congregación de los Obispos
-Por el orden de los diáconos, el cardenal Francesco Monterisi, arcipreste emérito de San Pablo Extramuros

Más de 160 intervenciones
Al ser la última ocasión de exponer ideas en una Congregación general, muchos querían hablar y se pidieron intervenciones breves: se produjeron 28 alocuciones en la mañana. Sumadas a las intervenciones de días anteriores, son un total de 161 intervenciones que durante estos días han planteado los retos que afronta la Iglesia.

Los cardenales también votaron que no se produjese otra congregación por la tarde. Así, acabadas las congregaciones, los cardenales pueden dedicar la tarde a preparar su traslado a la Casa Santa Marta donde entran el martes, entre las 7 y las 10 de la mañana, y donde permanecerán durante el Cónclave.

Los temas que se trataron
Según explicó el padre Federico Lombardi, portavoz ante la prensa de la Santa Sede, uno de los temas tratados en esta sesión final fue un breve informe del cardenal Bertone sobre el Instituto para las Obras de Religión (el llamado "Banco del Vaticano"), su naturaleza y su proceso de integración en el sistema internacional de controles Moneyval. Los otros temas tratados en la sesión abordaban sobre todo el perfil y las expectativas que se depositan en el futuro Pontífice.



Juramento de los técnicos
A las 17.30 de la tarde del lunes, en la Capilla Paulina, bajo la presidencia del cardenal decano Angelo Sodano, tiene lugar el juramento de confidencialidad de las 90 personas que participan en el Cónclave como ayudantes de los cardenales, entre ellos:
- el secretario del Colegio de Cardenales, que no es un cardenal
- el Maestro de Ceremonias
- los religiosos que ayudan en la sacristía
- los confesores
- el personal de limpieza, cocina, técnicos en la Casa Santa Marta
- los conductores de los vehículos que transporten de la residencia a la Capilla Sixtina a los cardenales
- los miembros de la Guardia Suiza y la Gendarmería vaticana
- otros técnicos y ayudantes que participen en la Capilla Sixtina.

Misa "Pro Eligendo"
Lombardi recordó que el martes a las 10 de la mañana se celebra la misa "Pro eligendo Romano Pontífice" en la basílica de San Pedro. "El libro con la liturgia está disponible tanto en versión impresa como on line en www.vatican.va y en la Oficina de Ceremonias Litúrgicas", avisó. La misa se celebrará en latín pero en el libro figura el texto completo en italiano, en inglés y en el original en latín. Presidirá el cardenal decano, Angelo Sodano, y concelebran todos los cardenales, no sólo los electores. La homilía será en italiano.

Lombardi apuntó que en ocasiones anteriores la misa "Pro Eligendo Pontifice" duró 1 hora y 40 minutos, y que por lo tanto en esta ocasión tampoco debería llegar a las dos horas.

No hay entradas reservadas para los fieles, es decir, la entrada es libre para todos aquellos consigan acercarse y entrar en la Basílica, hasta que se llene.

La procesión de entrada
La tarde del martes, los cardenales serán trasladados de la Casa Santa Marta a la Capilla Paulina. Allí realizarán una primera oración, y a las 16.30 se trasladarán en procesión a la Capilla Sixtina, en un orden detallado en el "Ordo rituum conclavis".

Primero va la Cruz con los candelarios, después los cantantes de la Capilla Sixtina entonando cánticos: el "Veni Creator Spiritus" y las letanías de los santos son los más importantes. Después procesionan algunos clérigos no electores, como el cardenal maltés Próspero Grech, de 86 años, que tiene que predicar una meditación una vez dentro, o el secretario del Cónclave.Cierra la procesión el cardenal Re, que es el primero en orden de precedencia por ser el más anciano del Orden de los Obispos y porque él presidirá el juramento en la Capilla Sixtina. Le acompañará el Maestro de Ceremonias, Guido Marini.

La primera votación
Cada cardenal va a su sitio, y el cardenal Re recita la larga fórmula introductoria en latín del juramento. Cada cardenal, por orden de precedencia, acude sobre un Evangelio abierto, pronuncia su nombre y formula su adhesión al juramento. Es entonces cuando el Maestro de Ceremonias, Marini, pronuncia el famoso "Extra omnes" ("Todos fuera"), y deben marchar de la Capilla todos los que no son electores, con la excepción del anciano cardenal Grech que tiene que predicar su meditación. Tras su predicación, se realizará la primera votación.

Es muy difícil que en esta primera ronda un candidato suscite los 77 o más votos necesarios para ser elegido Papa, así que se elevará probablemente un humo negro. Los cardenales celebrarán allí mismo el rezo de vísperas, y después volverán a la Casa Santa Marta. Así acabaría la primera sesión del Cónclave.

¿Y si saliese Papa a la primera?
Pero si se consiguiesen los dos tercios de votos exigidos, el cardenal Re, como presidente de la asamblea, preguntaría al elegido: "¿aceptas tu elección canónica como Sumo Pontífice?" Y si acepta, le pregunta: "¿Con qué nombre quieres ser llamado?" Cuando dice el nombre, empieza a brotar el humo de la fumata blanca. El nuevo Pontífice va a la llamada "Habitación de las Lágrimas" y se viste con las vestiduras papales.

Vuelve a la Capilla y participa en una pequeña oración y una lectura del Evangelio sobre el ministerio petrino, actos protagonizados por el primer cardenal de cada orden (diáconos, presbíteros y obispos).

A continuación cada cardenal ofrece su obediencia y fidelidad al nuevo Papa. Después es el momento de salir al balcón. Desde que sale el humo blanco hasta que se presenta ante el pueblo fiel, pueden pasar, por lo tanto, unos 45 minutos.

Oración ante el Santísimo e indulgencias
Una novedad prevista este año, según Lombardi, es que el nuevo Papa, de camino hacia el balcón, pueda pasar por la Capilla Paolina, donde está el Santísimo Sacramento, y allí tenga una breve oración personal silenciosa ante el Santísimo, para a continuación salir a bendecir a la gente reunida, con su primera bendición "Urbi et Orbi".

En esta ocasión el Protodiácono (el cardenal Tauran) anunciará también la indulgencia papal que eso lleva implicado, como se hace habitualmente en Pascua y en Navidad.

Misa de Inauguración
La Misa de Inauguración de Pontificado presidida por el nuevo Papa puede celebrarse cualquier día, no necesariamente en domingo. Por lo general se busca dar tiempo a las delegaciones y mandatarios extranjeros que quieran asistir a ella. Pero si el Papa sale elegido en miércoles o jueves, puede que sí se celebre esa Misa Inaugural el domingo.