Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe
Monseñor Müller: «Mi objetivo es reducir las tensiones entre progresistas y tradicionalistas»
Monseñor Gerhard Ludwig Müller era obispo de la diócesis de Ratisbona, hasta el mes julio que fue nombrado por el Papa como nuevo Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, sustituyendo al cardenal Levada.
Sobre su nuevo trabajo en defensa de la fe católica ha hablado a Radio Vaticana, cuya traducción al español ha sido realizada por La Buhardilla de Jerónimo.
- Sabemos que existen muchos prejuicios contra esta Congregación que, sin embargo, tienen muy poco que ver con la realidad de los hechos. Por mi parte, me he preguntando cómo recubrir este oficio. No creo haber sido llamada por el Santo Padre para llevar a cabo un trabajo burocrático sino que pienso que he sido llamado sustancialmente en cuanto teólogo. De esta manera, trato de entender cuál es hoy el malestar de la vida de la Iglesia. En muchos países es fuerte la polarización, el contraste, entre los así llamados tradicionalistas y los llamados progresistas. Debemos superar esta oposición, debemos encontrar una nueva unidad de fondo en la Iglesia.
- ¿Cómo encontrar esta unidad?
- La unidad en Cristo no se realiza a nivel programático, tal vez gracias a un hábil orador de partido. Nosotros no somos una comunidad de personas que nace en torno a un programa de partido y tampoco una comunidad de estudiosos creada en torno a una investigación, porque nuestra unidad es un don. Nosotros creemos en la Iglesia, que es “una” y está unida en Cristo. Y si realmente se cree en Cristo, sin instrumentalizar el Magisterio de la Iglesia subrayando sólo algunos puntos a favor de la propia ideología, sino que se confía incondicionalmente en Cristo, tampoco la unidad de la Iglesia es despedazada por los celos y por las ambiciones. Éste es uno de mis objetivos: reducir las tensiones dentro de la Iglesia.
- Usted debe afrontar también la cuestión de los abusos sexuales realizados por exponentes del clero…
- Siempre y en todas partes, lo más importante son las personas que han sido víctimas de estos terribles abusos. Es muy importante también el aspecto de la prevención; al mismo tiempo, es necesario evitar el riesgo de una justicia que se convierta en linchamiento. En este ámbito, tanto la Congregación para la Doctrina de la Fe, como las diócesis, proceden de modo muy coherente y creo que podemos ser tomados como ejemplo.
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo
Sobre su nuevo trabajo en defensa de la fe católica ha hablado a Radio Vaticana, cuya traducción al español ha sido realizada por La Buhardilla de Jerónimo.
- Sabemos que existen muchos prejuicios contra esta Congregación que, sin embargo, tienen muy poco que ver con la realidad de los hechos. Por mi parte, me he preguntando cómo recubrir este oficio. No creo haber sido llamada por el Santo Padre para llevar a cabo un trabajo burocrático sino que pienso que he sido llamado sustancialmente en cuanto teólogo. De esta manera, trato de entender cuál es hoy el malestar de la vida de la Iglesia. En muchos países es fuerte la polarización, el contraste, entre los así llamados tradicionalistas y los llamados progresistas. Debemos superar esta oposición, debemos encontrar una nueva unidad de fondo en la Iglesia.
- ¿Cómo encontrar esta unidad?
- La unidad en Cristo no se realiza a nivel programático, tal vez gracias a un hábil orador de partido. Nosotros no somos una comunidad de personas que nace en torno a un programa de partido y tampoco una comunidad de estudiosos creada en torno a una investigación, porque nuestra unidad es un don. Nosotros creemos en la Iglesia, que es “una” y está unida en Cristo. Y si realmente se cree en Cristo, sin instrumentalizar el Magisterio de la Iglesia subrayando sólo algunos puntos a favor de la propia ideología, sino que se confía incondicionalmente en Cristo, tampoco la unidad de la Iglesia es despedazada por los celos y por las ambiciones. Éste es uno de mis objetivos: reducir las tensiones dentro de la Iglesia.
- Usted debe afrontar también la cuestión de los abusos sexuales realizados por exponentes del clero…
- Siempre y en todas partes, lo más importante son las personas que han sido víctimas de estos terribles abusos. Es muy importante también el aspecto de la prevención; al mismo tiempo, es necesario evitar el riesgo de una justicia que se convierta en linchamiento. En este ámbito, tanto la Congregación para la Doctrina de la Fe, como las diócesis, proceden de modo muy coherente y creo que podemos ser tomados como ejemplo.
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo
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