En el estadio de fútbol San Siro (Milán)
Benedicto XVI es arropado por 80.000 jóvenes milaneses que le hacen sonreir y disfrutar
El Papa ha saludado al capitán del Inter de Milán, Javier Zanetti y al ex capitán del Milán, Franco Baresi en el estadio Giuseppe Meazza de San Siro.
Benedicto XVI se reunió hoy en el estadio de "San Siro" de Milán a 80.000 jóvenes italianos que han recibido o se preparan para la confirmación durante este año a los que exhortó a no ser egoístas, "ya que el egoísmo -dijo- es enemigo de la alegría" y a estar "abiertos" a la llamada al sacerdocio.
El anciano Pontífice, de 85 años, que preside en la capital lombarda el VII Encuentro Mundial de las Familias, dedicó su segundo día de estancia a reunirse con los más jóvenes, con los que se citó en el estadio de fútbol "Giuseppe Meazza-San Siro", el lugar de los grandes triunfos del Inter y del Milán, que cambió en esta jornada el balón por los cantos y danzas de los muchachos.
En un encuentro festivo y colorista, en el que los jóvenes construyeron un barco (recordando la barca de Pedro), transmitido en directo por el Centro Televisivo Vaticano CTV, el papa fue acogido por más de 80.000 personas, según datos de los organizadores.
En el papamovil dio la vuelta al estadio, en medio de los aplausos y vivas de los asistentes, en cuyo nombre le dio la bienvenida un muchacho llamado Giovanni Castiglioni, quien dijo que era "bellísimo" acogerle en el estadio donde juegan sus campeones y que hoy querían decirle que para ellos "el papa es el campeón más grande y el entrenador del inmenso equipo que es la Iglesia".
Benedicto XVI, al que se le vio contento, sonriendo y feliz de estar con los jóvenes y no dudó en abrazar y besar a niños, siguió con atención las figuras geométricas que hacían en el césped del estadio, en el que crearon, además del barco, una paloma blanca de la paz.
El Obispo de Roma se refirió a la confirmación y a los dones del Espíritu Santo, recordando que son la sabiduría, el entendimiento, el consejo, la fortaleza, la ciencia, la piedad y el temor de Dios.
El papa les exhortó a ser "sal de la tierra", a vencer las tentaciones del mal y hacer siempre el bien.
"Sed obedientes a vuestros padres y escuchad sus indicaciones. No seáis holgazanes, sino muchachos comprometidos, en particular con los estudios. Sed siempre disponibles y generosos con los otros, venciendo la tentación de sentirse el centro de todo, ya que el egoísmo es enemigo de la alegría", afirmó el Pontífice.
También les animó a participar en la Misa dominical y a confesarse y a estar abiertos a la llamada del Señor al sacerdocio.
"Si os llama (Dios) a seguirlo por el camino del sacerdocio o la vida consagrada no digáis que no. Jesús os llenará el corazón durante toda la vida", destacó el papa.
Sobre las vocaciones, les dijo que no creyeran "a aquellos que dicen que a esas edades no se puede tener vocación" y les confió que él cuando hizo la confirmación no sentía la llamada de Dios, "pero cuando era un muchacho como vosotros, sí comencé a sentirla".
Benedicto XVI también les animó a la santidad, señalando que ésta es el camino "normal" del cristiano y que no está reservada sólo para pocos elegidos.
Reunión con religiosos
Antes de reunirse con los jóvenes, el papa lo hizo con unos 5.000 religiosos y religiosas en el Duomo (catedral) de Milán, ante los que afirmó que el celibato, la castidad y la virginidad son "señales luminosas" para los religiosos y a los que animó a mirar el futuro con confianza.
Pocos antes del encuentro en la catedral, un hombre, vestido de negro y con un gorro en forma de cucurucho en el que había escrito "inquisición" y en el vestido frases como "Virgen quita las riquezas al Vaticano", irrumpió en la plaza del Duomo gritando frases contra el papa.
Inmediatamente fue bloqueado por la policía y alejado de la plaza. Según los medios italianos se trata de una persona con problemas mentales, conocida por gestos similares en otros eventos.
Esta tarde se entrevistará con las autoridades locales en el salón de Trono del arzobispado milanés y cerrará la jornada en el parque de Bresso, donde por la noche se reunirá con las miles de familias de todo el mundo -de más de un centenar de naciones- que asisten al evento en una vigilia llamada "fiesta del testimonio".
El anciano Pontífice, de 85 años, que preside en la capital lombarda el VII Encuentro Mundial de las Familias, dedicó su segundo día de estancia a reunirse con los más jóvenes, con los que se citó en el estadio de fútbol "Giuseppe Meazza-San Siro", el lugar de los grandes triunfos del Inter y del Milán, que cambió en esta jornada el balón por los cantos y danzas de los muchachos.
En un encuentro festivo y colorista, en el que los jóvenes construyeron un barco (recordando la barca de Pedro), transmitido en directo por el Centro Televisivo Vaticano CTV, el papa fue acogido por más de 80.000 personas, según datos de los organizadores.
En el papamovil dio la vuelta al estadio, en medio de los aplausos y vivas de los asistentes, en cuyo nombre le dio la bienvenida un muchacho llamado Giovanni Castiglioni, quien dijo que era "bellísimo" acogerle en el estadio donde juegan sus campeones y que hoy querían decirle que para ellos "el papa es el campeón más grande y el entrenador del inmenso equipo que es la Iglesia".
Benedicto XVI, al que se le vio contento, sonriendo y feliz de estar con los jóvenes y no dudó en abrazar y besar a niños, siguió con atención las figuras geométricas que hacían en el césped del estadio, en el que crearon, además del barco, una paloma blanca de la paz.
El Obispo de Roma se refirió a la confirmación y a los dones del Espíritu Santo, recordando que son la sabiduría, el entendimiento, el consejo, la fortaleza, la ciencia, la piedad y el temor de Dios.
El papa les exhortó a ser "sal de la tierra", a vencer las tentaciones del mal y hacer siempre el bien.
"Sed obedientes a vuestros padres y escuchad sus indicaciones. No seáis holgazanes, sino muchachos comprometidos, en particular con los estudios. Sed siempre disponibles y generosos con los otros, venciendo la tentación de sentirse el centro de todo, ya que el egoísmo es enemigo de la alegría", afirmó el Pontífice.
También les animó a participar en la Misa dominical y a confesarse y a estar abiertos a la llamada del Señor al sacerdocio.
"Si os llama (Dios) a seguirlo por el camino del sacerdocio o la vida consagrada no digáis que no. Jesús os llenará el corazón durante toda la vida", destacó el papa.
Sobre las vocaciones, les dijo que no creyeran "a aquellos que dicen que a esas edades no se puede tener vocación" y les confió que él cuando hizo la confirmación no sentía la llamada de Dios, "pero cuando era un muchacho como vosotros, sí comencé a sentirla".
Benedicto XVI también les animó a la santidad, señalando que ésta es el camino "normal" del cristiano y que no está reservada sólo para pocos elegidos.
Reunión con religiosos
Antes de reunirse con los jóvenes, el papa lo hizo con unos 5.000 religiosos y religiosas en el Duomo (catedral) de Milán, ante los que afirmó que el celibato, la castidad y la virginidad son "señales luminosas" para los religiosos y a los que animó a mirar el futuro con confianza.
Pocos antes del encuentro en la catedral, un hombre, vestido de negro y con un gorro en forma de cucurucho en el que había escrito "inquisición" y en el vestido frases como "Virgen quita las riquezas al Vaticano", irrumpió en la plaza del Duomo gritando frases contra el papa.
Inmediatamente fue bloqueado por la policía y alejado de la plaza. Según los medios italianos se trata de una persona con problemas mentales, conocida por gestos similares en otros eventos.
Esta tarde se entrevistará con las autoridades locales en el salón de Trono del arzobispado milanés y cerrará la jornada en el parque de Bresso, donde por la noche se reunirá con las miles de familias de todo el mundo -de más de un centenar de naciones- que asisten al evento en una vigilia llamada "fiesta del testimonio".
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